El último rey goblin

La reina cautiva

- ¿Puedo saber qué les ha traído a ver a nuestra adorada reina?

- Es bien sabido que muchos elfos son habilidosos con la magia, nos gustaría valernos de nuestra amistad con la reina para poder reclutar a un nuevo compañero para nuestro grupo.
Respondió Kerom.

- ¿Y no pudieron encontrar a nadie válido fuera del castillo?

- No, todos eran impostores con el pelo largo.
Respondió Dolg rápidamente.

- Ya veo, una lástima, pero seguro que su majestad puede ayudarlos.

Una vez llegaron a la puerta de la sala del trono, el elfo se detuvo y los invitó a sentarse.

- La reina debería volver en breve, esperad aquí por favor, voy a llamarla.

Tras unos minutos, la puerta se abrió y el elfo que los había guiado estaba al lado del trono. En el trono estaba sentada una hermosa elfa con el pelo rubio y largo. En su mano derecha llevaba un bastón ornamentado con pequeñas piedras preciosas con un cristal flotante de color verde en la punta.

- Adelante, pasad por favor.

Kerom hizo que los guardias hicieran una reverencia, se retiraran y cerraran la puerta. Dolg, Lecand y Kerom avanzaron hasta estar a unos metros de la reina y le hicieron una reverencia.

- Mi mayordomo me ha dicho que venís a reclutar a alguien y que para ello os gustaría mi consejo.

- Es muy hermosa, pero le falta algo.
Le susurró Dolg a Kerom.

- Efectivamente, no tiene tet--

Lecand interrumpió su conversación respondiendo a la reina.
- Sí, su majestad, ellos son Kerom y Dolg y mi nombre es Lecand, estamos buscando a alguien fuerte que se una a nuestro grupo, a ser posible alguien con habilidades mágicas.

- Ya veo. Sois un grupo extraño pero supongo que podría encontrar a alguien de mi guardia que quiera conocer mundo con sujetos como vosotros.

- Muchas gracias señorita.
Le dijo Kerom a la reina.

La reina ordenó que entraran diez guardias a la sala.

- Podéis preguntarles lo que queráis, todos ellos tienen habilidades mágicas.

- Preferiríamos un mago, señorita.
Dijo Kerom levantando un dedo.

Todos los guardias que no eran magos salieron.

- A ser posible una chica, ya sabe, para equilibrar bien el grupo.
Dijo Dolg, mientras, Kerom lo miró y le levantó el pulgar.

Solo quedaron dos elfas.

- Antes de seguir con esto, ¿cuales son vuestras intenciones?

- Explorar, cumplir misiones y ganar dinero.
Respondió Kerom a la reina.

- Vuestras verdaderas intenciones.
La reina levantó una mano y las dos magas crearon un par de esposas mágicas que inmovilizaron a los tres aventureros.

- La hemos hecho buena, nos han descubierto.

- No creo Dolg, creo que podemos salir de esta.

- Habla, kobold.
La reina instó a Lecand a contarlo todo.

- El goblin es el último que quedó tras el ataque a Shadora, además es de sangre real y busca venganza; el antiguo tiene delirios de grandeza y pretende conquistar el mundo; yo soy el kobold que atacó Sharis y Jotum, uno de los pocos supervivientes al ataque a Ratamorium. Busco un preciado tesoro capaz de cumplir mi más profundo deseo. Juntos buscamos una nueva integrante para nuestro grupo, que pueda solventar nuestras carencias y ayudarnos a conseguir nuestro propósito.