Capitulo VIII

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EL GATO EN EL ALMACÉN

Esa noche dormí plenamente, repitiendo las bellas escenas de Craig una y otra vez. Cada vez que cerraba los ojos veía su hermosa sonrisa y cuándo dejaba de pensar en ella, escuchaba su melodiosa voz.

Craig causaba sentimientos en mi que nunca había imaginado sentir.

Solo había pasado 2 días con él, pero fueron suficientes para catalogarlos como los mejores días de mi vida.
Pensaba que solo era una felicidad pasajera, que no duraría para siempre. Pero no me importaba, solo quería disfrutar todo el tiempo que pasará a su lado, estar con él me hacía realmente feliz.

Desperté de un buen humor, deseando verlo nuevamente y continuar con una divertida plática.
Baje felizmente a desayunar con mis padres, ellos parecían realmente felices por mi, les alegraba que al fin tuviera un amigo. Anoche mientras regresabamos a casa no podía dejar de hablarles de lo grandioso que fue mi día junto a Craig.

...

Cómo todos los días abrimos el café. La mañana fue tranquila, pero en la tarde la cafetería de lleno de clientes ansiosos por beber nuestro café.
Yo estaba en el almacén, pues prefería mantenerme alejado de los clientes.
Me encontraba sentado en el suelo jugando con Creek fuera de su caja, el pequeño parecía estar mejor pues ahora estaba más alegre y más juguetón.

-Eres increíble Creek. ¡Arg! No puedo imaginar la clase de persona que se atrevió a abandonarte en esa caja. Bueno.. ta-tal vez no tenía manera de mantenerte, pero abandonarte a su suerte no era una opción.
¡Ah! Debió de haberte dejado en algún veterinario o con algún amigo dispuesto a adoptarte. Por suerte te encontré, podría decir que te salve, pero realmente Creek tú me salvaste a mi.
Mis días ahora son más alegres e incluso ahora tengo un amigo.-

Acariciaba las pequeñas orejas de Creek y él solo ronroneaba felizmente. Lamió mi mano con su áspera lengua, esto me hizo cosquillas y aunque trataba de contenerlas pequeñas risas escapaban de mis labios.

Repentinamente escuché un pequeño "click" venir desde detrás.

-Wow, que agradable vista.-

-¡¡AAARG!!-

Mi corazón latía rápidamente, voltee nervioso pues ya sabía a quien le pertenecía esa profunda voz. Parado detrás de mi se encontraba Craig, mirándome con una tierna sonrisa.

Inmediatamente me sonroje, pues me parecía algo vergonzosa la escena que acababa de hacer.
Trata de ocultar a Creek, pues tener un gato en el café no era muy higiénico. Pero inmediatamente fui detenido por la mano de Craig, quien ahora se encontraba agachado junto a mi.

-No te preocupes, no le diré a nadie.-

Dios no podía pensar en nada, era cegado por el brillo que desprendía Craig. Estaba realmente cerca, podía escuchar mi corazón latir rápidamente, tenía miedo de sufrir alguna clase de infarto provocado por su belleza.

Su cabello oscuro solo hacia resaltar sus hermosos ojos verdes los cuales parecían brillar con intensidad. Craig dejo su celular a un lado y ahora de encontraba acariciando al pequeño gato, no podía dejar de verlo y poco me importaba incomodarlo con mi mirada, pues la vista era demaciado hermosa como para preocuparme por ese pequeño detalle.

-Lo estás cuidando tú sólo, ¿verdad?. Por la forma en la que reaccionaste cuando me viste supongo que tus padres no saben de él...... ¿Tweek?-

Lo último me hizo entrar en razón, había quedado totalmente embobado por la escena.

-¡AAH! Ah.. ah.. S-si, lo estoy cuidando yo sólo... ¡Arrg!, m-mis padres nunca me dejarían tenerlo.-

AL BORDE DEL SUICIDIO (CREEK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora