Parte 1 Capítulo 2

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Estoy nervioso, es la primera vez que me cambio de escuela, no sé qué debo hacer o cómo actuar. Anoche me dormí a eso de las 11:30 y me paré a las 2. Me pongo el uniforme, este es un pants azul marino con dos líneas a cada lado, una playera blanca con cuello redondo, y una sudadera del mismo color azul marino con el escudo del lado izquierdo.

No tengo nada de hambre, estoy nervioso ya fui al nuevo cole ya sé dónde queda, me tomo solo una taza té de canela porque de los nervios tengo hasta náuseas. (Por eso no desayuné absolutamente nada sólido)

- ¿Estás nervioso hijo?

-No madre, para nada. –Mentí porque según yo disimulé bien mi preocupación. –Bueno Jefa, ya me voy, no quiero llegar tarde a mi primer día 

-Con cuidado hijo, mucha suerte te amo.

-Y yo a ti.

Salí y con mucha inseguridad cerré la puerta con unas ganas de encerrarme, pero no había vuelta atrás así que pues –Que sea lo que Dios quiera. –Pensé, aunque el lado bueno es que en esa escuela iba una prima mía, bueno una prima lejana que, pues diciendo las cosas como son hace rato que ya me gustaba, pero no me atrevía a decirle la neta por miedo a que se alejará. Bueno prosiguiendo con la historia caminé, me hacía un cuarto de hora caminando, puedo jurar que ese tiempo lo sentí eterno. ¿Y si me rechazan? ¿Y si no la rifo como alguna vez lo hice? A lo que tope. Esa fue mi respuesta. Todo el camino fui pensando esas cosas hasta que por fin vi mi nuevo comienzo. Saqué una libreta azul en la cual debía haber una fotocopia de mi credencial; entré con la libreta en mano y al entrar vi que era casi la misma estructura que en mi secundaría anterior. Pasé a coordinación donde el director me pidió unos papeles que llevaba, los entregué y prosiguió.

-Ven, acompáñame te mostraré las instalaciones

Y confirmó mi suposición era casi igual a mi antigua secundaria. Subimos por unas escaleras donde entró al segundo salón. Entré tras de él.

-Atención. –Ahí fue cuando vi que iba a encajar en ese grupo. El maestro escribiendo en el pizarrón y muchos con audífonos, otros en su cotorreo y bueno.

De repente volteé a ver a la esquina, ahí vi a una chava, estaba en una mesa sentada. A su lado había un lugar vacío. Se me hizo conocida hasta que alzó el rostro. ¡Oh por Dios!

-Él será su nuevo compañero. Su nombre es Denner Hernández. –Prosiguió

Alcé la cabeza, alcé mi ceja izquierda dando una seño de no tengo miedo, mientras que por dentro mordía la parte derecha del labio inferior además sentía mucha curiosidad y de cierta forma nervios.

El director me señaló el lugar y yo caminé. Tomando asiento.

- ¿Denner? –Se asombró al verme

-Zayra, ¿Cómo estás?

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sigue tu muñeca?

-Me corrieron de mi antigua escuela y pues bien ya cerró. –Le mostré la muñeca donde quedaban unas marcas blancas.

-No debiste estar aquí.

- ¿Por qué o qué?

-En esta escuela hay puro busca pleito.

-Pues hay que calarle quien salé mejor.

- ¿Y por qué te corrieron?

-Una pelea.

-Hablando de eso, ves a aquellos tres. –Señaló a unos chavos que hablaban con dos compañeras, guapillas las morras.

-Simón ¿por qué?

Diario de un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora