Lenna.
La soledad si es bastante dura, más cuando tienes la certeza de que hay alguien esperando por ti, tal vez preocupado, buscándote hasta por debajo de las piedras, en mi caso, esa persona desesperada era mi hermano; Aaron.
Todos los días he pensado en él.
Vuelvo a mi realidad una vez que escucho las manecillas del reloj: 8:40 am. Han demorado 10 minutos en ingresar a mi habitación para dejar el desayuno servido, oigo el cerrojo moverse y se que alguien se aproxima.
Mi cuerpo se pone en alerta una vez que veo quien ingresa, ya que Tristán me pone los nervios de punta.
-Hola belleza.- susurra y me da una sonrisa a labios cerrados.
Si bien Tristán es un maldito, también es buena persona dentro de lo que cabe, ya que en mi estancia aquí no hubo ni un solo golpe mas a mi persona, cosa que agradezco.
-El menú de hoy tiene una excelente ensalada Tailandesa, te encantara.- Tristán deja la colorida ensalada en el tocador para tomar asiento en el extremo izquierdo de la cama.
- No creo que solo una ensalada sea el motivo de tu visita.- comenté serena.
-Lamentablemente tienes razón Marie. No tengo buenas noticias, al menos para ti.- La tonalidad de sus ojos azules destellaba, como si el sintiese tristeza.
-¿ha pasado algo malo con mi familia Tristán?- Me inquiete.
-No, nada de eso, es sobre los Mikaelson... - mi curiosidad aumentó, pero me confundieron los comentarios de Tristán.
-¿Qué ha pasado con ellos?- pregunté a la vez que acomode la cobija al otro lado de la cama.
-Ellos estuvieron aquí- no dejo de mirarme a los ojos.
Tal como si se tratase de mariposas en mi estomago, la esperanza de que estuvieran luchando por mi libertad me ilusiono, ya que desde el primer instante espere que vinieran, no sabía por qué habían tardado tanto.
-Saben que estas aquí Marie...- Mis obscuros ojos se agrandaron por la felicidad, inevitablemente sonreí, quise levantarme de la cama por el sentimiento, pero Tristán me tomo de la mano. - Y quieren que aquí permanezcas-
Pareciera que me hubiesen tirado un balde de agua fria por que me paralice en seguida.
-¿Qué? ¿Esto...? ¿Es enserio?- No podía controlar la tristeza en mi voz, ellos, tenían mi confianza, mi amor, y me dejaron aquí como si no fuera nadie.
¿Kol? ¿Elijah?
Era nadie para quienes habían sido mi todo.
-¿Qué te dijeron Tristán? ¿Por qué debería confiar en lo que me dices? - mi corazón estaba estallando.
-Yo solo te lo estoy contando, si quieres creer en mi o no, será decisión tuya, pero estoy siendo completamente honesto, por que te lo mereces.- el se estaba levantando para retirarse, se acerco hasta tomar la cerradura de la puerta y se giro para volver a hablarme.
-Los Mikaelson siempre se han comportado así Marie, por que cuando algo se les va de las manos, cuando pierden el control, comienzan a temerle.- sin agregar algo mas se retiro.
Las palabras de Tristán rondaban en mi cabeza, los Mikaelson no tenían ningún motivo para temerme, desde que los conocí había sido leal, aun me constaba creer que Elijah y Kol realmente pensaran eso sobre mi y que me dejaran en manos de alguien que consideraban tan peligroso como Tristán de Martell, pero también estaban los hechos, Klaus era un rey, de esos que consiguen todo lo que se proponen, con miles de seguidores que le informan todo lo que sucede en las calles del reino, y Elijah su mano derecha, su estratega, que agota todas las posibilidades para mantener a salvo a la familia real y aun así, no me habían sacado de aquí.

ESTÁS LEYENDO
Runnin [Kol Mikaelson]
ФанфикCada linaje de esta familia caera por un amigo, un enemigo y un familiar.