Ya es viernes, toda esta semana falté a clases, no he visto a mi pareja, aunque me daría gusto decir lo mismo sobre Alice, pues, aunque Zayra y yo seamos novios, también tengo algo con ella, nada serio, pero tampoco una amistad, durante los días en que me ha venido a ver antes de la escuela nos la hemos estado pasando bien, incluso ayer ella también faltó por quedarse conmigo; no sé si el que ayer no pasara algo comprometedor fue para mí buena o mala suerte, puesto que por un lado quería ya que entre nosotros ha habido una conexión o mejor dicho una química entre nuestros cuerpos, sentimentalmente no sentimos la gran cosa uno por el otro, aunque cuando ella y yo comenzamos a dejarnos llevar por la pasión ambos nos volvemos locos, algo nos envuelve, algo que simplemente nos bloquea tanto a ella como a mí, cuando estoy solo como es el caso de hoy pienso y digo quiero estar con Zayra únicamente, pero al ver a Alice pasa dentro de mí una corriente eléctrica que desconecta mi alma y hace corto en mis entrañas.
Por más que he tratado que pasé y sienta lo mismo con Zayra jamás logré sentir eso y desgraciadamente cada día se acercaba más el tiempo en que tomaría una decisión.
¿Quién será a esta hora? Comencé a bajar las escaleras cuando el timbre volvió a sonar. - ¿Quién toca? –Nadie respondió, por lo que creí que únicamente sería Alice o una broma de tocan y se van, aunque la segunda era poco probable puesto que eran las 10:18 A.M.
-Al... carajo Zayra, deberías estar en la escuela reina.
- ¿Ibas a decir Alice? ¡Verdad! –Estaba con una sudadera gris que era su favorita, un top negro, short de mezclilla y sus converse negros.
-No, bueno sí. No sé. –Me bloqué y ya no supe que responder. –Pero pásale. –Me hice a un lado para que entrase. - ¿Quieres algo de tomar? ¿café, té o refresco?
- No gracias. ¿Qué ha estado pasando con ella? –No dudaba nada, tal parece ya había planeado lo que iba a decir, por lo que sabía que hacer o contrarrestar cada pretexto o en dado caso la respuesta que le daría.
-Me encanta cuando te pones así amor.
-No me gires el tema.
Chale, ya se dio cuenta de lo que quise hacer. –Es que enserio, me gusta cuando te pones celosa porque ahí me doy cuenta que me amas.
-Lo hago, por eso tengo miedo de que te claves en ella y me termines botando.
¡Si! Logré hacerlo, no le mentí, aunque tampoco le dije la verdad. –Aunque lo dudes, y por mis acciones pienses lo contrario, quiero que sepas que Te Amo reina. –Comenzó a sonar el timbre y la perra inició a ladrar.
- ¿A quién esperas Gavi?
-A nadie que recuerde amor. –Dudaba de lo que dije, así que comenzó a caminar hacia la puerta.
- Ah, eres tú. –Lo dijo enojadísima; demonios, tenía que ser ella. –Lo bueno es que no esperas a nadie Denner, y lo más bueno es que me amas.
-Zayra yo
-Vete al carajo. –Salió de la casa con pasos firmes, estaba lo que le sigue de enojada; no cerró la puerta por lo que Miroslava entró.
- ¿Qué le pasa a tu noviecita?
- ¿Es neta? ¿Tenías que llegar justo ahora Alice? -Me dirigió una mirada de indignación. –Y ni me veas así, que el indignado soy yo ¿Por qué viniste justo ahorita que Zayra vino?
-Vine justo por eso, porque te quiero para mí, y sé que, aunque lo niegues te pasa lo mismo. Zayra no es el tipo de mujer que debe de estar a tu lado, ella aun es una niña y tú ya necesitas a una dama, alguien que te sepa complacer, alguien a quien no ames, si no que desees, porque el amor es algo bonito, pero no deja nada bueno.
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Diario de un cambio
AventuraDenner Hernández, un joven de carácter fuerte y decidido, un tanto temperamental, lleva una vida agradable ante su gusto en la secundaria que el ha considerado su segundo hogar, pero todo eso esta a punto de cambiar ahora que ha hecho su última fall...