Virus Hilax

10

                         DÍA OCHO DEL CONTAGIO.

     Una gran tormenta se escucha en las calles y por eso no puedo dormir al igual que Mica. Estamos sentados con Sophia.

     —Creo que tienen que saber algo —nos dice Sophia—. Es confidencial pero creo que eso ya no cuenta en estos días —saca una laptop del maletín y la pone encima del escritorio.

     —¿Qué es eso?.

     —Esto, señorita Micaela, es la verdad.

     Ambos nos miramos intrigados mientras Sophia pone un vídeo. En el hay un científico de bata blanca y guantes azules, de unos treinta o cuarenta años de edad, y muy mal presentado.

     —Vídeo número cincuenta perteneciente al Virus Hilax, este es posiblemente el último vídeo que trasmitir y explicaré lo que pueda...

     Sophia pausa el vídeo —Está adaptado al lenguaje de cada país —sigue nuevamente el vídeo.

     —... he logrado hackear todo tipo de artefacto para que éste vídeo sea transmitido a cualquier parte del mundo con el fin de informar lo sucedido. Mi nombre es Marcus Gorbachov y soy uno de los científicos que trabaja o trabajaba para el Gobierno Ruso, el virus Hilax fue creado con el fin de reducir fácil y rápidamente al enemigo, sea quien sea, pero muto en algo que se nos fue de nuestro alcance, queríamos que se produjera la muerte y que se mantuviera así, en lo único que acertamos fue en que se propague vía aérea, pero sólo fue durante un corto plazo. Ahora lo que me pregunto es ¿Cómo escapó el virus de estas instalaciones? Lo único que se me ocurre es que alguien allá dejado escapar apropósito y ... —se escuchan unos fuertes golpes y el científico mira hacía su derecha de donde pareciera que provengan los golpes—. El Virus Hilax ataca al sistema nervioso, matándolo y después de un leve tiempo los revive, y sólo destruyendo su cerebro se los puede parar —un leve gruñido de escucha—... nada de esto tendría que estar pasando, ya no se que hacer, me he atrincherado en el laboratorio donde estaba trabajando en conjunto con mis compañeros para nuestro Gobierno. Ahora soy el único de los quince científicos que estábamos trabajando aquí, ya que todos han sido contagiados cuando entró un científico infectado con el virus de otro sector y empezó a destruir todo en donde estaban todas las muestras del Virus Hilax, fue reducido por nuestros guardias pero el virus viajó por las ventilas infectando a todos los que pudo, la mayoría escapó antes de que las puertas se cerrarán sin dejar salir a nadie, es un protocolo de seguridad para que las cosas que hacemos aquí queden sólo aquí, los que se infectaron fueron llevados a una sala un piso más abajo para que queden en cuarentena. Cuando el virus se apodero por completo de ellos se noto que la mutación fue realmente monstruosa a comparación de un contagio por los fluidos, son mucho más grandes, tienen gran velocidad cuando adquieren impulso, tienen un gran aumento de fuerza y masa muscular, y su piel es muy resistente, si se los quieren matar deben disparar a el ojo para que la bala penetre hasta el cerebro, sólo con un arma de un calibre muy grande podría penetrar sus pieles. Yo he estado en cuarentena con ellos ya que eh sido infectado vía aérea, logre escapar de ellos y me quede en este laboratorio experimentando conmigo mismo. Lo que estoy haciendo, o mejor dicho estaba, era buscar una cura, una vacuna, pero no lo eh logrado, lo único que logré es atrazar al virus pero no puedo destruirlo. Es el día veintisiete desde que me propuse encontrar la cura, hace veinticuatro días que se escapó y se fue todo a la mierda por culpa del Virus Hil... —se escucha un fuerte golpe en la entrada del laboratorio, aún más fuerte que los anteriores—. Mierda creo que la puerta ya cayó y de seguro ya están acá adentro, sólo espero que no me encuentren demasiado rápido así puedo terminar este vídeo. A la cabeza, sólo eso recuerden, en la cabeza tienen que concentrar su ataque, no malgasten energía en destrozar alguna otra parte del cuerpo, nada los para sólo hasta que la mierda de sus sesos estén regados por el suelo. Antes se les disparaba y se los incineraban para así se detengan de una vez pero ya no hay tiempo para eso, tienen que esconderse —se queda en silencio un momento—. Estoy bajo un escritorio rodeado de estantes para que no me vean pero si no me matan ellos lo hará el virus para luego traerme en forma de esas cosas, cosas peores me merezco por hacerle esto a la humanidad. Lo único que les digo es que se alejen de ellos, de los más grandes, nada los para pero sólo les diré una cosa, es que tienen que correr para sobrevivir, correr y esconderse es la única opción que tienen, y eh descubierto que la sangre que no se ... —un fuerte grito se escucha emitido por el científico al momento en que su brazo es arrancado de un sólo golpe con las inmensas garras de la bestia inmensamente poderosa y luego queda la pantalla negra.

    —¿Todo esto lo hizo Rusia? —pregunto aún sin entender.

     —Exacto.

     —¿Hace cuánto tenes este vídeo?.

     —Hace unas horas.

     —¿Entonces hace dieciséis días que empezó esto?.

     —Si, pero se trató de evitar todo lo que se pudo para que se difunda.

     —Pero se difundió y tarde.

     —No pudieron controlar el virus y una vez que se escapó de Rusia ningún país pudo controlarlo y acabó con todo.

      ***

     Una vez que se levantaron todos Sophia les mostró el vídeo.

     —Sólo hay algo que no entendí —habla Tom—. La sangre —continúa—. ¿Descubrieron de qué habla?.

     —Si, al parecer hay algunas personas que tienen el Antix en su sangre desde nacimiento.

     —¿Antix?.

     —Es una especie de antivirus natural que mata al Virus Hilax pero no todos lo tienen, sólo un porcentaje de la población lo tiene.

     Todos quedan mirando a Josh.

     —Creo que lo tengo yo, al Antix —hablo.

     —¿Cómo lo sabes?.

     —Hace unos días me mordieron el brazo y no me convertí.

     —Entonces tú nos puedes salvar.

     —¿Cómo? —pregunto sorprendido.

     —Con tu sangre se puede hacer la cura pero debemos ir a Rusia, sólo ahí tienen lo que se necesita para fabricar la vacuna.

     —¿Pero si esto se sabía porque no busco el científico la sangre con el Antix? —pregunta Tom.

     —No lo sé, pero el estuvo tratando de crear el Antix aunque sin lograrlo como vieron.

     —Entonces tenemos que ir a Rusia.

     —¿Estás loco? —dice Mica—. Nunca llegaríamos y además somos muy pocos.

     —Busquemos gente entonces —habló—. Tengo familia en Tucumán y mucha.

     —Y yo la mía—habla Juan.

     —Ya está decidido, preparen las cosas, en un rato salimos —habla Tom.

    ***

     Horas después bajo la lluvia partimos con nuestros vehículos a Tucumán. No sabemos lo que nos espera ni lo que encontraremos pero mejor que este lugar seguro que lo será.