Capítulo 9

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El hombre levanto la pistola una vez más en dirección a los dos chicos

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El hombre levanto la pistola una vez más en dirección a los dos chicos.

- Es hora de morir, Mocosos. - Sonrió el hombre.

- Lo siento Kakei-San... No pude cumplir mi promesa. - Pensó Boruto cerrando sus ojos y sujetando a la chica con la fuerza que le quedaba.

Bang.

Eso fue lo último que se escuchó para después quedar todo sumergido en un gran silencio.

Boruto al no sintió ningún dolor cinco segundos después decidió abrir un ojo (Bueno. El único que puede abrir :v) logrando ver que en la muñeca de ese hombre había sangre y la pistola que antes estaba en sus manos, ahora estaba en sus pies.

El hombre miraba hacía una de las puertas de la fábrica mientras sostenía su muñeca. Boruto no pudo evitar en mirar en la misma dirección, encontrando a un hombre muy pálido de cabello negro, que brillaba por la luz de la luna, esa persona era muy conocida para él. Ese hombre que también sostenía una pistola en sus manos era Sai, el padre de Inojin.

- ¿¡Tú quién diablos eres?! - Gritó el Hombre con odio.

- Yamanaka Sai, líder de policía. - Respondió el pelinegro. - Un gusto conocerte Takayuki Kanaye. Quedas arrestado por secuestro y por haber asesinado a la pareja de apellido Shigaraki.

- ¡¿Arrestado?! ¡No me ire a ningún lado sin haber matado a estos dos! - Apunto el hombre a los dos adolescentes.

Boruto se asustó cuando fue apuntado de manera tan brusca. Luego se fijó en el arma que estaba a un lado de su pie esguinsado y sin pensarlo tomo el arma con su mano derecha y la lanzo en dirección a Sai.

Al hacer esto el hombre de nombre Kaneye lo miro con odio.

- ¡¡Maldito Mocoso!! - Le grito e intento agarrar al Uzumaki pero alguien lo tomo fuertemente de la muñeca y de un momento a otro se encontraba en el suelo con ambas manos en la espalda.

- No le vas a colocar ni un otro dedo enzima a mi hijo. - Dijo una voz que Boruto conocía muy bien.

- Papá... - Susurró el Uzumaki menor.

Naruto miro a su hijo y sonrió tristemente, le dolía ver a su hijo tan lastimado y cubierto de sangre.

- ¡Sai, agresor capturado! - Afirmo Naruto.

Sai asintió y luego hizo una señal, haciendo que más policías entraran al lugar.

- Malditos... - dijo el hombre que estaba siendo aprisionado por Naruto.

- Naruto, las esposas. - Le Recordó Sai.

- Lo sé, lo sé. - Dijo Naruto sacando unas esposas y colocándolas en las muñecas del hombre. - Quedaras bajo cadena perpetua, me asegurare de eso.

La chica de cabello Violeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora