𝗪𝗵𝗼 𝗮𝗿𝗲 𝘆𝗼𝘂?~ 《𝕐𝕠𝕠𝕟𝕄𝕚𝕟》

Capítulo II🍃

➳𝘗𝘴𝘪𝘲𝘶𝘦!𝘑𝘪𝘮𝘪𝘯
➳ 𝘌𝘳𝘰𝘴!𝘠𝘰𝘰𝘯𝘨𝘪
➳ 𝘏𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘗𝘴𝘪𝘲𝘶𝘦!𝘝𝘒𝘰𝘰𝘬
➳ 𝘈𝘧𝘳𝘰𝘥𝘪𝘵𝘢!𝘑𝘪𝘯
➳ 𝘏𝘢𝘥𝘦𝘴!𝘕𝘢𝘮𝘫𝘰𝘰𝘯
➳ 𝘡𝘦𝘶𝘴!𝘏𝘰𝘴𝘦𝘰𝘬

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Yoongi descendió del cielo con su flecha, dispuesto a seguir las órdenes de Jin. Sin embargo, cuando Yoongi, escondido entre las dunas de la playa, vió al joven, quedó completamente fascinado ante la belleza de aquel mortal, fue cautivado por su agraciado andar, fue deslumbrado por su radiante sonrisa, fue extasiado por su perfecto cuerpo, quedó prendado por su gran corazón, fue embelesado por sus delicados gestos y fue enamorado por su encantadora y sincera risa.
Yoongi no pudo lanzar aquella flecha, no quería que otro tuviese su corazón, Yoongi deseaba protegerlo de todo mal y que ese joven sintiera lo mismo que sentía él en ese momento. Yoongi siempre era el que lanzaba las flechas, él era el que hacía que esos sentimientos nacieran, pero nunca había experimentado algo tan profundo en él mismo y mucho menos hacía un ser mortal; aquello le saldría caro, pero por amor, merece apostarlo todo. Sin pararse a pensar en las consecuencias, se acercó al joven al que llamaban Jimin mientras este contemplaba el tranquilo vaivén de las olas y se lo llevó a su palacio, tirando la funesta flecha al mar, flecha que nunca llegó a lanzar.

Yoongi lo mantuvo cautivo en su harmonioso palacio de indescriptibles lujos y belleza; el noble corazón de Jimin no se dejó llevar por los lujos de este, de hecho, no prestó ni la más mínima atención a todos los lujos materiales, el joven se quedó embobado mirando los hermosos jardines mientras escuchaba el dulce canto de los pájaros  y mientras las delicadas mariposas lo acariciaban con sus alas hasta hacerlo reír de cosquillas.

Jimin no comprendía cómo había llegado ahí, ni el verdadero significado de su llegada a aquel bello palacio encima de aquella colina. Lo único que sabía era que había sido raptado en contra de su voluntad, pero que a su vez, el Oráculo había acertado con la predicción, según este, un monstruo inhumano se lo llevaría de su hogar y lo alejaría de sus hermanos para dejarlo en una colina con un monstruo por esposo. La mera idea de imaginarse aquello hacía que Jimin se estremeciera pero paso a paso, parecía que la profecía se cumplía.

Ese mismo atardecer, Jimin sintió una presencia a su lado y supo que era el esposo del que le había mencionado Oráculo; él no lo vio pero no le pareció tan monstruoso como temía. Su voz era suave y amable y le hacía sentirse muy bien a su lado pero jamás dejó ver su rostro y le advirtió que si le veía o indagaba sobre su identidad, le perdería para siempre.