PELIGRO CRUZANDO LA CALLE ✧ JIKOOK - 지국 FANFIC

Salida XXXV -Impasse-

El viaje hacia la casa de el hermano gemelo de su padre era algo extenso, sumándole el molesto de tráfico ese día domingo. Dios, cualquiera ya se habría desesperado, en especial la pareja que no podía dejar de pensar más de la cuenta. Jungkook suspiró, las cosas parecían querer darle la vuelta a sus planes. No se sentía tan calmado como antes, pero quien sufría peor era Jimin, y los pitidos de los cláxones, no le daban un mejor estado de ánimo al estresado alfa.

El omega podía notarlo, sabía que las cosas comenzaban a escapársele de las manos, bastaba con recordar lo sucedido minutos antes en la casa cuando después de algunos segundos que parecieron eternos, su papi habló para romper el silencio asfixiante de ahí. Dijo que lo mejor sería irse ya, en todo momento pareció tenso con una sonrisa titubeante, después se paró del sillón con la intención de hablarle a Jimin, pero apenas lo nombró para hacerle una mísera pregunta el alfa lo tomó del hombro después de decir con la voz gélida: Vámonos. Así arrastró a su papi hasta la entrada de la casa y Jungkook estaba tan angustiado que dejó a Jimin en su lugar para ir detrás de ellos, pero al parecer estaban más concentrados en otras cosas porque ni siquiera lo notaron. Quiso llamarlos para que se detuvieran, sin embargo, antes de poder emitir algún sonido la voz de su papi lo dejó helado.

—Auch, me duele Myeong. Suéltame—forcejeaba con el hombre, buscando desesperadamente que le soltara el brazo.

—Guarda silencio—utilizó su voz de mando en contra de su esposo, quien al escuchar la orden cerro la boca y dejó que el alfa lo siguiera empujando a la puerta de entrada, donde desaparecieron después de un fuerte portazo.

Sorprendido, fuera de lugar, esas y muchas palabras más hicieron que el desayuno se le subiera a la garganta, recordar como su padre trató a su papi, le daba la sensación de querer vomitar. Los brazos de Jimin cuando regresó a la sala le hicieron sentirse un poco mejor, aunque no terminaba por convencerle la idea de dejar a su papi solo en el mismo auto que su padre, pero no había de otra, era eso o ir con ellos, mientras aguantaban la respiración de lo tenso que sería estar allí

Quería llegar pronto a la casa de su tío, seguramente eso lograría que las cosas mejoraran; tenía la esperanza de que así fuera.

Ahora sólo podía mantenerse erguido, firme a todas las desiciones que se prometió la noche anterior, debía hacerlo, hacer que las cosas resultaran. Comenzaría por Jimin, quien aún se mantenía tenso, con un mal humor subiéndole a la cabeza, eso no podía seguir, si quería evitar alguna pelea tenía que mejorar su humor, porque si Park llegaba a pelear con su padre... No lo quería ni imaginar.

Usó su mejor armamento poniendo los ojitos de un perrito triste antes de poner su mano sobre la de Jimin, que reposaba en la palanca del auto. Quería transmitirle toda la paz posible, demostrarle que las cosas no se habían arruinado, que ahí estaba él para apoyarlo en ese momento.

Jimin dejó de mirar el camino unos breves instantes observando los grandes ojos sonrientes de su novio, la boca encorvada en una linda sonrisa. Suspiró, y con eso pudo sentir como los malos pensamientos salían de su cuerpo, la sonrisa, el calor de Jeon, todo lo hizo sentir un reconfortante abrazo en su corazón. Parecía que la tormenta se disipaba en el cielo de su cabeza, mostrando los leves rayos amarillos del sol entre las nubes grises.

Le devolvió la sonrisa al instante, apretando más el agarre entre ambas manos. Si, aún las cosas no comenzaban realmente, todavía quedaba camino por recorrer, debía mostrarles a los padres del omega cuanta era su adoración hacia su hijo, demostrarles lo tan locamente enamorado que se encontraba, lo dispuesto que estaba por meter sus manos al fuego sólo por él. Que lo amaba y quería estar a su lado y eso, ellos no lo podrían cambiar.