Capítulo 8

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Boruto abrió sus ojos, se sentía adolorido

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Boruto abrió sus ojos, se sentía adolorido. ¿Qué había pasado?... Ah... Ahora recordaba.... Fue Secuestrado por unas personas que desconocía junto a Sumire. ¿Sumire?, ¡¿Sumire?! Se levanto rápidamente y busco a la chica, la encontró rápidamente dándole la espalda, tirada en el suelo.

— Kakei-San... — Susurro el rubio y se dirigió hasta donde ella estaba. En ese momento en que la vio se había sentido aliviado, pero al verla de frente se sintió preocupado, molesto y con unas ganas de golpear a los responsables.

Sumire que estaba inconsciente tenía sus brazos rojos por la sangre y muchos raspones. Esos tipos la habían golpeado.

— ¡¡Kakei-San!! — Se acuclillo a su lado y la tomo entre sus brazos para poder despertarla. — Kakei-San, Kakei-San... Oye, despierta... Por favor despierta Kakei-San.....

La chica reacciono al llamado del rubio. Abrió sus ojos hinchados por las lágrimas y lo primero que vio fue al Uzumaki.

— Boruto-Kun... — Susurro la chica con sus ojos que volvían a estar invadidos por las lágrimas. Sin pensarlo abrazo al muchacho con sus adoloridos brazos.

Boruto no dudo en devolver el abrazo de la chica, quería hacerle saber que ahora el la protegería.

— E-Ese hombre... — Susurro la chica mientras lloraba.

— ¿Él fue quien te golpeo? — Pregunto. — ¿Te hizo algo más?

— Solo me golpearon.... P-Pero él.... Él.... Él m-mato a los d-demás s-sin piedad. — Dijo la chica entre lágrimas.

El Uzumaki se quedó sin aliento ante esas palabras. Ese hombre que había aparecido mato a los que eran sus compañeros, frente a la Kakei y de paso había sido golpeada, dejando su blanca piel roja por la sangre y muchas heridas alrededor de estos. El chico se fijó en una herida que tenía la chica un poco más abajo de su hombro la cual seguía sangrando, Boruto busco algo con que parar la sangre, pero lo único que veía eran cajas por todos lados de una vieja fábrica.

Miro de reojo a la chica mientras pensaba, en el proceso vio la manga de su camisa. Alejo un poco a la Kakei y con su mano derecha agarro el hombro izquierdo de su camisa, arrancándola de un solo tirón.

— ¿B-Boruto-kun? — Susurro confundida cuando el chico empezó a amarrarle el pedazo de tela en el brazo.

— Está bien. Me preocupa más tu bien estar que una camisa. — Dijo Boruto. — Tenemos que salir de aquí.

Boruto ayudo a la chica a levantarse y miro el lugar. La fábrica capaz tendría unos dos meses sin usarse ya que no estaba ni muy sucio ni muy limpio, por lo que sabía las únicas fábricas que se habían abandonado recientemente eran las que estaban a las afueras de la ciudad.

— ¿Ya se van? Eso es una pena. — Se escuchó detrás de ellos.

Ambos se asustaron y se giraron en dirección en donde provenía aquella voz. Ahí parado encontraron al mismo hombre que les había hablado al salir de la escuela. Él los miraba con una sonrisa, una sonrisa que les causaba inquietud.

La chica de cabello Violeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora