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-Así que, ¿qué has echo desde el intercambio?- un chico pelinegro se encontraba sentado junto a un castaño en una solitaria cafetería.

-Bueno, me he convertido en actor y en mis tiempos libres, suelo modelar- un castaño respondió sonriente. Resultaba que aquel desconocido al que le había reclamado o llamado la atención por sus acciones dentro del lugar, era en realidad alguien que conocía de su etapa de estudiante. Un simpático tailandés que iba de intercambio a aprender coreano, un tierno chico que fue su roomie, mejor amigo y confidente por 6 meses-. ¿Y tú?

-Me convertí en maestro de inglés- respondió secamente viendo a la nada, no podía creer que se había quedado ahí platicando con aquel coreano-. No me mal entiendas, siempre adore los idiomas y brindar enseñanzas es algo glorioso.

-Te siguen brillando los ojos cada vez que hablas sobre lo que te gusta...- Suk había reposado su mandíbula en su mano la cual estaba recargada en la mesa, Saint realmente se había vuelto más guapo, aquel chico de cabello casi rapado y con frenos, se había convertido en todo eso: un hombre guapo con una cabellera hermosa -y suave a la vista-, los frenos habían desaparecido para dejar unos dientes impecablemente blancos que adornaban una sonrisa hermosa. Y qué decir de su complexión, pasó de ser escuálida a atlética. Si que habían pasado años-. E-este... Y-yo...

-Tierno- el pelinegro sonrío. ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Acaso el café tenía alguna clase de embrujo? ¿Qué era lo que estaba sintiendo? No. No podía. No debía. Él ya tenía a alguien. Y lo amaba mucho-. Oye, yo... Creo que van a cerrar ya. Deberíamos irnos- habló mientras veía la hora en su móvil. 21:30.

-¡Claro~!- ambos chicos se levantaron, pagaron cada quien sus alimentos consumidos y salieron a presenciar la inmensidad de estrellas que había en el cielo nocturno.

-Wow, que hermoso...- susurró Saint con su cabeza elevada al cielo. Suk volteó a ver al chico a su lado e inconscientemente se hipnotizó por lo que presenciaba. ¿Realmente ese chico era su amigo?

-Pero no más que tú...- el castaño tomó la mano del pelinegro y la entrelazó. Saint, sorprendido, guió sus ojos hacia el coreano, este lo veía sonriente. Rápidamente, el chico se sonrojó y separó su mano-. E-este... ¿Quieres ir conmigo a una reunión? No quiero ir solo.

-Yo... Está bien- y se olvidó de todo. Nadie existía además de aquel chico coreano. Todo volvió como cuando tenía 16 años. Era un sueño. Parecía un sueño. Pero era la realidad, el mundo real y no lo iba a echar a perder.

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Al llegar al lugar, se podía ver el bullicio, música a todo volumen, llamativas luces que parpadeaban cada cierto tiempo. Ambos chicos rebasaron la fila de personas que estaba formada a un lado de la puerta con un cadenero hasta al frente.

-Descuida, viene conmigo- exclamó Suk en el momento que el temible cadenero tomó el brazo de Saint. Al parecer el coreano tenía influencias en el lugar. Cuando por fin entraron, se dirigieron entre la multitud a una mesa justo en el centro del lugar-. Nick puede ser temible, pero es un amor de persona.

-¿Nick?

-El cadenero.

-Ya. Y ¿qué hacemos aquí?- el pelinegro volteaba hacia todos lados, veía como la gente bailaba al son de la música, en algunos lugares estaban grupos de adolescentes bebiendo alcohol de manera desenfrenada y uno que otro drogándose ¿a dónde lo había traído?.

-Te lo dije, es una reunión. Algunos amigos vendrán, o eso espero, y beberemos hasta quedar locos- el castaño levantó la mano y rápidamente un mesero llegó con una charola donde portaba dos vasos con un líquido desconocido, aquella sustancia era brillante y de un color amarillo. Parecía lava de un volcán con hielos y algo de escarcha en el borde del utensilio-. Tómatelo, no está envenenado.

Sin respingar, Saint tomó el vaso con algo de desconfianza y le dio un sorbo. Al instante sintió un suave sabor a lima que después se convirtió en un sabor respectivo del licor de tamarindo con soda. Era rico para el paladar y no embriagaba demasiado pero paulatinamente, el mismo mesero comenzó a llevar y llevar diferentes bebidas con diferentes colores y sabores, el pelinegro no supo en qué momento fue que decidió comenzar a tomar de un jalón cada uno de los vasos que le traían. Llegó un momento en el cual ya se sentía mareado, sumamente relajado, con sueño, con ganas de llorar, con ganas de bailar, un sin fin de sentimientos encontrados gracias al efecto del alcohol.

-Hey, creo que ya bebiste demasiado- y durante todo el transcurso de la noche, por fin Suk decidió parar el compulsivo consumo del chico. Y es que hacía rato que varios chicos que el tailandés no reconocía, habían llegado y esto hizo que el coreano decidiera ignorar a Saint. La respuesta que el castaño obtuvo del pelinegro fue sólo un manotazo acompañado de un gruñido-. ¡Hey!

-Déjame en paz...- susurró Saint mientras se recostaba en la mesa de mármol. Lagrimas traviesas comenzaron a salir de los marrones ojos del chico mientras sentimientos y recuerdos melancólicos inundaban su mente-. ¿¡Por qué no puedes amarme?!

-¿Qué? ¿De qué hablas?

-Yo... ¿Por qué no fui más valiente? Sí lo hubiera echo antes no te hubieras quedado con Joon...- el pelinegro comenzó a divagar mientras lloraba. Los demás chicos que se encontraban ahí no podían escuchar lo que decía pese a la música pero Suk, quien estaba sentado justamente a su lado, podía escuchar perfectamente todo lo que decía-. ¿Por qué soy tan cobarde? Yo... Estaba enamorado de ti...¡Já! Enamorado...

-Oye, oye, tranquilo...- Suk tomó las mejillas de Saint y lo levantó, sus ojos se veían rojos y su rostro estaba levemente mojado por las lágrimas. Se veía tan tierno, a visión del coreano. Y el tiempo se detuvo. De manera rápida, Saint tomó de las mejillas a Lee y junto sus labios. Sin embargo, era un beso triste, no sentía lo mismo, realmente no sentía lo mismo que cuando besaba a Perth.

Perth.

En un instante, soltó velozmente y se levantó. Quería ir a buscar a aquel chico de mejillas regordetas. Debía ir a buscar a aquel chico. Pero en cuanto su vista se levantó hacia arriba pudo divisar un par de ojos acuosos, viéndolo fijamente, era Perth. Justo frente a él.

-Amor...- apenas y logró pronunciar cuando el chico salió huyendo lejos de él.
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Chaaaaaaa! La regaste bien feo Saint. La neta. Haber como lo arreglas ahora :v
Voten y comenten ❤️
P.D. Ya cambie la portada bien zukistrukis

-Jjk_Kyg18.

Sir》SaintPerth AU《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora