Entrenadora Cabello

Capítulo 2

PoV Lauren

Sin duda alguna esa fue la cena más incómoda de mi vida, excepto lo que pasó en el baño con Camila. Por Dios, ella fue tan salvaje y demandante que no quise frenarla a todo lo que estaba haciendo, solo quería unos cuantos besos. Pero ella tenía pensado otra cosa. Todos los acontecimientos de ayer me torturaron en la madrugada, después de que ella abandonó el restaurante tuve que soportar las estupideces que salían de la boca de Andrew. Y también escuchar más idioteces de la boca de John, se veía sumamente preocupado sobre Camila, según él. Ella no se va así como así de ningún lado.  Incluso culpó a una mujer sobre el comportamiento desenfrenado de Camila. Él no conoce a su esposa, en lo poco que he convivido con ella, sentí que es una mujer que no teme al realizar lo que desea, no tiene que rendirle cuentas a nadie incluso si está casada. Ella es dueña de su vida y no está para reclamos, claro, es lo que yo percibí de ella. La realidad puede ser otra y ella ahora mismo está recibiendo un sermón del mermo de su esposo. Esposo. Si, ella estaba casada y sin duda lo que hemos estado haciendo a espaldas de todos es un engaño. El deseo que nos tenemos es demasiado grande, fuerte, difícil frenar. Cuando estamos solas solo queremos arrancarnos la ropa, y follar sin tener que pensar en algo más. Sin duda yo también estoy siendo infiel, Andrew podía ser un imbécil con todas sus letras. Pero, él se a comportado conmigo de una forma tan tierna, siempre supe que Andrew estaba enamorado de mi. Desde que nos conocimos en Canadá, ha hecho lo que sea para que mi mirada se fijará en él. Me volví su novia cuando llegue a Miami más por confusión, no se lo que quiero para mi vida amorosa, si bien no me defino por tener una relación seria y estable.

Tampoco es como si tuviese mucha experiencia en esto del sexo, relación, amor.

Perdí mi virginidad con mi amigo Luke, era demasiado atractivo, de unos ojos azules que sin duda me pusieron los pelos de punta. Su cabello rubio contrastaba muy bien con su piel pálida, y Dios. Ese piercing en su labio me mataba. Él también era virgen, teníamos quince años y bueno, teníamos la casa sola. Lo demás es pura historia, Luke se enamoró de una chica de su curso, y yo quede aún lado. Sufrí un poco, intuí que fue porque me gustaba Luke. No podía culparme por eso, él era sumamente increíble en muchos aspectos. Nada comparado con Andrew, él era lindo. Tenía ojos azules también, igual que John. Pero no había nada de especial en ellos. Tenía una linda piel morena, y un pelo castaño lleno de rulos que lo hacía adorable.

Camila Cabello, ese nombre seguía en mi cabeza haciendo alterar mis pensamientos. Su simple nombre me tenía mal, su cuerpo no me dejaba dormir. Su lengua aún estaba presente en mi entrepierna.

Pero no todo era lujuria con ella, compartimos una pasión. El fútbol, la he visto jugar y déjenme decirles que es impresionante. Su nombre retumbaba en las canchas del fútbol italiano, francés y hasta el ingles. Había investigado mucho sobre Camila en internet, quería preguntarle todas mis dudas en persona, saber las emociones que sintió, no creo que sea imposible tener una conversación con ella sin que lleguemos a lo sexual. Dejo el fútbol por una fuerte lesión en su rodilla, creo que hubo algo más por el cual lo dejo. Una lesión no te deja fuera del campo a tus veintisiete años. No lo sé, ella era un misterio.

Sin pensar mucho más me levante de mi cama, y camine al baño de aquel apartamento.

***

Baje las escaleras del apartamento, mi mochila de entrenamiento estaba colgada de mi hombro izquierdo. Camine a la cocina pretendiendo hacerme mi desayuno, mi mamá caminaba por la cocina con el teléfono en su oreja. Su sonrisa de emoción me hizo fruncir el ceño, mamá nunca estaba así de feliz a no ser que hablara con papá.

- Está bien amor, iremos en una hora entonces. Te amo, estoy impaciente de verte.- Dijo mi madre, su sonrisa era incluso más grande que antes. Recibió la respuesta de mi padre y colgó.