Su accidente trajo consigo varios problemas, ella quiso querer a un chico que sabía que lo único que buscaba era sexo.
Él era diferente con ella pero el mismo con todas, poco a poco su mentalidad fue cambiando pero un mujeriego siempre será un muje...
Chan golpeó nuevamente la puerta de la castaña, llevaba una bandeja con un poco de comida para que ella pudiera alimentarse con algo, no había querido comer desde hace tres días.
Volvieron a intentar más tarde pero al no obtener resultados volvieron dónde Chan, lo único que me tocaba hacer era abrir la puerta con una de las llaves de las habitaciones, al tener éxito Chan dejo a los chicos afuera, ingreso al interior de la habitación y se sentó en la orilla de la cama.
— Gi, debes comer algo, no puedes estar días sin comer, no ayudará a que te recuperes.
La chica solo guardó silencio y se removió en las mantas de su cama, salió de su escondite y dejo que la mirará.
Se le partió el corazón al verla en ese estado, suspiro suavemente tomando su pequeño cuerpo y reconfortarla en un abrazo lo cual hizo que la menor rompiera en llanto.
Acarició suavemente su cabello dándole a entender que estaba para ella y que todo pasaría.
Los abrazos de Bang Chan era realmente reconfortantes, a tal punto de sentir bien con solo un abrazo de su parte.
— Mi pequeña mapache, los chicos y yo te vamos a ayudar para puedas superar esta horrible esperiencia ¿Si?
Beso su frente, la cargo para sacarla de la habitación dirigiéndose hasta el comedor donde la sentó en una de las sillas. Los chicos la miraban de lejos, les dolía verla en ese estado pero a la vez daba ternura porque se veía con sus labios abultados y sus ojitos hinchados.
Chan sirvió la comida frente a ella, está lo mire y soltó un suspiro rendido para empezar a comer el platillo que había preparado.
Con algo de esfuerzo termino el plato y miro al mayor con una leve sonrisa, se retiró de la mesa volviendo a la habitación.
— Chan Hyung, ¿Le dijo algo? — el mayor negó con la cabeza y miro al menor de todos.
— Al menos comió, algo es algo, poco a poco va a superar esto, debe ir con un Psicólogo para que le ayude.
Todos asintieron y su vista se poso en el cuerpo del tercer mayor, entro a la habitación de su novia y cerro la puerta suavemente para poder hablar con ella.
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Minho se acomodo a lado de su novia, tomo su mano y le dió una leve sonrisa, le dolía moverse o mostrar expresiones a través de su rostro, los moretones aún no habían cicatrizado por completo.
La chica lo miro con algunas lágrimas que amenazaban con salir, con cuidado tocó suavemente el rostro de su novio haciendo que esté al instante soltará un quejido de dolor.
— Te golpearon por mi culpa — susurró la menor dejando caer algunas lágrimas.
El más alto negó con una leve sonrisa, besó su frente y tomo su cabeza para que reposará sobre su pecho.
— No pude defenderte de esos imbéciles, Gi.
— Ya pasó, solo necesito que mi novio me abrace..
Con una sonrisa débil trato de abrazarla pero su cuerpo rechazaba el contacto físico con la contraria.
No iba a mentir, se sentía culpable y eso creaba inseguridades dentro de si, así se quedaron unos horas hasta sentir la respiración de su novia indicando que está se había dormido, con cuidado se levantó y salió de la habitación.
Miro al mayor de todos en el sofá y se acercó a él.
— Chan, me siento muy culpable por no haberla defendido.
Bajo la mirada y el antes nombrado lo reconfortó.
— No es tu culpa..
— Ella no merece a alguien como yo.
— No digas tonterías.
— Chan, no puedo seguir a su lado, tengo miedo.
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