I love you, but not in that way

Sí, porfavor

Se hacia de noche pero Félix estaba sentado a los pies de la puerta, esperando a que el otro saliera, el no se iría hasta hablar.

Changbin sólo quería desaparecer y estar sólo, no quería volver a ver a Félix.

Se dio cuenta que no se había ido y pronto se haría de noche. Así que llamó a Chan.

-Hey, Chan el idiota está enfrente de mí puerta -

-le dijé que no fuera a
ningún lado, es un terco-

-Así es él, nunca te escucha-

-¿podrías dejar que entre? Tardaré en llegar,
no quiero que le pase nada-

-yo no le dije que viniera-

-porfavor -

-lo que sea-

Changbin abrió la puerta sorprendiendo al rubio pecoso. Casi se había quedado dormido recargándose en la puerta.

-Chan vendrá por ti, hace frío pasa- Félix sintió un poco de esperanza.

-Gra-cias-

-Estaré arriba, no subas-

-Pero... quiero hablar contigo-

-Yo no-

-Porfavor hyung, necesito decirte algo-

-No quiero escucharte- Félix tomó la mano del otro para que no se fuera.

-Porfavor - Lo miró suplicante.

-No, ya no somos amigos, y no quiero volver a serlo- dijo con tono severo.

-Está bién, sólo quiero que me escuches-

-No quiero escucharte tampoco-

-Porfavor Hyung- Félix estaba al borde del llanto.

-No me importa si lloras, no quiero saber qué dirás-

Félix se dejó caer en sus rodillas.

-Levantate, por Dios Félix, ¿dónde está tu dignidad?-

-Me equivoqué, estoy muy arrepentido por lo que hice, sólo quería pedirte disculpas- ya estaba empezando a llorar, al otro le dió mucha pena.

-Levántate ya-

Félix sorbia y gimoteaba. También empezó a temblar en un momento. Estuvo al borde de caerse pero el otro lo sostuvo y lo sentó en el sillón.

No dijeron nada, Changbin ignoraba los ojos del otro. Ya que no dejaba de verlo con esos ojos llorosos.

-Te perdono sólo para que tengas la mente tranquila, pero ya no me busques-

-Entiendo-

Changbin fué por otra bolsa con hielos para su cara y subió a su cuarto. Félix se quedó sólo en la oscuridad, llorando cómo ya era costumbre.

Ni siquiera se movió de su sitio, sólo miraba a un punto fijo.

Pasaron como dos horas o más, Félix no se dió cuenta. Ya era de noche pero no quería que llegara el otro por él, no se quería ir ya que sería la última vez en que podría ver a Changbin, lo presentía.

En un momento después llegó el chico en su carro estacionadolo cerca de la entrada. La puerta seguía abierta y todo estaba oscuro.

Escuchó gimoteos viniendo de la sala.