Caída

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Narra Troy.

Estamos saliendo del centro comercial. Llegamos al auto y subimos , lo enciendo para ir directamente al salón de belleza donde se encuentra Jane.

—Esto no suele pasar así.—Dice Amy desde el asiento trasero.

—¿Que dices?—Alicia busca su teléfono.

—Me refiero a que dos de tus amigos hayan muerto y no hayan señales o visiones. Cuando me pasó esto pude notar demasiadas señales de cómo morirían mis amigos.

—¿Así como advertencias o coincidencias muy raras? , Por qué crei ver algo de lo que le pasaría a Mike.—Suelto recordando el cartel.

—¡Date prisa, Troy! Mi mejor amiga puede estar en peligro.—Alicia se altera.

—¡Intenta llamarla!

Alicia encuentra su teléfono y marca el número de Jane. Pero al parecer no hay señal.

—¿Estas seguro de que sigue ella?—Amy me confunde.

—No te entiendo.

—Los sobrevivientes morirán en el orden que debieron haber muerto en el tren, ¿puedes recordar tu premonición?

—¡No, no puedo, ni siquiera logro recordar si Tammy y Mike murieron de esa manera!

—Entonces tienes que ¡camión!—grita Amy cuando un camión se atraviesa en la calle.

Giro el volante bruscamente esquivando el camión, logro mantener el control del auto y lo detengo por un momento.

—¿Están bien?— pregunto a las chicas. Ambas asienten aún asustadas.

Alicia recoge su teléfono que se cayó cuando hice el giro. Su cara mostraba pánico.

—Jane.— musita Alicia mostrando su teléfono. Tenía la pantalla rota, de fondo de pantalla tiene una foto de ella y Jane, las grietas del daño solo pasan por la cara de Jane.

—¡Es una señal!— acelero.

(...)

Narra Jane Davis.

Salí del funeral de Tammy, pasé por mi casa para cambiarme y ahora acabo de llegar al salón de belleza. Esta en el quinto piso, lo que me hace sentir muy nerviosa.

Pasó directamente hacia la secretaria.

—Hola buenas tardes, tengo cita.—Aviso observando todo.

—¿Usted es Jane Davis?—Cuestiona revisando los papeles.

—Sí, soy yo, mi recibo decía que debía estar aquí a las 2 pm.

—Sí, está confirmado, pasa al pasillo después a la izquierda en la primera puerta.

—Ok, gracias.

Sigo por el pasillo, se escucha música en un altavoz en otro cuarto. Paso al salón donde está la estilista.

—Hola, querida, ¿cómo está?—Saluda la que parece ser la estilista.

—Muy bien, gracias.

—Por favor pasa, siéntete cómoda.

Mientras camino puedo observar toda la habitación. Está pintada de tonos color pastel y uno que otro detalle blanco. Hay varios espejos, una máquina de secado cerca de un gran ventanal con cortinas azules. En el techo hay barras de luz blanca.

Dejo mi teléfono y mi bolso en la mesa blanca cerca de la máquina.

—Muy bien, voy lavar tu cabello, hacer algunos cortés y luego a la máquina de secado.

(...)

La estilista termina de lavar mi cabello y ahora me indica que pase a la máquina de secado que consta de una silla con un casco para secar unido con metal y un sistema con varios botones.

Me acomodo en la silla mientras ella configura el tipo de secado y bebe su soda. Baja el casco hasta la altura de mi nariz y enciende la máquina.

—Solo serán veinte minutos de secado y podrás notar los cambios en tu cabello.— asegura.

Un ruido proveniente del techo me asusta.

—¿Qué fue eso?—Digo nerviosa.

—No te preocupes, en el piso de arriba están haciendo reparaciones.

Las luces del salón parpadean por un momento.

Narrador.

—Oye Sara, tienes una llamada urgente.—Informa la secretaria en la puerta del salón.

—Ok ya regreso , no tardaré.—La estilista deja su soda en la mesa y sale del salón con apuro.

—¡Oye espera!—Dice Jane nerviosa.

El sonido de la máquina se une al ensordecedor ruido de la música del exterior.

—Tranquila Jane, solo será un momento.—Se dice Jane a sí misma para calmarse.

El golpeteo de las reparaciones del piso de arriba hace que la barra de luz del techo se afloje poco a poco. En la mesa , el teléfono de Jane vibra por la llamada y el movimiento causa que la lata de soda caiga al piso. El líquido llega al cable pelado de la máquina provocando una chispa.

La temperatura de secado empieza a subir.

—¡Hace algo de calor!—Jane mueve su chaqueta para refrescarse.

—¿Es normal que haga tanto calor?— vuelve a decir pero la música del pasillo evita que la escuchen.

Se mueve en la silla pero su ansiedad aumenta.

—¡Hace demasiado calor!— trata de levantar el casco de la máquina pero el metal sobrecalentado le quema las manos.

—¡¿Que pasa?!— su chaqueta se atasco de un borde y no puede levantarse de la silla.

La temperatura sigue subiendo. Estira su mano hacia la mesa para tomar su teléfono pero no alcanza.

—¡Ayuda!— grita desesperada.

—¡No puedo salir!— patalea.

—¡Ahh!— comienza salir humo del sistema.

—¡Ayúdenme por favor!

Grita pero nadie parece escucharla.

—En la recepción—

—¡¿Donde esta Jane Davis?!—Dice Alicia llegando con Troy y Amy.

—Esta en su turno.—dice la secretaria.

—¡¿Dónde?!— grita Troy.

—En el pasillo, la primera puerta a la izquierda.

—¡Vamos!

Jane logra quitarse la chaqueta y salir de la secadora pidiendo ayuda por sus quemaduras.

—¡Ayuda!

Alicia, Troy y Amy entran al salón y se quedan sorprendidos por la escena.

—¡Me duele!— grita
asustada.

La barra de luz del techo cae sorpresivamente y golpea la secadora con fuerza haciendo que explote. Jane es lanzada por el impulso atravesando la ventana.

—¡Jane, no!— grita Alicia.

—¡Aahh!—Jane cae del quinto piso, se estrella contra el techo de la entrada y su cara traspasa el cristal.

Destino Final 6 Parte 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora