In front of love. [Yoonmin]

🎼Capítulo 12.

Desesperado. Así se sentía Yoongi al no poder estar tan cerca de Jimin como quería, los padres del menor no le permitían llevárselo a vivir con el y tampoco querían aceptar que el se fuera con ellos. ¿Que tan complicado era aceptar que su hijo ya había sido marcado y necesitaba estar al lado de su alfa?

Le dijeron que tendrían que casarse debidamente antes y que preparar una boda llevaba mucho tiempo además de que antes debía pasar por la propuesta, la pedida de mano... ¡Puras tonterías que Min Yoongi iba a acelerar o dejaría de llamarse así!

Sonrió ampliamente cuando vio a Jimin salir de su casa y caminar hacia el con una sonrisa, apenas estuvo frente suyo lo tomó por la cintura y lo beso mucho cariño sintiéndose repentinamente nervioso por lo que iba a hacer pues si Jimin se negaba todo el plan se vendría abajo.

Subieron al vehículo del mayor, en los asientos traseros de este había una caja forrada de color amarillo pastel, la misma despertó la curiosidad en el Omega que no tardó en preguntar.

—¿Qué es eso? -Pregunto mirando al alfa que ponía el Jeep en marcha, sus manos apretaban el volante debido a los nervios al mismo tiempo que una risa cargada de esa misma sensación se hacía presente.

—Es para ti, lo usaras en el lugar al que te llevo.

Jimin quiso preguntar más detalles pero sabía que Yoongi no le diría así que solamente sonrió, ya estando un poco ansioso por saber de que se trataba. Su alfa había estado muy misterioso los últimos días y la verdad no comprendía porque... Ya casi un año juntos y todavía se seguía sorprendiendo de las cosas tan lindas que Min hacia para el. Esa cara seria y apariencia de chico malo que tenía no era más que un disfraz, Yoongi era un ser maravilloso, gentil, guapo, inteligente, creativo, dulce cuando se lo proponía, celoso, protector... tantas cualidades que hacían al pobre Jimin suspirar bobamente y sentirse cada vez más enamorado de el.

Unas pláticas de cosas cualquiera más tarde ya se encontraban en la casa de campo de los padres del Alfa, Jimin había estado ahí en otras ocasiones pero en ese instante no sabía que hacían allí.

—Debes estar confundido... —Rió el mayor mientras bajaba del vehículo, sacó la caja y espero a que Jimin lo alcanzará en la entrada de la casa cosa que no tardó mucho en suceder.

—Bueno, ¿que hacemos aquí? —Entraron a ese lugar que a ojos del rubio era sencillamente hermoso, de verdad la casa era espaciosa, tenía enormes ventanales que deban al gran jardín que tenía el cual estaba muy bien cuidado, los pisos eran de madera... Era como en las películas.

—Antes que nada quiero cambies tu ropa por esto —Le entregó la caja —Te estaré esperando en el jardín —Sonrió y se alejó hacia la puerta corrediza por donde iría al lugar ya dicho.

Jimin camino hacia la habitación que sabía era de Yoongi y no lo sabía porque haya dormido con el ella... Y no hicieron más que sólo dormir... o claro que no. Cerró la puerta a sus espaldas y puso la caja sobre la cama abriendo la misma.

Saco las prendas y se encontró con un traje de color blanco, tan pulcro que mientras cambiaba sus ropas le daba miedo ensuciarlo o arrugarlo. Se miró en el espejo y rió bajito, parecía tan inocente con ese traje mientras sus rubios cabellos caían suavemente sobre su frente.

—¿Qué estarás planeando, Yoonie?

Apenas llegó al jardín se encontró con ese arco de rosas que tanto le gustaba, dentro del mismo había una pequeña banca con algunos cojines los cuales realmente no estaban antes. El aroma de las rosas llegaba hasta su nariz, le encantaba además había una brisa fresca que hacia que ese día no fuera caluroso y entonces vio a Yoongi aparecer acompañado de otro hombre, más viejo y más alto, los dos iban en traje sólo que el de Yoongi era negro y el del otro sujeto era más bien gris.

El hombre le susurró algo en el oído a Min y se mantuvo a una distancia considerable de ellos, para ese punto Jimin ya no entendía absolutamente nada y su corazón latía desenfrenado cuando lo que menos penso sucedio... el alfa se colocó sobre su rodilla y tomó su mano colocandole un anillo de oro en el cual sus iniciales estaban grabadas.

—Estuve varios días pensando en lo que diría y aún así no se me ocurrió nada lo suficientemente bueno como para hacerte saber cuanto te amo —Los ojos felinos del peli-blanco no abandonaban los castaños de Jimin que sintió sus ojos aguarse de la emoción. —Puedo decir con absoluta seguridad que jamás conocí a nadie tan hermoso como tú, nadie me había hecho sentir como tu... eres hermoso en toda la extensión de la palabra, adoro su sonrisa, me gusta escucharte reír aunque no te guste mucho hacerlo porque no ves —Ambos rieron bajito —Me gusta demostrarte lo enamorado que estoy de ti, recorrer su piel con mis manos, besar cada rincón en tu cuerpo... hacerte ver lo maravilloso que eres a mis ojos. No me quiero alargar más porque necesitaría horas para decirte lo que siento, lo que amo de ti —Beso su mano y sonrió, aunque no parecía estaba muerto de nervios. —Casate conmigo.

—Oh Yoonie eres tan lindo —Jimin lo hizo ponerse de pie y lo abrazó con tanta fuerza que el mayor creyó se le iría el aire por ese gesto, lo soltó y dejó muchos, muchos besos por todo su rostro y al final unos tantos sólo en sus labios a los cuales el alfa correspondió encantado. —Me quiero casar contigo, quiero tener cachorritos contigo, quiero envejecer contigo y quiero amarte en otra vida si es posible.

—Siendo asi —Yoongi le hizo una señal al otro sujeto para que a acercará quedando bajo el arco de rosas —Jiminie, tu y yo nos vamos a casarnos en este preciso momento —La sorpresa en el rostro del rubio fue bastante notoria.

—¿C-como que en este momento? —Paso saliva y comprendió que sería una ceremonia por el civil donde solamente estarían ellos dos, sin la aprobación de nadie...

—Llamé a tres de tus amigos —Jimin giro su rostro encontrandose con Jihyo, Taemin y Hoseok, al ver a este último su sonrisa se hizo más grande, su Hyung favorito después de Yoongi estaba ahí. —Y bueno, por mi parte esta la persona que me motivó a hablarte en un principio, mi mejor amiga desde que hace tanto —Amber también estaba con los otros tres chicos.

—Ya, no seas un tonto y casate de una vez —Jihyo le colocó una corona de flores y le sonrió —A veces es mejor pedir perdón que pedir permiso.

Y ahí, en compañía de sus queridos amigos se casaron sabiendo que sus familias quedarían muy sorprendidas cuando se enterarán.

¡Gracias por leer! 💖