I need you now. I neeed your touch and your lips

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Louis había invitado a Harry hoy a tomar el almuerzo después de que saliera de la escuela y ya que el mayor estaba trabajando se verían en un restaurante.

El rizado aún estaba en su última clase y se le estaba haciendo más larga que de costumbre, aunque no estaba prestando atención a otra cosa que no fuera su cuaderno y los muchos "Harry Tomlinson" que había con distinta letra en la hoja de atrás.

Escuchaba vagamente como la señorita Parks trataba de explicar a sus alumnos la revolución francesa, ella era una de esas maestras que estaban de acuerdo con sus alumnos en una sola cosa: el timbre de salida es lo mejor que hay en la institución.

Finalmente, la campana se hizo escuchar y Niall tuvo que gritar a su amigo ya que éste no hizo caso. Cuando el pequeño volteo a verlo, el rubio lo interceptó y logró quitarle la hoja a la que le prestaba tanta atención, después de leer lo que se encontraba ahí soltó una sonora carcajada haciendo que los pocos que quedaban en el aula colocaran su atención en ellos.

-¿Harry Tomlinson? ¿Ya eres un Tomlinson? ¿Cuando te lo propuso?- preguntó con rastros de carcajada.

-¡Dame eso! No te diré nada hasta que me lo devuelvas- Harry parecía un niño haciendo berrinche.

-Bien, bien- le estiro la hoja y el rizado atino a arrebatársela.

-¡Oye tranquilo! ¿qué te traes entre manos Hazz?-

-Nada...fue él quien me invito a comer- contestó, sonriendo a sus zapatos.

-Entonces...¿ya tuviste sexo con él, verdad?-

-¡Niall!- el mencionado soltó de nuevo una carcajada.

-No es gracioso. Si no estas dispuesto a hablar civilizadamente, me voy- no le gustaba que se burlaran de él porque no le gustaba sonrojarse, como ahora.

-Que le vaya bien Harry Tomlinson- hizo un reverencia y se alejó. Harry decidió que no lo invitaría a su boda.

***

Sentado en una de las mesas para dos de "Pizzai'Ola" se estaba comenzando a desesperar.

Jugaba con sus dedos, deshacía servilletas, acomodaba los saleros. Recordaba como su abuelo le dijo que las chicas siempre tardaban, y es que les gustaba hacerse esperar. Y Harry era parecido a una chica. Llevaba esperando 20 minutos cuando lo vio entrar; jeans ajustados, camisa a cuadros, rizos alborotados y botines negros, pareciera que iluminó el lugar cuando entro por la puerta.

Una señorita que no pasaba los veinte lo guió hacia él y cuando ésta se alejó, rápidamente fue a saludarle.

-Ya me estaba haciendo viejo- dijo tomándole las manos, haciendo que Harry se sintiera un poco culpable.

-Lo siento, lo siento. Mi mamá estaba en casa y por poco no me deja venir- mintió, sabiendo que la razón verdadera fue que no encontraba el atuendo adecuado.

-No te preocupes, cariño- sonrío con ternura y le beso la frente, para después dejarlo sentado en su lugar e imitarlo.

Pidieron una pizza de tocino, la cual eligió Louis ya que Harry estaba más preocupado en cómo haría para no verse ridículo comiendo un pedazo gigante de ésta. Cuando su orden llegó junto a sus limonadas, se dispusieron a comer.

La comida transcurrió con una cálida platica y risas coquetas por parte de los dos. Al terminar -Harry tres pedazos y Louis seis-el castaño se encontraba lleno de salsa de tomate alrededor de los labios.

-Lou, tienes, algo- hablo entrecortadamente señalando alrededor de sus propios labios.

-¿Uh?- Louis estaba sopesando si comerse o no otra rebanada de pizza.

This love is one of a kind » stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora