Jimin || your promise || Imagina Con...

capítulo 1

(reproduce el vídeo)

Aquel chico castaño se encuentra en la ducha, se le está haciendo tarde para ir al cole pero a él no le importa. Música con una melodía deprimente se encuentra sonando a través de la bocina de su celular.; cuidadosamente frota las heridas de sus muñecas que él mismo provocó en un ataque de depresión.

- Lo siento tanto -se susurra Jimin a sí mismo mientras se viste-.

Ya listo y sin desayunar, se dirige a clases. No es como que él sea un alumno muy responsable desde aquel incidente con t/n. Acaba de llegar, él sólo observa al suelo sin tener cuidado de sus paso, y por obvias razones termina chocando con alguien.

- Lo siento -dice una ronca voz femenina desanimada- déjame te ayudo a...

Al levantar la vista, t/n y Jimin se han dado cuenta de que acaban de chocar. Levantando los libros y dejándolos en sus manos, t/n sale casi corriendo de aquel pasillo. Jimin intentaba aguantar las lágrimas, fue tan inesperado y sinceramente, él seguía extrañando cada detalle de ella.

. . .

Al finalizar las primeras tres clases todos salen al descanso, menos t/n, quien justo ahora se encuentra sentada atónita pensando en lo que pasó hace tres horas con su ex mejor amigo. Jimin fue, es y será tan jodidamente importante para ella que no sabe qué pensar respecto a todo eso.

- Oh, t/n -llama una voz familiar- ¿no saldrá al descanso?

- No -negó desanimada- ve tú, Jungkook.

- ¿Se encuentra bien, noona? -preguntó aquel chico-.

- Sí -respondió con una sonrisa que se veía realmente falsa- no te preocupes por mí, vete.

Jungkook sólo salió de aquella sala de clases y fue al patio, luego de un rato el timbre sonó y todos volvieron a entrar nuevamente. Ella no sabía qué hacer, realmente se sentía extraña, nunca creyó que en ese día se topara con Jimin y volviese a dirigirle la palabra.  No pudo evitar suspirar, y Taehyung, quien se encontraba a su lado no pudo evitar sentir curiosidad así que preguntó.

- ¿Sucede algo, t/n?

Ella no quería contarle a nadie, pero Tae era como su hermano, no podía guardarle nada -no es nada, Tae. Pasó algo con Jimin, es todo.

- ¿Hablaste con él nuevamente? -preguntó con una sonrisa-.

- Luego te cuento, tonto. Guarda silencio.

Taehyung estaba realmente ansioso, tenía la esperanza de que todo volviese a la normalidad con ellos dos y se hablasen nuevamente. Lamentablemente no fue así con los demás chicos; ellos sólo querían que t/n y Jimin fueran felices sin importar qué decisión tomaran respecto a sus relaciones (siempre cuando no les causara daño). Yoongi estaba al tanto de lo que Jimin hacía, así que sabía que el menor se autolesionaba. Se le hacía algo verdaderamente estúpido, pero no podía hacer nada para detenerlo; no importa cuántas veces le quite sus navajas, Jimin siempre conseguía unas nuevas.

Sonó el timbre y t/n se tomó su tiempo para guardar las cosas. Estaba ansiosa, no quería volver a toparse con su ex mejor amigo. Su pecho dolía demasiado, sentía que lloraría si seguía recordándolo. 

- Jimin -susurró para sí misma-.

- ¿Jimin? -preguntó Jungkook- ¿qué sucede con él?

- Nada -respondió golpeando la espalda de aquel chico- me voy a casa.

De camino hacia su casa, t/n pensó mucho en qué le diría a Jimin si se lo volviese a topar por ahí. Al levantar la vista, se encontró con unos rostros bastante familiares. Sus hyungs estaban afuera de su casa y ella no los había invitado. 

- Aigoo, idiotas -exclamó t/n golpeándolos- ¿por qué no me dijeron que vendrían? ¡Hubiese preparado algo!

- Porque no hubiese sido sorpresa, boba -le respondió Yoongi a t/n con una leve sonrisa revolviendo su cabello- ahora vayamos adentro que tengo frío. 

Los chicos y t/n entraron a la casa y pronto vieron el desastre que había, blusas tiradas por doquier y hojas de un cuaderno arrugadas y botadas en el suelo. Con una expresión de asco, Hoseok y Jin comenzaron a limpiar poco a poco aquella desordenada casa.

- Hobi, Jin -llamó t/n con un sentimiento de vergüenza- dejen de limpiar, no hace falta.

Los otros chicos sólo reían, a pesar de que únicamente tres de sus hyungs (Yoongi, Jin y Hoseok) habían ido a visitarla y los demás no, ella se sentía algo feliz y por un momento pudo olvidarse de lo que había pasado en la mañana, aunque de vez en cuanto sentía pequeñas punzadas en el pecho que hacían que se sobresaltase.

- Yoongi hyung -dijo t/n con una sonrisa- ¿me va a invitar a comer?

- No -contestó de una manera seria- para algo tenemos a Jin hyung, que él cocine.

Al escuchar esa respuesta t/n hizo un puchero, todos lo habían visto a lo que dos de sus hyungs, Yoongi y Hoseok, comenzaron a pellizcar sus mejillas.

- Eh, idiota -dijo Jin golpeando el hombro de Yoongi con una servilleta- ¿quién dijo que yo cocinaría? ¡Ella ni siquiera tiene especias o alimento en su alacena!

Sorprendido, Hoseok hizo una mueca de sorpresa - ¡T/n! ¿Cómo puedes vivir así?  ¿Qué haces cuando te da hambre?

Ella sólo rodó los ojos luego de un suspiro - Cállate, idiota -respondió riendo. Hoseok sólo reclamó diciendo que era mayor que ella y demás cosas.

- ¿Entonces, Yoongi hyung? -preguntó t/n abrazándolo- ¿me llevará a comer?

- Está bien -respondió luego de rodar los ojos- si así dejarás de molestarme te llevaré.

- Muchas gracias, hyung. Es el mejor del mundo -gritó aquella chica de una manera irónica-.

Risas. Durante el camino al restaurant sólo hubieron risas, era magnífico. Ya ahí, pidieron algunos platillos típicos de Corea del Sur. 

Si tan sólo con Jimin hubiese sido lo mismo.

. . .

- ¡Jimin! -gritaba Taehyung mientras, repetidas veces, golpeaba la puerta y tocaba el timbre de la casa del mencionado- ¡abre, por favor!

No hubo respuesta por parte del chico de adentro. No quería saber nada, no tenía ganas de hablar con nadie. Lo que había pasado con t/n en el colegio lo había dejado atónito. Se podría decir que, la chica de la cual estaba enamorado desde que la conoció, le había provocado un ataque de pánico. No podía dejar de pensar en ella.

- ¡Jiminie! -gritó Jungkook llorando- ¡tan siquiera responda! Me preocupa, hyung.

Y ahí, en medio de tres llantos, un cuarto se le unió. Jimin había abierto la puerta, se le notaba que había estado llorando durante varias horas; tenía los ojos hinchados y rojos. Y ni hablar de sus muñecas, ellas se encontraban bañadas en sangre que ya había secado.

- ¡Jimin! -gritó Namjoon justo antes de que el mencionado se desmayase-.