DÍA TRES DEL CONTAGIO.
Me despierto sobre saltado al escuchar un gran ruido y siento que Mica se me acerca aún más en nuestra pequeña cama improvisada.
—¿Qué fue eso? —pregunto por lo bajo a Mica que se encuentra a mi lado.
—No sé —responde hablando despacio.
Enciendo la linterna, que la había dejado a un lado mío en el sillón donde estamos acostados, y alumbró hacia los pies de nosotros. Dos pequeños golpes se escuchan en nuestra puerta y luego se habré, Mica me abraza fuertemente del susto y alumbró hacia la puerta en la que estaba entrando uno de los gemelos y al ver la cicatriz reconozco cual de los dos es.
—Perdón por molestarlos pero Tom dijo que los llevará hacia la entrada —dice Juan una vez a dentro.
—Si, no hay problema —digo levantándome de los sillones junto con Mica.
—¿Qué hora es? —pregunta Mica.
Alumbro el reloj —Más de las tres de la mañana —respondo.
Cuando salimos de los sillones, las luces de emergencia se encienden, alumbrado toda la oficina, apagó la linterna y aún dormido me dirijo hacia el baño junto con Mica y nos tiramos agua en la cara para despertarnos bien.
—¿Qué pasa? —pregunta Mica al escuchar nuevamente los golpes.
—Hay muchos cazadores afueray si no se calman vamos a tener que hacemos algo o van a entrar—responde Tom.
—¿Cazadores? —pregunto.
—Los hijos de puta con el brazo en forma de garra —me responde Juan que está parado al lado de Alan.
—Después hablaremos sobre los nombres —dice Tom—. Ahora vamos todos a prepararnos, siganmen —nos dice mientras lo seguimos por el pasillo donde están las oficinas, pasamos por seis oficinas sin contar la uno y dos, y bajamos unas escaleras a la derecha, es como una gran oficina con un pasillo y dos puertas, entramos por la puerta de la izquierda a una armería con cuatro estantes lleno de rifles automáticos, escopetas, pistolas, y rifles con miras, cada una con cargadores, cajas con balas y algunas de las armas con silenciadores.
—Toma —Tom me entrega en la mano un cargador —. Para tu Bersa, no sé si tendrás pero no está de más unas pared de balas más,y ponele esté silenciador, no queremos que sepan que estamos ahí con ellos —dice mientras cargo la 9 mm Bersa—. ¿Sabes usar un arma? —le pregunta a Mica.
—No, no me gustan las armas.
—Bueno entonces ahora veremos en que puedes ayudarnos —dice agarrando una pistola con silenciador y cargándola.
Todos agarran unas pistolas con silenciadores y comienzan a salir de la armería.
—Ya han pasado veinte minutos y los golpes no paran señor —dice Alan dirigiéndose a Tom.
—Bueno tendremos que salir a matar a los cazadores —habla Tom—. Prepárensen para salir, Juan anda a apagar el generador, te vamos a esperar en la salida de emergencia.
—Quédate en la oficina y no habrás la puerta a menos que te lo diga —le digo a Mica.
—Bueno, cuídate mucho.
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Virus Hilax
Science FictionJosh se encuentra con la única obligación de mantener con vida a su esposa Mica y a él mismo, acechados constantemente por la muerte que se encuentra en manos de cientos de criaturas que no pensarian dos veces en atacar sin piedad a quienes tuviecen...