Once Upon A Time_ Louis Tomlinson

Cap1. ¿Mejor amigo?

-Dacca, ya para. ¡Déjame en paz! -gritó Ally al borde de las lágrimas. Puse los ojos en blanco.

-Pues es mi habitación, digo lo que quiero. -dije impasible.

-Ah, qué difícil eres. -se quejó saliendo de habitación.

Y así terminamos con "Las hermanas Dawson discutiendo por Peter Pan". Nos vemos luego, amigos -pensé sonriendo. Sí, por Peter Pan. Ha intentado convencerme de que crea al menos en Peter Pan, lleva en eso casi dos años. Ella es la típica hermana menor que intenta convencer a la mayor de creer en los cuentos de hadas. ¡No se ha rendido, aunque tiene catorce! -Debería hablarte sobre mí, cierto. De acuerdo eso haré.

Soy Dacca Dawson, tengo 17 años y vivo en Londres. Soy de mediana estatura y, si no lo has notado, soy muy realista. Mi cabello es ondulado castaño con reflejos ámbar. Mis ojos son miel y piel es algo pálida. Soy tímida e insegura y muy reservada. Aunque no crea en los cuentos de hadas, me gusta mucho leer novelas de ficción y mitología.

No me sorprende tener menos amigos que enemigos. Sí, enemigos. No del tipo que estás pensando, simplemente no podemos estar en el mismo lugar por más de media hora porque empezamos a discutir. El peor de todos: Louis Tomlinson, pronto sabrás porqué. Katherine Pierce, Jennifer Shake y Kamille Boldman. No soy buscaproblemas, me aburren, pero estos chicos hacen todo lo posible para hacer rabiar y meterme en problemas.

-Dacca, Louis vendrá en media hora. -dijo Ally entrando a mi habitación.

-¡Otra vez¡ ¿No te cansas de tenerlo todos los días aquí?

-No. Nunca. El que no te agrade no impedirá que sea mi mejor amigo.

-¡Ja! ¿Mejor amigo? ¿Él lo sabe? -dije riendo.

-¡Obvio! Ya no me molestes. -dijo enojada.

-Yo estaba tranquila aquí, fuiste tú quien entró anunciando una visita indeseada.

-Touché.

Sí, se supone que Ally y Louis son mejores amigos. Ahora todos los días de mi vida tendré que soportar a ese chico en mi casa. Venía todos los días para hablar y reír con Ally, ah, y a hacerme la vida imposible. No sé que tanto hablan, ni siquiera tienen la misma edad ni los mismos gustos, nada en común. Solo hablan y hablan por horas.

-¿Se puede? -dijo alguien desde la puerta. Alcé la mirada. Ahí estaba Stacy Pierce, mi mejor amiga.

-Claro, pasa. -solo estaba dibujando, aunque no soy una gran artista.

Qué extraño, ¿no? Mi mejor amiga, una chica alegre y divertida, melliza de Katherine Pierce. Aun me cuesta creerlo. Dije mellizas, no gemelas. Mientras Stacy sonreía siempre, Katherine era la rebelde. Lo único que tienen en común son los ojos verdes y el cabello ondulado negro, aunque Katherine hace todo lo posible por no parecerse a Stacy. Viste con ropa oscura (no puedo negar que tiene estilo) y tiñe su cabello con californianas rojizas.

-¿Qué dibujas? -dijo Stacy arrebatándome la hoja de las manos.

-En mis tiempos se decía por favor. -dije yo.

-Pero es que naciste 1.000 antes de Cristo y bien dicho, tus tiempos. -dijo- Si no crees en nada de esto, ¿por qué dibujas vampiros?

-Porque... son lindos. ¿Y si cambié de opinión, qué?

-Nunca cambias. -dijo riendo.

-¿Por qué hacerlo? -nos encogimos de hombros a la vez y reímos.

-¿Qué es esto? -dijo señalando una parte de mi dibujo, que parecía "LT".

-Mm... son... mis iniciales en... noruego. -dije mirando para otro lado.

-Ah, ok. ¿Desde cuándo firmas tus dibujos en noruego?

-Desde... hoy.

-Si tus iniciales son iguales, ¿por qué están diferentes aquí?

-¿Dije iniciales? No, esta es una cruz que no terminé. -dije señalando la "T"- y este es un rayo.

-Vale, lo que digas. -dijo riendo.

Genial, Dacca. Te mereces un Óscar por esa actuación -dijo mi subconsciente.

Stacy no paraba de reír, aún tenía mi dibujo en las manos. Tengo que salvarlo -me dije a mí misma.

-¿Por qué no vas a ver su tal está Harry? De seguro te extraña. -dije aburrida.

-Vendrá en una hora. -dijo mirando a la nada.

-Hey, despierta. Sal de Harryland. -dije haciendo gestos con las manos frente a ella.

Estuvimos un rato riendo y hablando tonterías, hasta que nuestras risas fueron opacadas por otras más escandalosas. Ah, ya llegó -pensé. Todas las tardes tenía que soportar las payasadas de esos dos.

-¿Qué piensas hacer, Dacca? -dijo Stacy.

-¿De qué hablas? -dije confundida.

-No puedes seguir ocultándolo.

Fruncí el ceño pensativa. En ese momento tocaron la puerta y cortaron mi concentración.