Capitulo V

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HORA DE REGRESAR

El aire frío golpeando mi cara logro calmarme un poco, pero no bastó para que mis manos dejarán de temblar. Aún tenía en mente el daño que le había causado a mi madre con mis acciones.

Debería simplemente dejar de mentirles y contarles toda la verdad, así podríamos buscar juntos una solución, tal vez así ya no me sentiría tan sólo ¿Me liberaría?.....
Pero no podía, Cartman eran un chico vengativo. Él era capaz de idear toda clases de planes para vengarse, podría dañar a mis padres o ir directo a mi.

No puedo permitir que algo le pase a mis padres, son todo lo que tengo en este mundo, mi vida acabaría si ellos ya no estuvieran. Seguramente pasaría todos mis días deprimido y sólo...
Pero después de todo eso tendría que pasar tarde o temprano, al final todos los padres se tienen que ir de este mundo y de nuestras vidas.

Pensar en que algo podría alejarlos de mi solo me hacía valorar más los momentos que compartía con ellos, por más simples o cortos que fueran, él que estuvieran a mi lado era más que suficiente.

Ahh... Ya no temía que alguien me molestará.

Podía beber el delicioso café de mis padres, pues el de la escuela no se comparaba con el suyo.
El café de mis padres era suave, suave como un rayo de sol en la mañana, y también contaba con un olor exquisito el cual te hacía querer beber más y más.

-Oh no, el café de mis padres.-

Tenis que ir a trabajar, pero... ¿Cómo se suponía que viera a mi madre a la cara después de lo que pasó? Estaba muy apenado, seguramente mi madre estaría muy decepcionada de mi o ¿Estaría enojada? No quería descubrirlo, pero tenía que hacerlo.

Caminé lentamente hacia la cafetería. Estaba nervioso, no sabía cómo reaccionaria.

Sentía como se me congelaban las manos a causa del frio, y el pensar en que mi padre podría estar furioso solo me hacía temblar más.
Pensé en muchas formas de perdirle perdón a mis padres, pero cuando llegara el momento ¿Sería capaz de decir algo?

Seguramente mis padres serían más felices si fuera diferente, alguien con amigos, o sí tuviera mejores calificaciones.
Pero eso era imposible...
Me costaba mucho prestar atención en clases, mis compañeros lanzaban bolas de papel a mi cabello, tiraban su basura en mi pupitre y cuándo no hacian nada no podía estar tranquilo creyendo que harían algo en mi contra.

Siempre que llegaba a casa con moretones o rasguños solo le mentía a mis padres diciendo que me caía jugando. Ellos nunca me cuestionaron, parecía que confiaban mucho en mi palabra.

Confianza que no me merezco.

Durante años los he estado engañando, diciendo que todo está bien y llorando en silencio.
Toda la confianza que me tenían la había ganado contando mentiras como si fueran verdades.

Llegue a la cafetería y afuera estaba mi madre con una cara muy angustiada, cuando se percató de que estaba allí corrió hacia mi.

De seguro está decepcionada, baje la cabeza y cerré los ojos con fuerza cuando ví a mi madre parada frente a mi.
De repente sentí como me envolvía en sus cálidos brazos.

-Oh, Tweek. No vuelvas a irte así... Estábamos muy preocupados, no sabíamos donde estabas.-

Pude notar como su voz se cortaba mientras hablaba. Realmente estaba preocupada por mi, correspondí el abrazo de mi madre.

-Lo siento mamá, no era mi intención preocuparte... Y ¡Siento mucho lo de esta mañana! No quería reaccionar así, perdóname. Te he hecho daño.-

AL BORDE DEL SUICIDIO (CREEK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora