-No entiendo nada... Lo único que sé es que no puedo dejar de ver tus hermosos ojos.
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Una noche se encontraba un joven de cabello castaño sentado al frente de su computadora, estaba escuchando canciones de un artista que le gustaba, puede que haya quedado hinoptizado por la letra de la canción, el ritmo o tan solo por la maravillosa voz del cantante. El joven estaba vestido con un suéter viejo y unos pantalones largos, su cabello estaba totalmente revuelto al igual que su oscura habitación, nada de eso se hacía merecedor de sus hermosos ojos azules como el cielo los cuales estaban cubiertos por unas ojeras debido a la falta de sueño. Escuchó unos suaves golpes en la puerta la cual luego fue abierta por una mujer de rostro amable, era su madre la cual se preocupaba por su hijo.
-Sou, querido... Es demasiado tarde, por favor acuéstate y duerme.
-Ah... Mamá... Realmente no hace falta que lo digas, estaba a punto de hacerlo -mientras decía su mentira él sonreía para no preocupar a su madre.
-Está bien, pero recuerda que no puedes estar todo el tiempo encerrado en tu habitación, ¡Mañana debes ir a la escuela! -Luego de decir eso ella sonrió y cerró la puerta de la habitación.
A Sou realmente le dejó un trago amargo al escuchar esas últimas palabras, mañana sería su primer día en una nueva escuela, con nueva gente que lo molestarán y lo excluirán como siempre lo hacen, ¿Acaso es un imán que atrae a los abusadores?, apagó su computadora y se acostó en su cama pero no pudo dormir tras tener pensamientos negativos.
Durante la mañana pretendió estar enfermo pero eso no impidió que su madre lo sacudiera con energía hasta levantarlo "¡Es ilógico que te enfermes justo hoy sin siquiera haber sido expuesto a algún factor de enfermedad!, y si es solo un simple resfriado solo debes tomar un medicina, después de todo en la escuela también hay una enfermería", ella no era una madre irresponsable, de hecho, era todo lo contrario y sabe muy bien cuando su hijo se enferma de verdad, Sou solo gruñó pero no tenía razón para enfadarse con ella, luego de arreglarse se vió un momento en el espejo.
-Que aspecto más patético... -Se burló de sí mismo mientras notaba sus ojeras
Al llegar al comedor observó en la mesa un gran festín, su madre se había esforzado en hacer un gran desayuno para aumentar los ánimos de Sou.
-Buenos días Sou, tu madre exageró con la comida, ¡Jaja! -El padre de Sou se rió mientras tomaba de su café.
-¡Yo no exageré!, ¿Verdad hijo?
-Si exageraste... ¿Podremos comerlo todo? -Dijo Sou con una sonrisa.
-¿¡Eeeeh!?
Tras ver el shock sorpresivo de su madre todos se rieron y comieron todo lo que pudieron del desayuno, ya era hora de partir a la escuela, ya era hora de pasar nuevos años de tortura, estando ya allí vió como pasaban los estudiantes de manera alegre, no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas así que se sintió un poco intimidado, al llegar a su salón espero a que el profesor lo presentara para entrar.
-De acuerdo, todos hagan silencio, hoy tenemos un nuevo estudiante -Tras acomodarse sus lentes señaló al joven junto a él- Su nombre es Sou, por favor todos sean amables con él.
El profesor le indicó en donde sentarse y Sou solo asintió para dirigirse a su puesto, se sentó en el medio de dos chicos, uno tenía el cabello celeste y el otro lo tenía oscuro, ellos tenían unas sonrisas pícaras mientras veían al nuevo, Sou lo notó, ya sabía que venían las burlas, a la hora del receso los dos chicos se le acercaron.
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Tus Ojos
Romance-No entiendo nada... Sólo lo único que se es que no puedo dejar de ver tus hermosos ojos. Una historia sobre un Sou resignado sobre la sociedad que comenzará una nueva vida la cual tendrá varios giros inesperados que lo harán cambiar de opinión sobr...