Estoy en la puerta del departamento de Temo, veo que está entre abierta. Así que decido tocarle. Escucho a Temo caminar para llegar a abrir, pero se empiezan a escuchar sonidos extraños, como agua cayendo. Cuando se abre la puerta no tarda en caer un balde que estaba en la parte superior, y lo veo, Temo ha quedado completamente empapado.
—Wow ¿Qué fue eso? —le pregunto algo pasmado.
—¿Tú qué crees? Mis hermanos dejaron todo esto —me menciona mientras exprime su camisa—. Me tengo que bañar, sino me voy a enfermar, pero pasa, tu libro está en mi cuarto —me dice yendo a su cuarto, así que lo sigo. Cuando llegamos, noto la tele prendida y un cuarto muy bien ordenado.
—Bueno ¿Dónde está? —le pregunto sentándome en su cama.
—Creo que está en cajones del cuarto de almacén, pero ahorita te lo doy, deja bañarme —me denota desabrochando su camisa.
Lo volteo a ver un poco más, no puedo evitar sonrojarme ¿Por qué se está desvistiendo enfrente de mí?
—¿Qué-qué haces Temo? —le cuestiono muy nervioso.
—Pues me quito la ropa mojada Ari. Además mi papá me ha dicho que no hay que avergonzarnos, al cabo tenemos lo mismo —añade quitándose su camisa.
Mi respiración se empieza a acelerar, siento que hace un poco de calor. Veo sus brazos, sus músculos están algo marcados; lentamente se empieza a quitar su camiseta, veo cómo lentamente su abdomen se empieza a asomar, su abdomen jodidamente sexy. Temo está completamente sin camisa, se ve muy bien y relucen esos cuadros.
—No entiendo por qué Papancho me obliga a usar fajo —me menciona quitándoselo.
¿Es enserio que se está desnudando enfrente de mí?
Empieza a desabrochar su pantalón y lo baja lentamente hasta sus pies, se lo quita al igual que sus calcetines. Estoy demasiado caliente, siento que estoy demasiado rojo; él está solo en bóxer, me voy a volver loco.
Entonces me quedo en shock, se está quitando el bóxer dejando ver su vello. Siento cómo empieza a despertar un bulto en mi pantalón. Y lo veo, Temo está completamente desnudo y yo me le estoy quedando viendo a su pene, es algo grande, es más grande que el mío, sin duda. Siento demasiado apretado mi pantalón. ¡Maldito seas Temo y tu maldito cuerpo tan sexy!, tu pene está algo grande y yo solo me le estoy quedando viendo como un niño a un dulce exquisito. Estoy en mi mundo, ver a Temo así ha terminado con mu cordura.
—Bueno, tengo que bañarme Ari —me articula tomando una toalla mientras yo vuelvo de mi trance.
—Ah, sí, está bien ¿Sabes qué? También tengo que ir a bañarme, mejor me lo das mañana en la mañana —le denoto muy nervioso.
—Está bien Ari, recuerda, a las 10 —me informa metiéndose al baño.
No puedo con esto. Salgo de la habitación de Temo y me voy corriendo a mi casa, entro y entonces lo recuerdo: mis papás no están.
Me voy rápido a mi cuarto, tomo una toalla, unos bóxer y mi pijama. Posteriormente me meto al baño y abro la regadera. Me empiezo a desvestir hasta quedar en bóxer y con mi pene erecto, empiezo a sentir el vapor caliente que expulsa la regadera.
Me espero un tiempo para que se me baje la erección, pero no lo hace. Nunca había tenido una así, siempre se bajan después de un tiempo, pero esta sigue igual de dura.
Regulo las llaves y me meto a bañar, siento el agua recorrer mi espalda lentamente, mis bóxer se empiezan a mojar. Me empiezo a enjabonar hasta llegar a la parte baja de mi cintura y logro rozar mi pene debajo de mi bóxer, se siente muy bien y lo hago de nuevo. Creo que es la única forma de bajarla, está demasiado duro, está necesitado.
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Me enamoré de ti: aristemo
RomanceUna historia de amor narrada desde la perspectiva de Aristóteles Córcega, un adolescente de 15 años que vive con su familia en Oaxaca, México. Él es un adolescente común: juega básquetbol, va a la escuela, duerme, etcétera; además es influencer, ca...