IV; Charmantel.

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Shawn:

¿Tienes planes para hoy?

Camila:

Depende, ¿piensas llevarme a algún lado?

Shawn:

¿A dónde quiere ir usted, mademoiselle?

Camila:

¿Quieres que yo me responda sola?

Shawn:

Tú estás haciendo lo mismo conmigo, así que

...

¿Ya te enojaste?:(

Grincheux


Camila sonríe.

Ambos chicos habían estado saliendo últimamente. Shawn iba a buscarla al trabajo o algunas veces se encontraban "casualmente" en el camino.

Por alguna extraña razón, el rizado había comenzado a cumplir algunos caprichos de Michael; le compraba helados o algunos juguetes, y a la castaña eso no le gustó mucho. Si su presupuesto se lo permitiera, ella misma cumpliría los caprichos de su hijo y los suyos propios porque es algo que ella quiere hacer, no le gusta que los demás hagan cosas que a ella le corresponden.

Habló con Shawn sobre eso y él le prometió tratar de no hacerlo, aunque eso no impedía que el niño siguiera pidiéndole cosas y bueno, él sabía que no resistiría tanto.

Las cosas se habían tornado un poco distintas y el mundo de Camila había comenzado a girar más rápido. De un momento a otro estaba pasando mucho tiempo con el rizado, saliendo más seguido de su departamento y hablando con distintas personas que tal vez hasta podía volverse una rutina.

Era algo nuevo. Ella solamente solía ser sociable en su trabajo porque era algo necesario; no podía ser grosera o seca con los clientes que llegaran. Eso había sido algo que su madre le había enseñado; siempre se debe tratar a la gente con amabilidad.

Su celular vibra. Segundos después suena la música que tiene como tono de llamada y sonríe al ver el nombre de Shawn en la pantalla.

¿Salut?

­­—Cam —habla animado —, ¿te parece si vamos al restaurante que está cerca de La Cathédrale? Así cuando Mich salga podremos recogerlo.

Si eso hubiese pasado semanas atrás, probablemente a Camila le hubiese sorprendido la seguridad de Shawn para poder preguntarle eso, pero no fue así.

—De verdad me encantaría, Shawn. Pero como sabes es fin de semana y hoy estoy en la universidad, así que...

— ¿Tal vez podría pasar por ti cuando salgas? Bueno... si tú quieres.

— ¿No te importaría? Salgo a las 4:30.

—Entonces estaré ahí antes. Así podré verte más tiempo, supongo. —Camila puede escuchar el sonido de su descarada risa en el fondo y siente su corazón latir con intensidad. Shawn era la persona más descarada que conocía y eso algunas veces la hacía sentir extraña. Es decir, ¿cómo podía darse cuenta de que el chico hablaba enserio? ¿Cómo podía asegurarse de él no trataba de usar juegos bobos? No ha pasado mucho tiempo en realidad, pero está comenzando a sentir... cosas. Ella piensa que enamorarse es una pérdida de tiempo, que es una de las cosas más innecesarias del mundo y después del incidente en su cumpleaños, jamás ha tenido un lazo tan profundo como el que ahora tiene con Shawn. Jamás dio su primer beso y jamás tuvo un crush adolescente. Nunca hizo una pijamada, nunca salió a tomar un café para hablar de temas triviales y nunca salió de shopping con amigas porque después de Louisa, no tuvo más amigas.

Tiene muy en claro que hay personas maravillosas, pero nunca se sabe en quién confiar.

Y sinceramente no tiene idea de cómo fue que Shawn quiso acercarse a ella, porque ella no se siente como una persona a la que puedas ver un día y seguir buscando los días siguientes. No cree ser tan interesante aunque fuese un laberinto con millones de secciones y emociones mezcladas.

Era un laberinto que Shawn está dispuesto a atravesar. Estaba dispuesto a perderse en todo lo que ella era.

— ¿Sigues ahí? —él dice, haciendo que Camila regrese a la realidad.

Oui, sí. Désolé [lo siento] —murmura apenas —Te envío la dirección después, ¿sí?

—Por supuesto, la veré después, señorita Camila.

—Hasta luego, frisé. —Se escucha una risa por parte de Shawn y ella cuelga, porque sabe que si no lo hace entonces él tampoco lo hará.

Hace todo lo posible por prestar atención a su clase de Economía, pero Shawn no es algo que pueda sacar fácilmente de su cabeza.

Puede imaginarlo recargado de su Harley Davidson esperando por ella fuera de la universidad; con su chaqueta de cuero negra mientras aparenta ser el típico chico malo que sale con una bonita y rubia porrista, con la que tiene la historia adolescente más aburrida y cliché. Lo imagina con lindos rizos cayendo sobre su frente mientras el viento los hondea con gracia, con su linda sonrisa iluminando aún más que el sol; haciéndola olvidar que existen más personas a su alrededor, haciéndola sentir dichosa, haciéndola sentir segura y tranquila; con una especie de calidez que no había sentido en mucho tiempo.

☪︎

Shawn jamás pensó ver a un ser más hermoso.

Su sonrisa era brillante, se veía como un dulce mientras salía por el portón; iluminando hasta el salón de ángulo más oscuro con su vestido amarillo y mejillas de mermelada. Con su cabello de chocolate brillando bajo los rayos de sol y ojos que podían ser confundidos con estrellas.

Al verla, la única palabra que cruzaba por la mente de Shawn era encantadora. Camila era la definición de encantadora.

Ella miró hacia los costados y al verlo, fue el retrato vivo de lo que imaginó. Llevaba su chaqueta negra y tenía la sonrisa más voluminosa que alguna vez vio.                                                                                                            Se acercó a pasos lentos mientras sonreía; teniendo la mirada de la mayoría de las chicas sobre ambos: especialmente sobre el misterioso chico de sonrisa perfecta mientras se preguntaban quién era él.  ¿Sería ese el padre de su hijo?  Ya que jamás supieron quién era realmente.  

Era extraño, Shawn no entendía cómo era que todas esas miradas no la incomodaban, porque todo lo que ella hacía era avanzar hacia él sonriente, ignorando todo lo que pudiese existir a su alrededor porque, sinceramente, ella sentía que sólo eran ellos dos. 

—Hola —ella dice cuando está finalmente frente a él. Una ráfaga de viento sopla sobre su cara; provocando que su ondulado cabello tape su rostro. Shawn ríe enternecido mientras lo aparta con el roce más suave que pudiese existir; como si con el más mínimo toque ella pudiese quebrarse.

—Coucou, mademoiselle. Pouvez-vous expliquer comment seul un de vos sourires peut accélérer mon cœur? Je veux dire, tu me fais sentir ces choses dans mon estomac stupide, des choses que je n'aurais jamais pensé ressentir. Est-ce mal?

Camila sintió sus mejillas enrojecer y lo miró con demasiado brillo en los ojos; pensando enseguida en lanzarse a sus brazos. 

Y eso fue justo lo que hizo, ignorando cualquier otra mirada que no fuese las que Shawn le brindaba.



[Hola señorita, ¿puede explicar cómo solo una sonrisa suya puede acelerar mi corazón? Quiero decir, me haces sentir esas cosas en mi estúpido estómago, cosas que nunca pensé que sentiría. ¿Está mal?]*

Frisé: Rizado.

PreciousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora