Capítulo: 12 Comienzo De Infierno.

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          Comienzo De Infierno

Ya no hay vuelta atrás, ojalá el año se acabe igual que como llegó... Rápido.

Mi padre me había dicho que sólo pasaré este año acá y luego puedo quitarme y girar mi persona hacia otro lado.

Puedo soportar un año completo —pensó con la ilusión en sus ojos.

¿Qué es lo peor que podría pasarme, que ya no haya sucedido?

>> Ya lo verás cariño, ya lo sabrás.
—Rueda los ojos restándole importancia.

Sé que aquí habitan muchas escorias andantes, pero, si provocan a mí bestia no pueden culparme. Volví a encerrarla porque no quiero lastimar a nadie, pero ya sabemos qué tan irritante puede llegar a hacer un "ser humano" y bla blaaa bla.

Ya sabía llegar al aula, ¿quién se perdería si es todo derecho, ah?

No tenía celular, tampoco redes sociales, quiero saber; ¿cómo sobreviviré acá? En realidad lo que menos me importan son las redes. Pero quiero escuchar music.

¡Ash qué frustrante!

Mis nervios aumentan más de lo habitual con cada pisada que doy, escucho y siento mí corazón como sí este corriera una maratón. Varios estudiantes me pasan por el lado, intuyo que van a un curso más elevado porque suben a la segunda planta, mientras yo me debato si quedarme a contemplar la escalera por donde se fueron o ya dar la última pisada y dejar que la puerta de mí infierno/aula me devore. Por inercia robótica entro.

— Buenos días —me limito a decir por educación qué por decirlo.
— Buenos días —responden algunos al unísono.

Por lo que veo todos aquí parecen conocerse y yo soy la manzana de la discordia o la intrusa.

>>Ambas —me reclama mí subconsciente.

Todos me escudriñan de arriba a bajo. Escucho a un chico decirle a un grupito un: “miren, miren a la nueva” —acto seguido ellos ríen.

>>¡Mierda! Por eso no quería venir al liceo sin a ver arreglado mí cabello en el salón de belleza. Tengo un tonto moño más horrendo que patito con bracket.

¡¡¡Malditos!!!

Ya los odio.

Me senté en la cuarta silla de la tercer fila.

Dos chicas a mí derecha me hablaron con demasiado afecto para mí gusto.
Aún nadie me agrada. No me fío ni de mí misma.

— Hola —me saluda un chico poco atractivo igual le respondo el saludo.
Su piel meda asquito.

¡Mierda! ¿en qué puto momento se sentó alguien detrás mío? Sí porque allí se encontraba ese chico rarito que me hablo. O sea para, soy rara pero este chico es del raro que debes desconfiar.

El chico bonito de la clase se había sentado a mí izquierda.

¿Qué pretende? A leguas se le nota lo putón e idiota que es. Sé que traman algo. No es paranoia, puedo sentirlo en su vibra lujuriosa y dañina que posee. Su físico es hermoso, tiene un piercing en su lengua y otro en su ceja derecha, seguro tiene tatuajes. La/él profesor no había llegado. El aula tiene dos puertas en una misma pared. ¡Qué loco! ¿No? Whatever.

— Chico lindooo te buscan — veo que el putón bonito el cual le llaman “chico lindo” es el que se para.
Va hacia la otra puerta y literalmente él y la chica que debe ser novia o una más de su clan, se devoran. ¡¡¡Joder!!! ¿cómo no se lastima el piercing?

Aunque Mis Demonios Nos Separen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora