Tus Ojos

~Día de la cita~

Sou sabía lo que haría Isubokuro, después de todo él fue el que hizo los planes, vió que ellos se habían sentado en una banca de la plaza, los espías improvisados se ocultaron detrás de unos árboles cercanos, a simple vista parecían un poco (muy) tontos pero eso no les importó, vieron que Isubokuro sacaba un recipiente con lo que parecía contener comida casera, Sou iba a hacer un comentario pero algo lo interrumpió.

-¿Sou?

¿Quién sería la persona que lo descubrió?, tan sólo debía mirar atrás para descubrirlo y eso hizo, era Soraru, su brazo estaba siendo agarrado por un curioso Mafumafu y un poco más atrás estaba Eve, fueron atrapados por sus superiores.

-E-esto... -Sou comenzó a sudar.

-No hace falta que nos digas, nosotros ya nos vamos -Soraru tenía la misma expresión de sueño- Cuidense, llaman mucho la atención.

-Gracias...? -Shintaro respondió un poco confundido.

-Adios~ -Se despidió Mafu, debido a la presencia de Soraru se habían olvidado momentáneamente de él.

Sou y Shintaro los vieron marcharse, así que siguieron con lo suyo, Sou iba a a decir lo que no pudo decir antes pero...

-¿A quien espían?

La persona que dijo eso era Eve, imitando la pose de los jóvenes que espiaban, no lo habían notado ya que no había dicho nada antes.

-¿¡E-Eve−

Antes de que Sou terminará de hablar Eve lo había silenciado ligeramente colocando su dedo índice en su boca haciendo “Shh”, el rostro del joven se puso roja, a Eve sólo le hizo falta preguntar para que ellos le contarán entre murmuros lo que sucedía.

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-¡Esa es la comida que hicimos Isubokuro y yo! -Dijo por fin Sou con orgullo lo que quería decir antes de las interrupciones.

-Se ve delicioso~ -Sonreía Shintaro.

-Hoo~, me gustaría probarlo~ -Resopondió Eve.

-¡Ah!, ¡Se levantaron! -Shintaro señaló a los acosados.

Como un pequeño ejército los tres se movieron sigilosamente para seguir el paso de Isubokuro y Wolpis, estaban paseando, entonces Isubokuro compró helados mientras seguían caminando.

-Uuuhh... Ellos comen mucho, tengo hambre... -Lloró Shintaro.

-Yo también tengo hambre... -Siguió Sou.

-Yo traje unas galletas, por favor coman -Eve sonreía con ternura.

-¡Oh!, ¡Muchas gracias! -Dijeron los menores al unisono.

-De nada~, es mi deber como superior el cuidarlos~

Los tres comían las galletas y seguían espiando, no se habían percatado de la hora, las 18:30, era muy tarde pero el último paso para darle fin a la cita era que Isubokuro le diera la pulsera a Wolpis, estaba esperando ansiosamente, vió que las mejillas de ellos dos estaban rojas, ¡Ya se lo iba a dar!, Isubokuro sacó de su bolsillo los pequeños objetos.

-Son muy bonitos -dijo Eve.

-Es cierto~ -Afirmó Shintaro- ¡Se parecen a los ojos de ustedes!

-Que curioso, Isu había dicho lo mismo -Sou se rió por la similitud de las palabras.

Wolpis se colocó su pulsera y se sonrojó, se veía un poco dudoso pero era porque estaba a punto de darle un beso en la mejilla a Isubokuro, tanto él como los tres chicos escondidos se ruborizaron por la escena tan melosa, ellos luego de un rato se fueron, Shintaro decidió también irse, el niño estaba cansado, se despidió y se marchó dejando a Sou solo con Eve, Sou aún tenía sus mejillas coloradas y el mayor lo notó.