VIII- Vana Traición ¦ (Parte 1)

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—Llegaré por la mañana.

Seongwu estaba listo para marcharse, eran las diecinueve horas con cuarenta y cinco, y él, que ahora tenía el turno nocturno en ése restaurante de lujo, partía a trabajar.

Jihoon había tomado un baño, tenía el pijama puesto y leyendo esa revista de modas en la barra, con un chocolate caliente, deseaba buena jornada a su amigo.

Todavía quedaba esa tensión entre ellos desde que Seongwu había descubierto todo lo que Jihoon tramaba, y Jihoon había tratado de explicar todo, por difícil de entender que fuera.

(El día anterior)

—¡Park Jihoon!

—¡Seongwu!...

Luego de que su amigo lo recibiera con tremendo grito, las lágrimas no tardaron en inundar sus cuencas. La culpa había llegado, y le había dado una buena bofetada con su llegada.

—¡Silencio!, — Su amigo daba vueltas, caminando de un lado a otro mirándole no muy amistoso. — al principio creí que eran míos, pero revisé el lugar donde los tengo... Además, ¡¿Quién más escondería unos supresores dentro del armario de la cocina?!

Su mirada acusadora le estaba matando. Jihoon titubeó sin saber realmente qué decir, dejándose llevar por las lágrimas por completo.

Su plan estaba arruinando, había desepcionado a su amigo, le había mentido a la cara y ocultado cosas, sólo podía llorar.

¡Tú no lo entiendes!

No pretendía contarle a Seongwu lo que había hecho, él no lo entendería, él no estaba enamorado de ningún alfa, ¿Él siquiera había estado enamorado alguna vez?, por supuesto que no entendería que para Jihoon, Woojin era como su media naranja, él seguro pensaría que sólo era un capricho de omega mimado. Jihoon sólo quería hacerlo una vez más, era lo único que deseaba antes de decirle adiós para siempre al que pudo haber sido el amor de su vida.

Sólo un día había pasado desde aquello, Seongwu todavía parecía molesto, sin embargo las aguas se habían calmado casi por completo.

El tramposo omega aún miraba esa revista preguntándose qué era lo que comían todos esos esqueléticos modelos, jamás se había sentido inseguro sobre su cuerpo, hasta esa noche cuando comparó sus carnosos muslos con los de esa modelo vestida de rojo. Sabía que esos estereotipos podían acercarse más a la ficción que a lo que un cuerpo real era, pero recordar la delgada figura de Daehwi tampoco ayudaba en mucho.

Era decir, Lee tenía una perfecta y fina contextura, y también era el omega de Woojin, pensarlo era un poco desanimoso, si se era sincero a sí mismo.

Suspiró cerrando la revista y la arrojó hasta el canasto donde había otras, terminó su chocolate y pensó en disponerse a dormir, pero su teléfono timbró deteniéndolo, contestó sin dudarlo, pensando en que seguramente a su amigo se le habría olvidado algo en casa.

—¿Aló?.

—Jihoon... ¿Es un mal momento? —Una vez más se equivocaba.

—¿W-Woojin?... ¡No!, no es mal momento... ¿Sucede algo?...

No esperaba recibir una llamada del alfa, era su culpa por no molestarse en revisar el número antes de atender.

—Sucede que acabo de salir del trabajo, y me preguntaba si quisieras salir a tomar algo.

Aunque Jihoon no lo notaba, porque realmente estaba más interesado en poner atención al hecho de que Woojin quería verle, el alfa había sonado un poco menos seguro en sus palabras que de costumbre, como temiéndole al que pudiera ser un rechazo.

¡Alquiler Averiado! ¦ 2Park/Chamwink Donde viven las historias. Descúbrelo ahora