Capítulo 5

14 0 0
                                    

Lauren PoV

Mire por la ventana del autobús hacia el estadio, las chicas del equipo subían a este para dirigirnos al aeropuerto. No he visto a Camila desde que llegó a mi departamento con sus cosas. Me encantó dormir entre sus suaves brazos y sentir su respiración en mi cuello.

Desperté está mañana encontrándome con un oloroso desayuno, junto con una hermosa carta. Ésta decía lo maravillada que estaba por pasar esa mágica noche conmigo, que era la cosa más preciosa de este planeta, cosa que me hizo sonrojar. También me explico por qué su ausencia ésta mañana, no voy a negar que me desilusione despertar sola en mi cama. Pero, no podía enojarme por ello. Camila debía ir desde muy temprano al estadio para terminar de concretar los hospedajes y demás cosas.

Puse mis audífonos en mis oídos mientras esperaba para irnos, contesté algunos mensajes en mi teléfono y estuve entreniendome un poco en Tumblr.

— ¿Qué hace una nena tan linda en este solitario lugar?.– Dijo Normani con diversión. Arqueé una ceja en su dirección quitándome los audífonos. Para luego lanzarme en sus brazos con una risa.

— Esperando a que alguien se compadezca de mi.– Dije con tristeza fingida. Pasó su brazo por mis hombros atrayendome más a ella.

— Estás de suerte cariño, no puedo dejar a una chica como tú en este lugar sin compañía.- Sonrió. Golpeé suavemente su brazo para alejarme de ella.

—¿Qué tal estás Mani?.– Pregunté un poco después, ella se encogió de hombros.

—Podría estar mejor. Tuve una gran pelea con Paul, ese idiota me tiene harta.– Dijo con indiferencia mientras revisaba su teléfono.

—¿Puedo preguntar el por qué?.–Pregunté con cautela, asintió.

—Cree que le puse los cuernos, cosa que es cierta. Pero él no lo sabe.– Dijo riendo un poco, la verdad eso me sorprendió.

—¿Ah, sí? Bueno, no sabia que tenías ese lado Mani.– Dije con tono burlón, rodó los ojos mientras hacía un gesto de indiferencia.

— Yo tampoco sabía de ese lado, pero esa mujer fue una tentación muy grande. Realmente valió la pena todo.– Dijo con una sonrisa satisfecha, la miré con sorpresa. ¿Acaso dijo una mujer? No me lo esperaba.

Antes de que pudiese contestarle, Camila entro al bus sonando su silbato. Se veía tan sexy con ese traje formal de color gris y su cabello suelto.

— Bien chicas, este es nuestro primer viaje de la temporada y espero de verdad lo disfrutemos. Somos un gran equipo, pero también somos una familia. Lo importante al final del día es darlo todo en el campo, dentro y fuera de él. Así que, espero salgamos de Seattle victoriosas.– Su voz retumbó en el lugar dándonos más ánimos de lo normal, estallamos en gritos animados para darnos un buen comienzo de viaje.

Sin duda estaba un poco nerviosa, estas son cosas nuevas para mí y me siento un poco desubicada. Durante el viaje cantamos algunas canciones, chistes iban y venían. Íbamos con una buena actitud al campo de juego y eso era algo bueno.

— Bien chicas, llegamos. Necesito que tengan a la mano sus pasaportes y identificaciones para el chequeo rápido, no se detengan mucho por los fanáticos. Debemos llegar temprano para poder calentar antes del juego.– Explicó mientras tomaba su maletín y nos dirigía a la puerta del bus en una fila ordenada. Cada una del equipo salió con calma, llevándose consigo una sonrisa de Camila. Cuando llegó mi turno ella me dió la mejor sonrisa en su repertorio, sus ojos tenían un lindo brillo que me hizo sonreír devuelta.

Una vez fuera del bus unos cuantos paparazzi nos tomaban fotos, nosotras los saludamos y posamos para ellos con diversión. Una vez todo el equipo estuvo fuera caminamos dentro del aereopuerto tratando de mantenernos cerca por algunos fanáticos que nos atacaban para tomarse fotos con nosotros. Cuando llegamos al check in estábamos en fila de nuevo, saqué de mi pequeño bolso mis identificaciones esperando mi turno de nuevo.

Entrenadora CabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora