Tus Ojos

~¿Qué ocurrió?~

Sou no recibía respuesta, eran las 15:26, una hora pasó desde el último mensaje de Eve.

-Bueno, quizás está ocupado...

Quería aliviarse a si mismo, comenzó a abrirse con Eve y repentinamente deja de contestarle, “Claramente soy una molestia como siempre”, recordó que mañana le llevaría un almuerzo, con eso en mente se animó y se dirigió a la cocina, su madre estaba ahí.

-Sou~, ¿Sucede algo?

-E-eh... Bueno... Quería cocinar yo mismo el almuerzo de mañana para mí y un amigo -Las mejillas de Sou eran rojizas, lo hacía ver adorable.

-¿Es para tu amigo Eve? -Sonrió su madre evitando sus ganas de abrazar a su adorable hijo.

-S-si... -Sou agachó un poco la cabeza intentando ocultar su vergüenza.

Su madre decidió ayudarlo, Sou cocina muy bien pero con ayuda de una mano experta será una comida muy deliciosa, los dos pasaron un tiempo muy agradable en la cocina, ya todo estaba listo y había pasado otra hora sin recibir respuesta, ¿Qué sucede?, no se siente tranquilo, el día había acabado y ya era lunes, Sou se levantó temprano para arreglar los envases con comida y esperó unos minutos a que el timbre de su casa sonara, nada, nada, nada... Le envío un mensaje.

Sou-chan: Eve, ¿Ocurrió algo?, ¿Si vendrás?, Se está haciendo tarde...

Sin respuesta, esperó otros minutos pero él ya no podía esperar más, se fue solo a la escuela, ahí se encontró con Isubokuro y Wolpis Kater, estaban usando las pulseras, se ven bien juntos, pero Sou se sintió un poco solo, comenzaron las clases y todo se sentía fuera de lugar en su cabeza, en el receso habló un poco con sus amigos.

-Veo que te fue bien~ -Sou se dirigió a Isubokuro.

-¡Sí!, ¡Muchas gracias por toda tú ayuda, estoy muy feliz! -Isubokuro alegremente rodeó el cuello de Sou.

-Fue un placer, estoy feliz con el resultado~ -Sonrió Sou- ¿Cómo estás Wolpis?

-Todo fue muy repentino... -Wolpis Kater se ruborizó al ver la pulsera en su muñeca, ¿Se acordó del beso?- Me sentía triste de estar solo pero todo terminó mejor de lo que creí~

“Solo”, esa palabra era su marca durante muchos años, por alguna razón ahora se sentía peor, estando con sus amigos se sentía solo, se rió un poco más con ellos y de reojo vió a su alma gemela, no lo era, pero compartía los mismos intereses que él, Shintaro, se acercó a él con una sonrisa, parecía que hablaba con otros chicos.

-Shintaro~ -Saludó Sou.

-¡Oh, Sou!, les estaba contando a Silvana y a Risru sobre la película de Re:Zero y de cómo nos encontramos~ -Al decir eso señaló a los chicos que lo acompañan-

Silvana y Risru... Ellos también se ven muy bien juntos y se ven muy cercanos a Shintaro, esos dos se presentaron gentilmente, Sou conversó un poco con ellos pero se sentía un estorbo, ¿Eve habrá venido?, subió al piso de arriba y se dirigió al salón de Mafumafu, lo encontró muy apegado a Soraru, eran muy melosos... “Envidia”, Eve tenía razón respecto a ellos, se acercó al albino y preguntó por el hongo.

-¿¡Hongo!? -Mafumafu se asustó, no entendió la referencia.

-Se refiere a Eve -Soraru le aclaró la pregunta a Mafu- Él no ha venido por el momento... Es un poco raro, puede que parezca un poco odioso con las clases pero nunca falta... Me preocupa...

-No vino... -Sou se puso triste y también se preocupó, eso pasó porque Soraru lo estaba también, ese tipo de cosas lo hacen alterarse.

No podía irse ahora de la escuela para buscarlo, ni siquiera sabe donde vive, se sentía inútil.