Capítulo 24.

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Capital del Oeste.

Veinticuatro años en el futuro.

Tres de octubre.

Las risas se escuchaban a pesar del alto volumen de la música, unas cuantas parejas bailaban en la pista y otros como Son Goku y Vegeta se dedicaban a devorar cuanto plato les colocarán enfrenté, a pesar de los años las ansias de vencerse el uno al otro no se había aplacado ni un poco y eso era lo que los hacia ser ellos mismos.

Un pequeño de no más de tres años se acercó a Goku como pudo, después de todo apenas y tenía tres años.

-Abuelito.- Goku dejo de comer y prestó atención a su nieto más joven, sonrió con orgullo antes de tomarlo en brazos y preguntarle qué era lo que pasaba. El niño era exactamente igual a su abuelo y padre cuando tan solo eran unos niños, además de que para tener solo tres años era un mocoso muy fuerte.- Papá y mamá no me quieren dar un hermano.

Vegeta a su lado escupió toda su comida. Goku río a carcajada limpia: -Diles que deberían darte un hermanó como regalo de cumpleaños.- el niño asintió, se bajó del regazo de su abuelo paterno y fue a dar al de su abuelo materno.

-¿Me apoyas?.- le preguntó haciendo pucheros, Vegeta se llevó una mano su cara y se pregunto desde cuando se había vuelto tan blandengue como para dejar que su princesa se casará con el hijo menor de Kakarotto y se volverían familia.

«Debi matarlo cuando pude.»

-Si mocoso, te apoyo.

Feliz de la vida el pequeño, Goku Son Brief corrió hasta donde estaban sus padres charlado con su tío Trunks y su esposa quien tenía ocho meses de embarazo. Su madre lo recibió gustosa, su padre revolvió sus rebeldes cabellos.

-Quiero un hermanó por mi cumpleaños.- los cuatro adultos se miraron entre sí y sonrieron.

-Hijo, discutiremos esto en cuanto tu fiesta de cumpleaños termine. ¿Te parece?.- pregunto dulcemente su progenitor. El niño hizo un puchero no muy contento con la respuesta de su padre.

-¿Tendre a mi hermanó?.- insistió.

-Hare lo que pueda, pero tu madre tiene la última palabra. - el pequeño asintió, unos minutos después el chiquitin corria había sus abuelas.

-¿De donde saco esa idea?.- pregunto Trunks haciendo que Goten tosiera fingidamente.

-¿Sabes que es lo mejor Goten?.- pregunto con dulzura su esposa. El menor de los Son negó con su cabeza. -Que Goku tendrá lo que quiere por partida doble.

-¿Que?.- preguntaron los tres. Bra sonrió llevándo sus manos a su vientre.

-¿Es... enserio? ¿No es una broma?.- pregunto con ilusión el chico. Ella asintió.

-No puedo creerlo Goten, yo apenas y voy por mi primer hijo.- le dijo con felicidad el Brief. La mujer peli negra a su lado acarició su abultado vientre con una linda sonrisa en su cara.

Una hora más tarde todo el mundo estaba enterado de la buena nueva.

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Presenté.

-¿Y donde estás tú?.- pregunto con recelo Vermoud, Sara rodó los ojos. No le apetecía revivir todo lo que había vivido pero si era la única manera de que la dejaran en paz y así poder cumplir con su misión lo haría. Ya después pensaría como hacer que esos se olvidarán de ella y su pequeña intromisión en su época.

-Que impaciente.- murmuró Sara, sus músculos se tensaron al momento en que sintió el ki de ciertos sayayin bajar de la nada. -Tengo que irme, ya vuelvo.- despareció dejando solamente una pequeña nube de humo.

-Que falta de respeto.- murmuró Champa.

Mientras tanto en el planeta Vegeta Goten y Trunks charlaban con sus padres sobre la nueva decisión que había tomado el príncipe. No les convenía, para nada. Había que encontrar la manera de que el tirano retirará la orden.

-Creo que... debemos hacer algo.- habló Vegeta.- Tal vez si Frezer encontrará algo más en lo que enfocar su atención dejará de lado a ustedes dos.- Goku rasco su cabeza mientras intentaba que su cerebro trabajará en una idea lo suficientemente buena.

-¡Ya se!.- gritó el Son.- Tu y yo somos la solución.- apunto a Vegeta y luego a él.

-No es tan descabellado.

-Pero las cosas podrían salirse de control.- una voz bastante conocida para los cuatro los hizo sobresaltar. Sin esperar a que la cuestionaran por su repentina aparición se apresuró a tocar los hombros de Goku y Vegeta para restaurar la energía que había sentido que perdían, claramente ellos no lo habían notado. -Solo no se metan en muchos problemas, sólo necesito un mes más, y los podre sacar de aquí y cuando eso suceda quiero que Trunks me cuente sobre su pequeño problema de personalidad, tal vez yo pueda ayudarlo.

La cata de Trunks se iluminó de la alegría. Se acercó a Sara con la clara intención de tomar sus manos pero ella dio dos pasos hacia atrás:- Lejos de mi por favor.

Goten fruncio el ceño y observó detenidamente a Sara, la chica tenía algo que le llamaba la atención y por lo visto su padre también lo notaba. La mirada de Sara recayó en Goku y se acercó a él envolviéndolo en un abrazo que dejó a todos descolocados, luego fue el turno de Goten.

-Los extraño.- susurro antes de desaparecer dejando a todos con un signo de interrogación en la cabeza y con más ganas de saber de la misteriosa chica que siempre estába ahí para ellos.

- Creo que es hora de preguntarnos quien es ella en realidad.- dijo Vegeta, los otros tres estuvieron de acuerdo.

-Pero primero arreglaremos este lío. Por que no me apetece estar bajo las órdenes de Freezer y mi mini tío, sin ofender tío.- dijo Goten. Vegeta volteó la cara ofendido y Goku no hizo mas que reír. Aún después de todo había cosas de la cuales reírse si fuera un Vegeta haciéndose el ofendido.

Unos metros más allá el pequeño Vegeta apretaba sus puños con fuerza, odiaba a ese sujetó que se parecía mucho a él y no precisamente por que fuera un poco sentimental, si no por que a lenguas se notaba que si tenía una familia llena de amor y vida, en resumen ese tipo tenía la vida que el nunca tendría.

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La Curiosidad Mato Al GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora