¿Es el final?

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Narra Troy.

Conduzco por la carretera, está muy oscuro y solitario. Alicia duerme y Amy aún está despierta en el asiento trasero.

—¿Estás cansado?— Amy me toca el hombro.

—Solo un poco, ahora no puedo deshacerme de este sentimiento de libertad. Siento que las cosas van a mejorar.— observo a Alicia dormir.

—Tienes razón, les debo mucho a ambos, si no me hubieran buscado a tiempo las cosas no estarían resueltas ahora.— sonríe.

—Fuiste de gran ayuda, en serio muchas gracias.— respondo y ella me abraza desde atrás.

—Oye, te ves cansado, déjame conducir y relájate un poco.

—Tienes razón, me detendré un momento.

—Ok.

Detengo el auto y bajo, ella también baja y cambiamos lugares. 

Me recuesto en todo el asiento y trato de dormir un poco.

—Descansa, Troy.— musita Amy antes de quedarme dormido.

(...)

Despierto mareado, seguro por qué no he comido nada en casi dos días. Sigo en el asiento trasero pero el auto no se mueve, me levanto y encuentro a Alicia dormida en su lugar pero no hay rastros de Amy.
Miro por la ventana y parece que estamos en una gasolinera. Abro con cuidado la puerta y salgo hacia la tienda.

—Oiga ¿usted es Troy?—pregunta el encargado.

Asiento confundido.

—Una chica rubia me dijo que te entregara esto cuando entraras aquí.

Me entrega una bolsa con diferentes alimentos.

—Ah, gracias, ¿dónde está ella?

—No lo sé pero también dijo que buscarás algo en la guantera.

—Muchas Gracias.

Salgo de la tienda y llego al auto, Alicia está despierta.

—¡Ahí estás! Pensé que me habían abandonado en el camino.— suelta cubriéndose la cara por la luz del amanecer.

—¿Acaso sabes dónde está Amy?

—Pensé que estaba contigo, Troy.

—En la guantera debe haber algo.— aviso y ella la abre.

De ahí cae una carta.

—Déjame verla.— me da la carta y la desdoblo.

—Léela en voz alta.— pide.

—Ok.— digo y empiezo a leer.

—Para Troy y Alicia:

«Hola, seguro se preguntarán donde estoy, pero no lo sabrán a través de esta carta. Nunca fuí buena con las despedidas pero veámoslo como un pequeño tiempo en el que no nos veremos. Hace algunos días creia que nada me ayudaría a olvidar lo que le pasó a mis amigos, sabía que la muerte llegaría por mi tarde o temprano, pero gracias a ustedes tengo más tiempo para disfrutar la vida y aprovecharé cada momento. Conocerlos y pasar todo este tiempo con ustedes me hizo entenderlo, estoy segura de que serán muy felices. Pero por ahora no podemos volver a vernos porque, sí la muerte inicio una cadena para acabar conmigo, ¿qué le impide iniciar otra para llevarse nuestras vidas? Y esa la razón por la que me voy. Separados tendremos más posibilidad de vivir un poco más. Disfruten sus vidas y les prometo que cuando menos lo esperen volveremos a encontrarnos.

Atentamente Amy.

Termino de leer y no puedo evitar sentir nostalgia.

—Vaya, no me esperaba esto—Alicia está por llorar pero no lo hace.

—Ya lo leíste, no es una despedida, volveremos a verla algún día y justo ahora debemos disfrutar el tiempo que ganamos.— dejo de lado la tristeza.

Estaremos eternamente agradecidos Amy.

En eso se me ocurre algo.

—Oye, tengo una idea.

—¿Qué?— ella se intriga.

—Vayamos a casa, hagamos las maletas y viajemos.— propongo  con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿A dónde?— indaga y yo tomo su mano.

—¿Eso importa?— entrelazo mis dedos con los suyos.

—Tienes razón, mientras vaya contigo, el destino pasa a ser secundario.

—Entonces vamos por una nueva vida.— me acerco.

—¡Si!— me abraza y luego nos besamos.

(...)

Narra Amy.

Veo a través de la ventana de la tienda como Troy y Alicia se besan y luego se van en el auto.
No puedo evitar sonreír, merecen ser felices y espero que volvamos a encontrarnos pronto.

—¿Entonces?— cuestiona mi amiga Andrea que trabaja en la gasolinera.

—Acabó todo, por ahora podemos disfrutar el tiempo que nos queda.

—¿Y tú qué piensas hacer, Amy?

—Creo que ya es hora de regresar a California y visitar Dresher high.

—¿Segura?

—Sí, quiero reencontrarme con algunos amigos. ¿Puedes hacerme un favor?— pregunto y ella asiente.

—Guarda esto por mí.— le entrego la carta.—Nunca la leas, solo guárdala hasta que regrese por ella, ¿bien?

—Claro, volverás pronto, ¿verdad?

—Prometo que volveré. Ya debo irme, adiós Andrea.— le doy un corto abrazo y me voy de ahí.

(...)

—Unos días más tarde—

Narra Troy.

Las cosas mejoraron desde ese día, asistimos por última vez al cementerio para dejar flores en las tumbas de nuestros amigos.
Justo ahora estamos en un autobús pero no tenemos rumbo. Planeamos viajar a diferentes lugares como París, Roma, Londres, Los Ángeles y quedarnos temporalmente.

Extrañaré Nueva York pero necesitamos un tiempo lejos para olvidar lo que pasó.

Todos se sientan y el viaje está por comenzar.

Alicia se acomoda en su asiento y voltea a mirarme voltea a mirarme con una sonrisa.

—¿Y ahora que haremos?—Pregunta, sus ojos muestran felicidad, su expresión me derrite.

Le devuelvo la sonrisa y acaricio su mano.

—Tener una larga vida.

.............................Fin..........................

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Destino Final 6 Parte 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora