Capítulo 23.

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Los dioses se miraron entre sí buscando respuesta, los habían citado con extrema urgencia y bueno algunos ya se preparaban para ser aniquilados por lo que sea que hayan hecho.

-Uno de ustedes irrumpió en la morada de Sara, la dueña del tiempo. El rey de todo quiere que dicho dios le expliqué que buscaba allí y cuáles eran sus motivos.- sólo uno de los doce dioses no jadearon con sorpresa y se miraron. Había, después de todo rumores de que las defensas de dicho lugar eran impenetrables.

El dios del onceavo universo se colocó en pié ante la atenta y sorprendida mirada de todos, incluida la de su angel.

-Nadie sabe como es que ella obtuvo tales poderes, nadie sabe como llego aquí y cuáles son sus intenciones, lo único que quería era respuestas. Los rumores dicen que está ayudando a ciertos individuos del séptimo universo- la penetrante mirada de Vermoud recayó en Bills quien al instante afiló su mirada.- se ha negado por décadas a ayudar a quienes la han buscado y ahora de la nada ella acepta ayudar a dos seres que no contrataron a sus hijos. ¿Por que ellos?, ¿Por que ahora y no antes?.

-Yo puedo contestar a ello dios del onceavo universo, pero a cambió me devolverás el báculo que me robaste, báculo que no debiste haber tocado.- la repentina aparición de la chica le saco a más de uno un pequeño pero sofocado gritó. La mirada negra de la chica infundía miedo, apesar de ser dioses destructores jamás vieron en ellos una mirada tan fría y penetrante.

-Creo mi querida Sara que deberías tomar asiento y así dar por iniciada la reunión que aquí se llevará a cabo por órdenes del rey de todo.- anuncio Daikashin. La chica voló hasta su lugar justo al lado de Bills y Wiss a quiénes les dedico una cálida sonrisa antes de hablarles.

-Padre, Maestro.- hizo una reverencia en señal de respeto antes tomar su lugar. Champa quien tenía sus orejas atentas a cualquier cosa escuchó aquello y por poco le da un patatús similar al que le dio cuando Bills dijo que su guerrero Son Goku había avanzado el Ultra Instinto.

Observó a Vados en busca de respuestas pero esta solo se encogió de hombros y no abrió la boca.

Segundos después Zeno-Sama hizo acto de presencia e inmediatamente todos se colaron de pie con la cabeza un tanto agachada.

-Tomen asiento.- Daikashin hizo una reverencia antes de volver a tomar la palabra.-Vermoud serías tan amable de decirnos ¿cómo lograste entrar allí?.

-Mantener a dos guerreros poderosos en un estado sólido en una época que no es suya es un trabajo que absorbe mucha energía, así que sólo aproveché que sus poderes estaban débiles para burlar sus defensas, además de que ella despareció justo cuando yo llegué.

-Para empezar no deberías haber estado allí nunca.- atacó Sara. Vermoud observó a la chica por unos largos minutos, era hermosa, como ninguna otra mujer que había visto, poseía poderes que sólo se obtenían atravez de ciertos rituales de ángeles y dioses, moría por saber quién le había otorgado sus habilidades, de donde habían salido el ángel y el dios que se habían sacrificado por ella y lo mas importante ¿Que tenía ella para ser capaz de sobrevivir a tal ritual?.

-Llegaste de la nada, con poderes poco comunes, te negaste por décadas a ayudar a quienes se perdían en el tiempo y ahora los ayudas a ellos. ¿Por que?.- Sara sonrió.

-Por que ganó algo a cambio.- la sinceridad con la respondió calló a Vermoud.

-Sara.- la chica fijo sus ojos negros en el rey de todo.- No voy a colocarme en tu contra, tampoco a tu favor. Pero, Vermoud tiene razón.- el mencionado sonrió con arrogancia.-Cuando llegaste no te hice preguntas, no investigue, a pesar de que era consciente del enorme poder que tenías, por eso, ordene que Wiss te entrenará.

-¿Por que el?. ¿Era el único que podía?.

-Si, tu energía es... muy parecida a la de el y el dio que protege.- Sara torció la boca. El lo sabía, sabía que sus poderes eran causa de ese estúpido ritual. -¿Quieres decirme por qué?.

-Para eso tendría que remontarme a mi infancia y adolescencia.- tomo aire antes de seguir.-Tambien tendría que revelarles mi más grande secreto, aunque aqui hay quien se atrevió a descubrirlo.- sus ojos viajaron brevemente hacia Wiss quien se hizo el loco.

-Te escuchamos.

-Bien. Mi verdadero nombre es Son Sara y vengo del futuro...

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Un desastre así se podía describir lo ocurrido en las salas de entrenamiento, soldados a medio morir, un rey furioso, Goten y Trunks con un ojos morado, un Vegeta que perseguía a Goku por todos lados mientras este último lo amenazaba con cualquier estupidez que se le ocurría.

Por razones totalmente desconocidas para todos el príncipe Vegeta se había encarnizado con Goten, quien fiel a su palabra de no llamar la atención se dedicó a escapar del príncipe empujando hacia el a cualquier desgraciado, el resultado, casi todos medio muertos y un chico más furioso que nunca.

Trunks la había pasado mejor, aunque eso no impidió que saliera son su ojo morado, regalo de Fasha.

-Son fuertes.- unos sujetos que ellos no habían visto se acercaron a ellos. -No había visto mocosos tan fuertes desde el príncipe y eso que ustedes no están a su altura.

-Hacemos lo que podemos.- habló Trunks.- Sólo digamos que no es fácil llegar a ese nivel.

Goten contuvo la risa, despidió de todo hace mucho que ellos habían superado al príncipe. -Exacto.

-¡Hey, tu, el énano con cabello negro!.- el pequeño Vegeta se acercaba a ellos con pasó firme y seguro.

-¿Si?.- respondió el Son colocándose se de pie.

-¡Te quiero en mi escuadrón junto a tu amigo!.

Okay, aquello no estaba en los planes de nadie.

-Y antes de que reclames, es una orden directa de Freezer-Sama.- y como bien dicen, la vida te obofetea cuando menos lo esperas. Goten y Trunks se miraron entre sí antes de asentir y salir volando de allí en busca de sus padres y quizá alguien con el suficiente poder para evitar que aquello sucediera, si es que tal persona existía.

La Curiosidad Mato Al GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora