I love you, but not in that way

Chan

Felix no quería estar en su casa pero tampoco tenía dinero para llegar al apartamento.

Al prender su teléfono vió varios mensajes de distinas personas muchos eran de Jisung, otro de Seungmim preguntando si estaba bien, y uno de Chan.

Recibió una llamada unos minutos después.

-Hola Félix-

-Hola Chan-

-¿Te recojo?-

-Pensé que estarías molesto conmigo-

-Hace unos minutos lo estaba, pero ya no, ¿donde estás?-

-no se, estoy caminando sin rumbo-

-Quédate ahí, iré por ti, ¿que hay cerca?-

-Un puente cerca de la ciudad, hay una buena vista-

-Ah ya se cuál es, espérame, no hagas nada estúpido-

-¿Porque todos creen que me voy a suicidar?- Félix estaba roto.

-Es preocupación, no muevas ni un cabello rubio de ahí ok?-

-sí está bien-

Chan condujo desde el centro de Seúl hasta el puente el cuál estaba un poco a las afueras. Y condujo algo ansioso.

Llegó en unos 20 minutos.

Vió al chico recargado de la reja, observando la ciudad, las estrellas y la luna mientras se limpiaba una que otra lágrima.

-Hola Lix, ¿no tienes frío?- Se paró junto a él, rozando sus hombros.

-No, estoy bien-

-Es muy tarde para que estés aquí, que imprudente eres, te pudo haber pasado algo-

-Lo siento-

-Debiste haberme llamado de antemano-

Félix seguía llorando.

-Oye, lo siento, perdón por haberle dicho a Changbin, estába segado por los celos- se justificó.

-Está bien, yo también debo disculparme contigo. Lo siento mucho Chan, por no haberte dicho que me gusta Changbin-

-No, no te disculpes por eso, no tenías que decirlo tampoco, y en serio perdón. Me dieron muchos celos, algo raro en mí, sólo me pasa cuando te veo junto a él- se calmo.

Félix lo miró un momento, se veía muy arrepentido.

-Demonios arruiné talvez tú única oportunidad para llegar a ser novio de Changbin- Dijo tratando de sonar arrepentido.

-El no me ve de esa manera, y nunca lo hará, es lo que más me duele, siempre fuí su amigo, pero empecé a desarrollar sentimientos más fuertes por él, era horrible escucharlo hablar de otras personas y ser su pañuelo de lágrimas, y todo porque se lo dije muy tarde- Más lágrimas salieron.

-y tal vez el saber que me gustabas también hizó que no te pensara como algo más- dijo con la mirada baja.

-Pero tampoco es tu culpa Chan-

-¿Te puedo abrazar?- Chan sentía culpa por haber provocando que aquellos ojos que adoraba  estuvieran llenos de lágrimas.

Félix asintió. Sin dejar de ver a la ciudad Chan lo abrazo por la cintura colocando la espalda del otro en su pecho acomodándose en el cuello del menor. Chan cerró los ojos mareandose del aroma del otro y de lo cálido que era su cuerpo. Le gustaba demasiado, tenía que controlarse para no tocarlo de una manera que incomodaria al pecoso.