- ¡Ana! ¡Despierta! ¡llegaras tarde a la escuela! -grito mama desde abajo.
Intente seguir durmiendo, pero: - ¡Anastasia Steele, levanta tu trasero de la cama ahora mismo, señorita! -exclamo mi mama mientras entraba a mi habitación.
-Agg. -puse mi almohada, sobre mi cara, pero mi madre me la quito.
La mire con suplica.
-Mami, por favor cinco minutitos más. -rogué.
-Por supuesto que no, señorita. Todos en esta casa nos que damos dormidos. Tú y tus hermanos llegaran tarde a la escuela sino se apuran y tu padre y yo llegaremos tarde al trabajo. -dijo mientras abría las cortinas de mi habitación haciendo que la luz del sol pegara en mi rostro.
Me levante de la cama con pereza, escogí lo que me iba poner, cogí mi toalla y me adentre al baño.
Me quité la ropa y me puse bajo la lluvia artificial de la ducha mientras sentía como músculos se relajaban. Al salir me enrolle una toalla en mi cuerpo y me cepille los dientes.
Salí del baño y me vestí, me puse mi ropa interior y me puse una camisa manga larga de cuadros roja con negra y unos pantalones negros junto a mis vans rojas, me peiné y me puse un poco de maquillaje.
cogí mi teléfono que estaba cargándose y tenía una llamada perdida y un mensaje de Alex.
Hola, Annie. No iré hoy a la escuela, ¿puedo pasarte buscando después de clases? Necesito hablar contigo. Bss. Alex
Claro, Alex. ¿Qué tienes que decirme? Bss. Annie.
Te lo contare luego... Bss. Alex
Me pareció raro, Alex no es el típico chico misterioso que guarda secretos. No le di mucha importancia y bajé a desayunar. Saludé a mi papa y a mis hermanos y me puse a desayunar.
Cuando llegamos a la escuela, entramos rápidamente ya que casualmente llegamos cuando estaba sonando la campana que indicaba el comienzo de las clases. Fui a mi primera clase de hoy que era química donde solo la compartía con Eliot. Abrí la puerta y me sorprendí gratamente al ver que Daniel estaba conmigo en esa clase, me senté junto a él.
-Hola, llegas tarde. -sonrió divertido.
-Si, al parecer se me pegaron las sabanas. -dije riendo un poco.
-Bien, silencio y saquen sus libros. -dijo el profesor de química entrando al salón haciendo que todos hiciéramos silencio al instante.
Era uno de los profesores con mas carácter y nadie quería tener problemas con él.
Mientas todos sacábamos nuestros libros, llego mi pesadilla. Si, Christian Grey.
Entro por la puerta como si estuviera en su casa y se sentó al lado de Elliot quien estaba sentado detrás de Daniel, asique grey se sentó detrás de mí.
-Señor Grey, ¿esos son los modales que les enseñaron sus padres? -dijo el profesor.
-¿Disculpe? -pregunto Christian burlo.
-Primero, está llegando tarde, cosa que en realidad no me sorprende de usted y Segundo cuando entras a un lugar tocas la puerta. -dijo molesto por la actitud de Grey.
-Seh, bueno ¿No lo vuelvo a hacer?
el profesor puso los ojos en blanco y se dirigió a la pizarra para explicarnos unas cosas.
-Ana. -susurro Daniel a mi lado.
- ¿Que? -pregunte.
-Quería preguntarte si tu... -no termino de hablar porque Grey detrás de mí se puso a darle patadas a mi silla.
Voltee y lo mire mal. El sonrió y paro.
-¿Sí, Daniel?
-Bueno, decía que...
Grey de nuevo le daba patadas a mi silla.
-¿Cuál es tu puto problema? joder -grite poniéndome de pie.
Todo el salón enseguida dirigió su mirada hacia nosotros.
-Señorita Steele, ¿le ocurre algo? -pregunto el profesor con libro en mano.
-Nada, profesor. -respondió Grey por mí. -Al parecer Anastasia está en sus días, y ya sabe. -dio mirando al profesor significativamente.
Sentí mi cara arde tanto de furia como por vergüenza. Obviamente no estaba en mis días y Christian dijera algo como eso era humillante.
- ¿Por qué no te callas, Grey? - grite y cuando menos me di cuenta estábamos teniendo una fuerte discusión gritándonos el uno al otro.
-¡Ya basta! -grito el profesor enojado. -Grey y Steele a la dirección, ahora mismo.
-Pero, profesor...- intente protestar.
-¡A la dirección!
(...)
Eran exactamente las tres y quince de la tarde, ya las clases se habían acabado y aquí me encontraba yo sentada frente a el escritorio del director cruzada de brazos y con la mirada al frente.
¿Qué ocurrió? Oh, pues simplemente que gracias al inmaduro de Christian Trevelyan Grey nos encontrábamos toda la tarde castigados.
-Dios, que aburrimiento. -se quejó Grey a mi lado.
Yo lo fulmine con la mirada. Dentro de mi cabeza solo me imaginaba Grey volviéndose cenizas bajo mi mirada.
-Gracias a ti es que estamos aquí. -dije.
-¿Gracias a mí? -el muy puto se indignó. SE INDIGNOOO.
-Sí, gracias a ti. Es que eres tan idiota, gillipollas, capullo...
-Guapo, sexy, tío bueno, lose, lose. -me interrumpió.
-Agg. -pase mis manos por mi cara irritada. Grey era simplemente insoportable.
A mi lado Christian suspiro. -Lo siento.
Yo lo mire incrédula. Era in-creí-ble. Grey pidiendo disculpas.
-Por qué, ¿por ser un idiota? -pregunte molesta.
El me miro y asintió.
-Si, por ser un idiota. Estaba aburrido. Además, me gusta hacerte enojar es divertido. -dijo mientras una sonrisa empezaba a aparecer en sus labios.
Sus labios, sus lindos, carnosos y rosados labios. ¿Pero qué coño estoy diciendo?¡ Creo que el encierro me hace mal!
-El daño ya está hecho, Grey. Iba a hablar con Alex algo después de clases, y tenía que pasar buscando a Valeria. El director nos quitó nuestros teléfonos y ahora no puedo avisarle ni Eric o Ethan para que vayan a buscar a Valeria. -explique furiosa.
-Ya dije que lo siento, Anastasia. -replico furioso.
Iba a mandarlo a la mierda, pero mejor me relaje y seguí viendo la pared frente a mi esperando que fueran las cinco de la tarde, cuando por fin podría irme.
Lunática
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Del Odio a El Amor (Grey Steele)
FanfictionEsta es la historia de Anastasia y Christian de diferente manera son unos adolescentes de 15 años se conocen desde siempre, pero se odian. Esta historia les hará saber que del odio al amor solo hay un paso...