Virus Hilax

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     —¡Necesitamos apoyo! —grita un hombre a través del radio.

     —Dime tu posición, cambio —dice alarmado Tom hablando por el radio que se encuentra cerca de uno de sus hombros.

     —¡Estam... en... calle...! —se corta la comunicación, se escuchan disparos a lo que Tom se alarma aún más junto con Alan que se encuentran en la comisaría—. ¡Rápido!.

     Los gritos de las personas se comienzan a escuchar a lo lejos, seguido de disparos que se pueden escuchar que vienen del lado del centro.

     —¡¿Alguien puede decirme que está pasando?! —grita Tom.

     —Son disparos señor —dice un hombre en la entrada.

     —¡Ya se que son disparos carajo! —dice Ton enfurecido—. ¿Nadie puede decirme qué es lo que está pasando?.

     —No lo sabemos señor, no podemos establecer comunicación con ninguno de nuestros hombres —una voz femenina se hace escuchar desde una pequeña oficina en la entrada que sirve para atender a los civiles.

     —¡Traiganmen al Cabo Sánchez!.

     —Acá estoy señor —llega Miguel después de unos segundos, adopta un postura derecha y firme con los brazos a sus lados.

     —Tu nos acompañaras, vamos Alan tenemos que averiguar que pasa.

     —Si señor —afirman al mismo tiempo Alan y Miguel.

     Una vez afuera, suben a una patrulla policial y se encaminan para el lado del centro a toda velocidad, los disparos se comenzaban a hacer cada vez más repetitivos al igual que los gritos de las personas, observaban a la gente correr en dirección contraria a ellos.

     —¡Ayudaaaa! —grita una señora que está en el medio de la calle arrastrándose.

     —¡Frena! —le dice Tom en el asiento del acompañante a Alan, quien es el que está conduciendo mientras Miguel está en uno de los asientos de la parte trasera. La patrulla se detiene a unos metros de la señora—.Miguel ven conmigo, Alan quédate acá.

    —Si señor.

     Tom con Miguel corren en dirección hacia la señora de unos sesenta años de edad aproximadamente que se encuentra en el asfalto, al acercarse notan como la señora tiene ensangrentada la remera de color turquesa en la parte del cuello.

    —Anda a pedir una ambulancia.

     —Si señor —dice Miguel al retirarse corriendo hacia la patrulla en donde está Alan.

     —Señor, hay una civil herida y esta perdiendo mucha sangre —dice Miguel a Alan al llegar a la patrulla.

     Alan mueve las frecuencias del radio que se encuentra en el tablero y agarra el radio —Habla el Sargento Alan Pérez, necesito una ambulancia, cambio —espera unos segundos y al no recibir respuesta vuelve a insistir—. Habla el Sargento Alan Pérez, necesito una ambulancia, cambio—pasan unos segundos y sigue sin obtener alguna respuesta—. Mierda, ve y ayuda al Suboficial Mayor Rodríguez, yo seguiré intentando.

     —Si señor —dice retirándose hacía donde está Tom, al llegar nota los brazos ensangrentados de Tom.

     —Señor, el Sargento Pérez no a podido establecer comunicación.