"Bullying"

27. Un perdón y una recaída.

A la mañana siguiente de todo el barullo porque Marshall estaba enfadado y borracho, (y de que me hubiera besado como si fuera el amor de su vida o algo así), me desperté y sentí como me tenía abrazado con todas sus fuerzas con su brazo izquierdo , y su brazo derecho estaba posado en mi trasero. Gracioso, pero no gracioso de risa, gracioso de raro.

Sin embargo, no estaba bien, por algún motivo mi interior gritaba que lo que pasó anoche fue mi culpa, los gritos y todo. Por otro lado, sabía que si a este chico le dan esos prontos, no es mi culpa, si a una persona le hace falta terapia pues que vaya, como yo.

Mi parte más enferma me insultaba y me gritaba.
"Puto inútil. Es que no sirves ni para llevarte bien con alguien. Encima que ayer casi te lo tiras. Ya me jodería. Seguro que se hizo el dormido porque notó tus piernas enormes."

Empecé a negar con la cabeza, intentando aguantar mis lágrimas. Eso no es así, hace poco acabo de salir del hospital. Estoy muy delgado, eso dicen. No obstante... Me miré la barriga, estaba algo hinchada, porque todos estaban pendientes de que no me saltara ninguna comida.
"¿Por qué no vuelves a lo de antes? Como los viejos tiempos... No lo pasábamos muy bien, pero tu sabes que esa figura que se te queda después de no comer apenas no la consigues ahora, que no dejas de comer como un cerdo..."
Empecé a golpearme levemente la cabeza con la mano. Maldita voz.

-¿Qué haces? ¿Tenías un bicho en la cabeza? - Marshall habló  voz ronca, que sinceramente si no estuviera debatiendo por mi salud mental, me pondría cachondo. Pido perdón. Yo me giré para verle la cara.
- Ah, nada. Es que estaba pensando...Mal
- ¿Cómo que pensando mal? Oye cochino, si te vas a tocar al menos que no esté yo a tu lado. -
A todo esto, él estaba hablando tranquilamente, después de todo el teatro que montó ayer.
-¿Qué dices loco? - medio grité. Me mandó a callar, supongo que por la resaca. - Perdón, me refiero a que pensando mal, en sentido que... bueno... Estaba sobrepensando sobre anoche y bueno, esos pensamientos me estaban llevando a cosas que no me gustan.
-¿Estabas pensando...ya sabes,en una recaída?- me miraba a los ojos, y mientras, me acariciaba un brazo. A estas alturas sobra decir que ya había quitado su mano de mi nalga.
Yo asentí lentamente – Ayer estaba tan cansado que no me dio tiempo a pensar, pero ahora pensándolo en frío, no entiendo qué te pasó anoche, por un lado digo que es mi culpa, por otro no. Espera.– Me di la vuelta, para ponerme las gafas, y así poderle ver mejor. Me dio tanta vergüenza abrirme a él de esa manera, pero sentía que era necesario sacar el tema.
– Perdóname, soy un imbécil, que me dijeras todo esos comentarios de mis amigos, luego lo del tema del libro y tal...No sé, me como mucho la cabeza por todo, y como te dije, me callo mis problemas porque creo que no debería quejarme de ellos delante tuya, entonces ayer estallé y me fui por allí. Y cuando salí, me encontré a Fionna coqueteando con una chica y no sé, me sentí mal, la ruptura es muy reciente y encima todo esto... — Miró hacia el techo, sus ojos se habían cristalizado. Le abracé.
— No deberías haber actuado así, que yo tenga trastornos mentales no significa que tú no tengas derecho a quejarte, evidentemente tus problemas son importantes y no debes creer nada de eso. Todo lo contrario, que me digas todo esto para mí significa mucho.

De repente la puerta se abrió y entró Alexia. Me dio vergüenza, seguía abrazando a Marshall.

—¡Pero Alexia! ¿Qué haces aquí tan temprano?– preguntó Marshall sin romper el abrazo, pero ruborizado.
— Se me ha acabado el sueño. – respondió la niña mientras se subía a la cama. — Además no es temprano. ¡Son las 11! Mis mamás venían a la una a recogerme.

¿Perdona qué?
Nos levantamos corriendo, Marshall algo más lento porque seguro que ha dormido bastante poco y tendría una resaca como un piano.  Hice el desayuno y Marshall hizo zumos de naranja.
En menos de media hora todos estábamos arreglados ( y no en pijama, como desearía estar en ese mismo momento), esperando a las mamás de la chica.