Capítulo 15

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-Anastasia. -escuche que me llamaba mientras movían suavemente mi hombro.

-¿Qué ocurre? -pregunte adormilada.

-Hemos llegado. -dijo Christian.

En el camino, gracias al silencio de Christian me quede dormida.

- Debería cargarte? -pregunto burlón.

-No, gracias puedo caminar. -salí del auto.

El rio.

-Grey esta no es mi casa.

Nos encontrábamos frente a la mansión de los Grey.

El bufo. -Eso ya lo sé. Quieres que te contemos que ocurre ¿o no? -pregunto caminando hacia la puerta.

-Sí, pero...

-Anastasia, en tu casa están tus padres y tu hermanita. En mi casa no hay nadie, mis padres están de viaje.

-Bien, entremos.

Al entrar me senté en el sillón de la sala y esperé a que Christian hiciera lo mismo.

Pasaron unos minutos y ya cansada del silencio hable.

- ¿Podrías contarme un poco? -pregunte.

El sonrió. -Claro, 1, 2, 3, 4...

-Serás idiota. -bufe.

- ¿Por qué? me acabas de pedir que te cuente un poco. -dijo riendo.

Tenía una bonita risa.

-Dios, cuéntame un poco sobre su estúpido secreto.

-No. No me parece que tu debas saberlo, Anastasia.

-Ash, no sabes cuánto te odio. -dijo parándome y poniendo mis brazos en jarras.

él se levantó y se puso frente a mí.

-Yo te odio aún más. -dijo serio.

- ¿Ah, ¿sí? -pregunte yo desafiante.

-Pues sí, odio tu estúpida manera de ser, odio tu estúpida inocencia, odio tu tonta sonrisa. -decía mientras acercaba lentamente su rostro al mío. -Odio tus lindos ojos azules. -se encontraba a centímetros de mi rostro.

Yo me mordí el labio.

El bajo su mirada hacia ellos. -Y no sabes cuánto odio que te muerdas el labio.

Yo trague saliva nerviosa. Un extraño y desconocido deseo me paraliza. Estoy totalmente cautivada. Observo fascinada la boca de Christian Grey, el idiota que siempre me hace la vida imposible y él me observa a mí con una mirada velada, con ojos cada vez más impenetrables. Respira más deprisa de lo normal, y yo he dejado de respirar.

- ¡A la mierda! -exclamo mientras se lanzaba a mis labios.

Sus labios eran dulces y suaves. Los labios de Christian se mueven sobre los míos desesperadamente, como si tuviera sed y necesitara beber de mí. Madre mía.

—Eres... tan... dulce —murmura entrecortadamente.

De repente escuchamos el claxon de un coche y nos separamos rápidamente. Estoy muy, muy roja y lo único que puedo hacer es correr hacia las escaleras para ir al baño.

Cuando me encuentro frente al espejo me miro, mis labios están rojos.

¿Que acaba de pasar?

(:::)

Pasaron diez minutos y decidí bajar, al bajar las escaleras noté una mirada penetrante sobre mí. Sabía que era Christian, pero trataba de evitar su mirada.

Me senté en el sillón al lado de las chicas.

- ¿Estas bien? Te noto rara. -pregunto Daniela.

-Sí, sí. Estoy bien.

Todos nos habíamos sentado en la sala, para que los chicos nos explicaran que estaba pasando.

-Participamos en carreras ilegales. -dijo de sopetón Ethan, mi hermano.

- ¿Como en 3MSC o así? -Pregunto Daniela.

-Sí, pero es peligroso, cuando decidimos correr no sabíamos en que nos metíamos. -dijo Eliot.

-Estas carreras son manejadas por narcotraficantes. Tyler el chico que conocieron hoy es el hijo del jefe. -dijo Eric. -No queríamos decirles nada de esto, porque si le decíamos estarían en peligro, ahora lo están.

- ¿Como en peligro? -pregunto Kate ceñuda.

-Sí, nosotros no cumplimos con lo que Tyler y su padre quieran, podrían matarnos, pero antes matarían a nuestras familias. -Explico Eliot.

Mia, que tenía los ojos aguados, ahogo un sollozo.

- ¿Y por qué se metieron en eso? -pregunto Daniela.

-Al principio solo lo hacíamos por diversión. Hasta que nos dimos cuenta de en qué nos habíamos metido y ahora lo hacemos por obligación. -dijo Christian.

La tensión se sentía en la estancia. Tenía ganas de vomitar.

-Todo iba bien, no teníamos problemas. Hasta que ustedes decidieron seguirnos, claro. -dijo Eric enojado. -Pueden hacerles daño. -dijo y subió las escaleras.

Las chicas y yo nos miramos preocupadas. Me levante e iba a seguir a Eric, pero Ethan me detuvo.

-Creo que es mejor que lo dejes solo. -dijo y me solto.

-Bueno, ¿entonces qué haremos? -pregunto Mia.

-Pues esperar que el niño de papi desee algo para que nos chantajee. -Christian puso los ojos en blanco.

Las chicas y yo nos miramos, preocupadas.

(:::)

A la mañana siguiente, todo el lugar era pura tención, por todo lo ocurrido la noche anterior. Y había mucha más tención entre Christian y yo por el beso. Mis hermanos y yo nos fuimos luego de desayunar. Eric y Ethan estaban súper enojados y lo entiendo perfectamente. Entiendo que tal vez debimos dejar de ser curiosas por una vez y no seguirlos.

Las chicas y yo estamos preocupadas por el problema en el que tal vez metimos a los chicos.

Al llegar a la casa hablé un poco con mis padres y me fui a mi cuarto. Me recosté en mi cama y cerré los ojos. Eres...tan...dulce...

Suspire. ¿Por qué me había besado? El me odia. O eso me ha dado a creer todos estos años. Seguro solo lo hizo por impulso. O tal vez...

De repente mi teléfono suena. Era un número desconocido, pero igual conteste.

- ¿Hola?

-Hola, preciosa.

- ¿Quién habla? -pregunte extrañada sentándome en la cama.

-Hablas con tu futuro esposo, princesa. -dijo soltando una leve risa que me causo escalofríos. - Tyler Lincoln.

Del Odio a El Amor (Grey Steele)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora