Camila PoV
Llegamos a Miami a las cuatro de la tarde del día de ayer. Y a las cuatro treinta, estábamos en el estadio para despedirnos.
Apenas toque suelo, llamé a Dinah para pedir alojo en su casa. Aún no quería afrontar mi gran problema con John, no me sentía lista para dar la cara y confesarle que le soy infiel con una chica de diecisiete años.
Para completar mi dolor de cabeza, Lauren a estado muy coqueta en todo el viaje. Su uniforme le queda espectacular y todas en este lugar lo sabemos. Me ha estado provocando y no se a que límite puedo llegar, estoy furiosa por el hecho de que este frente a mi y me ignore. Es como si yo no existiese para ella.
Patética, así me siento. Estoy así de mal por una niña. Pero demonios, ¿como no estarlo por ella?. Solo cabe decir que tengo que hablar con ella lo más rápido posible, porque estoy perdiendo la cabeza en cada minuto.
***
— Camila, este es el archivo de la señorita Jauregui.– Dijo Patrick mientras me tendía una carpeta color blanca con la foto de Lauren en la portada.
— Gracias Patrick, déjala en mi oficina. La leeré después.– Agradecí para después devolverle la carpeta. Asintió y se fue.
Iba a dirigirme de nuevo al entrenamiento pero una mujer me lo impidió. La chica era hermosa sin duda alguna, ella me sonrió y estiró su mano en mi dirección.
— Buenos días, señora Bolton. Soy Veronica Iglesias, diseñadora de la línea de ropa de Calvin Klein.– Bien, empezamos por el pie izquierdo. Me llamó señora y con el apellido de John. ¿Qué más puede pasarme?.
— Buenos días, aún soy un poco joven para que me llames señora. Y soy Camila Cabello, no Bolton.– Traté de que mi voz saliese amable pero por el cambio de expresión en su rostro, diría que fue más en tono fastidioso. Al final, si estreche mi mano con la de ella.
— Dígame, ¿Qué deseas?.– Pregunté rápidamente.
— Vengo a hablar con Lauren Jauregui, sobre una campaña que hará la empresa. Y hemos quedamos maravillados con la jugadora.– Dijo feliz, cabe destacar que se ha mordido el labio cuando dijo el nombre de mi chica. Eso sí que no.
— Veras, ¿Iglesias, no?. Ahora mismo, no creo que la señorita Jauregui esté interesada en ninguna campaña, pues está al cien por ciento comprometida con el equipo. Y esto que ofreces sería una distracción para sus obligaciones.– Expliqué neutra, si bien estoy viendo por encima del hombro de esta chica. Lauren tiene su vista fija en su trasero. Mi sangre hirvió como si se tratase de agua.
— Bueno, entiendo su posición. Pero la que debe decidir sobre esto debe ser Lauren.– Dijo arrogante. Me enfureció más el hecho de que se sienta superior a mi. Pero es cierto, yo no soy su representante.
— Bien, hablaré con la señorita Jauregui. ¿Me deja su número telefónico para localizarla después?.– De nuevo, trate de sonar amable pero me era imposible con esta odiosa chica.
— No se preocupe, esperaré por Lauren.– Dijo con una gran sonrisa, no sabía cómo tomar esa confirmación. ¿Esperar por Lauren? ¿En qué sentido?. Sentí un vacío en mi pecho, al darme cuenta que está chica está interesada en Lauren no solo por trabajo.
Sin responderle nada más, llamé a Patrick con un gesto. Éste corrió hacia mi, y le di la orden de que llevase a Veronica a la recepción de los camerinos. Sin más que agregar se llevó a la chica fuera de mi vista.
Volví al campo, y toqué mi silbato.
— ¡Jauregui, a mi oficina!.– Grité, todas las chicas quedaron paralizadas. Incluso Lauren, cuando quería ser intimidante lo lograba. Ella sin más que esperar camino a paso rápido en dirección a mi oficina.
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Entrenadora Cabello
RandomLauren Jauregui, la caliente jugadora de Miami FC. Esta irreversiblemente encantada por los ojos chocolate de su entrenadora Camila Cabello.