LÍNEA DE FUEGO

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Erick Herrera

No me arrepiento de haber permitido que Hanna muriera para pagar la deuda que tenía yo, todos alguna vez hicimos que alguien más pagará por algo que nos tocaba a nosotros. En este caso, Hanna, mi esposa, murió, y su hijo mi sobrino es lo único qué me queda de mi hermano: si tan solo no sé hubieran conocido Hanna aún estaría aquí, es una lástima, el amor te hace tonto.

Siempre que lo pienso, solo me lleva a revivir el día que Adán, mi hermano murió, como si hubiese sido ayer, aún recuerdo cuando me pidió que cuidara de su hijo como si fuera mío, sabía que amaba a Hanna, y me traicionaron, ambos.

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—Ya están muertos Erick, ya no te molestaran, pero sí su hijo sabe que fuimos nosotros, el pasado te perseguirá—tosio sangre, desesperado busque su mano—. Sé que te hice daño, pero cuida a mi hijo cómo tuyo, es lo único que te pido, sé qué voy a morir.. estoy perdiendo fuerzas—

—. Adán.. aguanta un poco más.. TRAIGAN UNA AMBULANCIA.. CARAJO—comencé a sollozar mientras acunaba a mi hermano entre mis rodillas

—. Erick, mírame, ya viví lo que tuve que vivir, puedes dejarme ir sabiendo que te salvé, siempre te cuide como mamá quería.. por favor cuida a mi hijo, te amo hermano—dejo de apretar mi mano, sus ojos se quedaron abiertos, cerré los ojos con fuerza.

—¡No! Adán, tienes que despertar—mi cuerpo comenzó a temblar, alguien intento despegarme de mi hermano—. Déjame, mi hermanito está muerto.. Adán.. vuelve por favor..—lagrimas gruesas inundaban mis ojos,no dejándome ver, subí la mirada, Hanna sollozoba en una esquina, había presenciado todo.

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Duele perder a un ser que amas, mi hermano mayor muerto, mi esposa muerta, mi hija elizabeth también la perdí, y mi.. hijo David lo recuperé, agradezco a Dios qué no me hubieran quitado a lo único que me queda de mi hermano.

Caminé a la habitación encontrándome a David, mirándose en un espejo el cuerpo completo.—Deja de torturarte, esas marcas desaparecerán con un ungüento, tu hermana elizabeth le llamaba ungüento milagroso.—me dedicó una media sonrisa, y comenzó a vestirse, observé su cuerpo delgado.—Cuando estés mejor, vamos a buscar a tu hermana, me odiara seguramente, pero sé que estará contenta.

Me senté en una silla, termino de vestirse y me miró a la cara. —Antes de buscarla deberías saber algunas cosas.. que pasaron entre nosotros—le mire a la cara y se puso nervioso

—¿De qué estás hablando?

Paso sus manos por su largo cabello, bajo la mirada—. Estuvimos juntos ella y yo. Tuve sexo con ella años después que se dejó con abnego.—