Capitulo 1

1.2K 40 2
                                    

Desperté agitada a mitad de la noche, la garganta me quemaba y mi nariz dolía al respirar, posiblemente tendría un fuerte resfriado.

El reloj marcaba las 2 am, necesitaba agua así que decidí bajar a la cocina, pise las escaleras con cuidado para no resbalar, abrí la puerta del refrigerador y tome la botella de agua para poder tomarla, antes de terminar escuche un fuerte golpe que provenía de mi habitación, tome uno de los cuchillos de la cocina para después dirigirme a ella, al pisar el ultimo escalón, encendí la luz del pasillo para después entrar a la habitación.

- ¿Qué carajo? - susurre entrecerrando mis parpados - ¿Kol?

-Hola Darling. - Saludo sentándose en una esquena de mi cama. -No era mi intención asustarte.

- ¿No era tu intención, Kol? Son las dos de la mañana, vivo sola y entras por la ventana de mi habitación ¿Creías que no iba a asustarme? - tenía la mirada fija en Kol, él sonreía ampliamente, restándole importancia al asunto. - ¿Qué estás haciendo aquí Kol? - Solté.

-Debo admitir que no era exactamente el recibimiento que esperaba Olivia. -se puso de pie aun con su sonrisa plasmada.

- ¿Qué esperabas? Tu desapareciste, no hubo despedida, alguna llamada, ni siquiera un mensaje.

-Acerca de eso lo lamento fue una emergencia familiar, no creí tardar tanto-se posiciono delante de mi coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Kol me tomo del mentón y lo levanto para encontrar mis ojos y mirarlos fijamente, quise descifrar su mirada, pero el siempre era algo inexpresivo. -No tienes idea de lo mucho que te extrañe Liv.- dicho esto me dio un abrazo.

Las demostraciones de afecto no eran el fuerte del menor de los Mikaelson, normalmente cuando el me daba un abrazo era por que yo se lo pedía, y el me estaba dando uno en este instante, sin que yo lo necesitara, así que lo valore mas que nada, no solo por el hecho de que yo también lo había extrañado, sino porque sé cuánto debió haberle costado el poder dar uno a alguien que no fuera de su familia.

-Me extrañaste por que quisiste, no estamos en la era de hielo Kol, existe la tecnología. - me separe de él.

Kol soltó un largo suspiro -Vine aquí para verte, no para soportar tu actitud de mierda ¿Por qué estas tan molesta? - dio un paso hacia atrás

Y todavía lo pregunta.

Pensé cuales serian las mejores palabras para hacerle saber que aun estaba fresca la herida de su abandono, porque sí, se fue en un momento decisivo de mi vida, pero sabía que eso sería una discusión interminable, así que decidí relajarme un poco y escucharlo.

-Bien ¿Cómo has estado Kol? - pregunté mientras tomaba asiento en una de las orillas de mi cama.

Kol dudo un poco, pero al final imito mi acción sentándose a mi lado y hablo. -Veras, tu sabes cuanto odio pasar tiempo con mi familia, pero en este viaje las cosas dieron giros inesperados- giro su cara en mi dirección.

- ¿Sí? ¿cómo cuáles? - Alenté para que continuara.

-Descubrimos que Klaus es padre de una preciosa niña, Rebekah se encontró con su primer amor, ah, Elijah se enamoro de una mujer lobo, que además es la madre de la hija de Klaus- Kol lo hizo sonar lo más normal del mundo.

-Alto ahí, que carajo con el drama familiar de los Mikaelson. - Susurre incrédula. - ¿Qué hay de ti?

-Conocí a una chica maravillosa, su nombre es Davina, además a salvado mi trasero en varias ocasiones- él suspiro -Creo que estoy enamorado de ella.

Sus ultimas palabras causaron estragos en mi estómago, todo este tiempo creí que Kol era cosa del pasado, pero me di cuenta de que todo sentimiento que tuve por él en el pasado aun no desaparecían del todo.

- ¿Liv? ¿Estas ahí? - Kol pasaba su mano de arriba abajo frente a mi cara.

- ¿Tu? ¿Enamorado?- puse mi mejor cara de incredulidad, fingida claramente.

-La vida da muchas vueltas Darling.- Kol se encogió de hombros.

-Kol, jamás es mi intención correrte, pero tengo demasiado sueño y clases a la 7 am.- sonreí

-Esta bien, debo dejarte descansar, pero, pasaré a buscarte por la tarde, la familia está ansiosa por verte.- se levantó del colchón y se dirigió a la ventana.

-¿Podrías salir como una persona normal? Anda a la puerta Kol.

-¿Qué pensaría tu hermano si me ve saliendo de aquí a estás horas cariño?-

Touche.

Kol salió sin decir algo más, mi mente estaba algo atareada, todo esto parecía tan irreal que estaba a punto de pellizcarme.

Me metí debajo de las cobijas, me sentía diferente, el regreso de Kol me había traído tantos recuerdos que me daban felicidad y vergüenza a la vez.

Poco a poco mis párpados se cerraban hasta que pude conciliar el sueño.

Runnin [Kol Mikaelson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora