🎼Capítulo 11

10.6K 1.1K 73
                                    


🌌POV'S YOONGI.🌌

La ceremonia de la boda de mi hermano fue bastante conmovedora, no puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido y el inútil ya esté casado... pero no están aquí para leer sobre el así que vamos directamente a lo que paso cuando ellos se encontraban bailando el vals.

El aroma de mi dulce Omega se estaba intensificando, sus feromonas bailaban en mi nariz haciéndo que mi lobo gruñera en mi interior deseando tomar a su pareja, apreté su muslo por debajo de la mesa haciéndolo respingar, parecía un tanto incómodo... su rostro se encontraba un poco sonrojado y se movía nerviosamente.

—Yoonie, se que no es el momento pero de verdad necesito que me lleves a casa —Era de noche, ya era tarde como para que yo tuviera la descortesia de mandarlo en un taxi y al darme cuenta por fin de que estaba pasando menos me arriesgaria a tomar esa decisión.

—Cariño, tu y yo sabemos lo que esta pasando y no dejaré que estes sólo de nuevo —Me puse de pie y le di la mano, cuando también se había levantado comencé a jalarlo hasta la salida sin despedirme de nadie y ganandome miradas curiosas.

Esta no sería la primera vez que lo haríamos, digamos que después de que me dejo probarlo por primera vez me he vuelto un jodido sátiro y ahora que se que su celo le ha llegado no dejaré pasar la oportunidad de tenerlo completamente sumiso para mi, de amarlo una y otra vez.

—Pero es tu hermano, deberías volver —Comentó mientras se acomodaba en el asiento de mi Jeep y yo lo ponía en marcha, mis manos temblaban un poco y su aroma cada vez era más intenso al grado de que casi dejaba a mi lobo interno tomar el control de las cosas.

—Le llamaré mañana para disculparme —Susurre por lo bajo y entonces lo mire de reojo, estaba sudando quizás porque la temperatura en su cuerpo iba aumentando, lo supe también por el bulto entre sus piernas.

No lo llevaría a su casa, ahí estarían mis suegros y por su puesto no me dejarian follarme a su hijo en su casa, no tendría la oportunidad de deleitarme con sus gemidos... debo admitir que amo en demasía que mi mochi sea tan ruidoso. Llegamos a mi departamento y apenas estuvimos dentro el se acercó hasta mi y junto nuestros labios en un beso desesperado.

—¿Estamos desesperados? —Pregunté y al mismo tiempo se me escapó un jadeo cuando sus dientes tiraron de mi labio inferior sin mucha delicadeza.

—Mi cuerpo está en llamas Min Yoongi, necesito que te hagas cargo y me bajes la calentura —Me respondió con una voz tan seductora mientras besaba y mordisqueaba mi cuello que no hizo falta mas que eso para que mi falo se levantara.

—¿Cómo podría negarme? —Sonreí y lo tomé de la cadera levantandolo y haciendo que sus piernas quedarán enredadas en mi cintura y de esta forma camine hasta mi habitación mientras nos besabamos con deseo.

Apenas estuve dentro y sin molestarme en cerrar la puerta lo coloque sobre la cama quedándome entre sus piernas, abandone su deliciosa boquita y comencé a besar su cuello, ahí donde en algún momento descansaria una marca hecha por mi. Mientras succionaba su piel mi diestra se encargaba de desabotonar su camisa mientras movía mi cadera contra la suya logrando una fricción exquisita entre su pene y el mío, Jimin se arqueaba bajo mi cuerpo, jadeaba y con las manos temblorosas me quitaba la camisa dejando mi torso al descubierto.

Baje más mis besos llegando hasta uno de sus sensibles pezones, tire un poco del mismo y luego lami al rededor del mismo para luego chuparlo mientras masajeaba el otro entre mis dedos. ¿Ya dije cuánto amo escucharlo gemir?

Después de un rato más entre caricias, besos, chupetones, jadeos y palabras sucias los dos con encontrábamos ya en ropa interior solamente. Yo estaba sentado en la cama con Jimin a horcajadas sobre mi, moviendo su delicioso trasero contra mi duro miembro que ya comenzaba a doler bajo la apretada licra.

—Y-yongi, mmgh... t-te necesito —Por su puesto que yo lo sabía, tenía ya un rato sintiendo la humedad en su ropa interior, estaba tan mojado... tan listo para mi.

—Esta noche no vas a dormir Minnie, te aseguró que haré llorar de placer —Dicho esto lo tumbe boca abajo en la cama y quite sus boxer, el colocó una almohada sobre sus pelvis y levantó su trasero a la par que separaba las piernas dándome una buena vista de su humeda y rosada entrada, relami mis labios y tomé sus glúteos masajeandolos a mi antojo y colocando mi polla aún cubierta por mi ropa interior entre sus nalgas, hice como si lo estuviera embistiendo y lo escuché gemir mientras movía sus caderas contra mi, seguro buscando más.

Bese su espalda y fui bajando hasta que mi rostro estuvo a la altura de su trasero, separe sus glúteos y dejé una lamida desde sus testículos hasta aquella endidura que pronto podría profanar a mi antojo. Lami al rededor de su entrada saboreandolo, el se movía contra mi lengua y maldecia entre suspiros de satisfacción, no espere mucho más y comencé a embestirlo con mi lengua mientras mi mano derecha bajaba para tomar su dureza, comencé a acariciar su glande en círculos y lo sentí temblar ante mi tacto... estaba cerca.

Me separe y por su puesto que se quejó pero ya no podía esperar más, necesitaba estar dentro suyo. Quite mi ropa interior y tomé mi duro falo para masturbarlo un poco con mi propio pre-semen. Jimin se encontraba en cuatro frente a mi, con el lubricante que su cuerpo producía de forma natural resbalando por sus piernas.

—Vamos, te necesito ya... —Lo escuche como una súplica por lo que sonreí lascivamente y me acerqué alineando mi pene contra su ya dilatado ano.

La punta entró y su espalda se arqueo un poco pero cuando me hudi en el con fuerza lo escuché gritar y gracias al espejo que tenía frente a nosotros pude ver como apretaba las sábanas y mordia una almohada.

—Eres tan hermoso —Comencé a moverme de forma lenta, jadeaba al sentir su interior apretandome tan bien. —Tan perfecto... —Lo embesti mas fuerte y rápido siendo cegado por el placer que me hacía sentir.

—Y tuyo... sólo tuyo, alfa —Estaba jadeante, su expresión de placer me tenía loco y se movía tan bien contra mi que no dude en follarmelo tan fuerte como ya otras veces lo había hecho... era mío y yo era suyo, tenía que dejarlo en claro. —A-AH SI... JUSTO AHI —Por la forma en que prácticamente lo gritó supe que había golpeado su próstata así que seguí embistiendo en ese punto.

El se deshacía en gemidos al igual que yo, nuestros cuerpos sudados y el placer recorriendolos era en lo único que podía pensar y el sonido morboso que provocaba su piel chocando con la mía era lo único que podía escuchar. Cuando estaba a punto de llegar cambiamos de posición.

Me recoste sobre la cama y el se subió en mi, me montaría pero dándome la espalda lo cual lo hacía mucho más excitante. Saltaba sobre mi polla mientras se masturbaba y decía mi nombre entre gemidos mientras yo le decía lo hermoso y perfecto que era a mis ojos. No pude aguantar más y me senté, tire un poco de su cabello haciéndolo ladear el rostro para abrirme espacio en el lado izquierdo de su cuello.

En mi abdomen había un cosquilleo ya conocido, mis músculos estaban tensos y cuando Jimin gimio con fuerza supe que se había corrido por lo que empecé a moverme rápido haciendo que la cama rechinara por los movimientos bruscos... fue entonces que sentí mi nudo hincharse en su interior y lo llenaba con mi esencia al mismo tiempo que mis dientes se clavaban en su cuello y sentía el lazo formarse, fue como si de pronto todo mi ser se conectará con el, supe que el sentía lo mismo.

—Te amo... Te amo con todo mi ser, Yoonie —Lo escuche decir con la respiración acelerada, esta sin duda había sido una mala posición para quedar unidos por el nudo pero eso no importaba, lo había marcado. Ofialmente era mi Omega.

—También te amo, duraznito.

In front of love. [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora