LÍNEA DE FUEGO

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Lees este capítulo bajo tu propio criterio,*Sí eres muy de mente abierta, quédate, si no, no me leas.

—. Abre la piernas y déjame meterte mi gran verga entre ese pequeño bizcocho.— Jaló mis piernas hacía él, mientras acariciaba con suavidad mis muslos.

—. Métemela ya.... Estoy escurriendo—. Sonrió son sorna, bajo mis bragas negras de un tirón. Abrió mis piernas tomándome por sorpresa, dió una gran lamida a mi vagina sacándome un grito de placer.

Lamió alrededor, succionaba con fuerza, con sus manos sostenía mis piernas qué pedían ser cerradas, introdujo un dedo, mientras su lengua repartía lamidas en círculo sobre mi clítoris, mi cuerpo sucumbía, podía sentir mi clímax.

Se detuvo. —Aun no putita, bájate por los chescos, necesito mojar mi vergota—. Me levanté con piernas de gelatina, se desabrochó el pantalón, bajo su ropa interior, me hinque.

—. Así es como quería tenerte—. Sin previo aviso, metió su verga en mi boca, con sus manos en mi cabeza, empujaba para darle placer. Con mi mano derecha masturbaba, y pasaba mi lengua sobre él. Lamía, escupía, movía, lamía su cabeza mientras el gemía para mí. 

La unica manera que puedes manter a un hombre técnicamente feliz, suspiraba y gemía de forma inmediata, mientras sus ojos permanecían cerrados. Podía sentirlo tenso, y sus movimientos podrían ser más rápidos.

—. ¡Les queda solo media hora!—. Los toques en la puerta, hacen que me ponga de pie rápidamente, me abra de piernas en la cama y de una sola se clavo dentro de mí.

Sus movimientos eran constantes, duros y rápidos.— Estoy por llegar al clímax, mami, necesito que te corras—. Apretujo mis pequeños senos

—. Estoy por llegar—. Una penetración más, y un chorro desprendió dé mi. Sus movimientos se detuvieron, me dió la vuelta y un jugó procedió a salir de él, para ser tragado por mí.

—Siempre es un placer correrme para ti—.
Johnny me miró con un poco de curiosidad mientras me reponia, lamí mis labios, y estuve dispuesta a irme.. cuando unos brazos cálidos me abrazaron.