¡Carajo no me entiendo y tampoco puedo entenderte!

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«Mierda tengo que hacer algo de una puta vez o este imbécil me...»

—¡Brahms!— grité tratando de capturar su atención, solo se detuvo por unos segundos pero siguió.

«Por alguna razón no quiero lastimarlo... Creo que es a base del miedo que me ha creado, si este loco va a abusar de mí, fué por que yo de idiota lo provoqué»

Me percaté que Brahms tenía las piernas ligeramente abiertas, eso me dió una idea; acomodé mi rodilla entre su piernas y la levanté, dí leves masajes circulares con ella en la entrepierna de Brahms, podía sentir su miembro hinchado; casi al momento que empecé a estimularlo escuché jadeos prevenientes de él, su respiración se volvió algo trabajosa y se detuvo por unos segundos, levantó su cara y me observó a través de los agujeros de su máscara; sin más aviso bajé mi rodilla para luego subirla nuevamente pero esta vez con fuerza, un grito se escapó de la boca de Brahms y se dobló un poco, empezó a quejarse.
Es mi oportunidad para salir corriendo y pedir ayuda, pero hay un problema...

¡Mis putas piernas no responden!

Estaba paralizada, miedo, seguramente es eso, estaba parada viendo cómo Brahms se quejaba cuando se reincorporó no pude leer su mirada, tenía Miles de emociones: enojo, tristeza, dolor y asombro.

«Quiero que me trague el puto suelo»

—¡¿Que mierda haz hecho?!—preguntó histérico.

—Ah...Brahms yo...— empecé a temblar de manera inérsica, Brahms me tomó fuertemente de los hombros— Por favor ...

La mano derecha de Brahms subió hacia mi cuello y empezó a presionar de manera ligeramente brusca obstruyendo algo mi respiración; su otra mano subió hasta mi rostro y lo tocaba de manera brusca, como si quisiera acariciarlo y arrancarlo al mismo tiempo...

Estoy esperando las agresiones, solo quiero terminar con esto, apenas empecé ayer. Brahms acerco su cara hacia la mía, mi nariz sentía el roce de su máscara de porcelana:

—Te perdonaré esto...—dijo finalmente con su voz masculina casi de ultratumba— Porque no quiero perderte.

«¿"Perderme"? No puedo salir corriendo aún teniendo la puerta enfrente»

Asentí torpemente con la cabeza y me soltó, sacó de el bolsillo de su pantalón las reglas, esas estúpidas reglas:

—Tengo hambre— dijo con su voz infantil.

—Tu no quieres perderme por qué se te acabaría tu juguete— dije finalmente. Eso captó su atención.

—Es tu manera de ver las cosas— Fué lo único que Brahms respondió en base a mi comentario.

Bajamos, obviamente yo con miedo en cada parte de mi cuerpo, tenía miedo de arruinar algo en la hora de la comida.

Preparé una comida simple, la serví y él comió:

—¿Tu no piensas comer?— preguntó el lado adulto.

—Soy tu niñera, yo debo preguntar eso— respondí fastidiada.

De manera violenta Brahms tomó mis manos y se paró del asiento, rápidamente arrebaté mis manos y me solté:

—No me vuelvas a tocar de esa manera — Espeté mirándolo fijamente a los ojos. ¿De dónde saco tanto puto valor?— ¿Siempre recurres a la violencia?

—Si es necesario sí— respondió seco— Ahora ven conmigo, vas a vestirme.

—¡¿Qué?!— Pregunté asombrada y desorientada.

Nuevamente Brahms me tomó de las muñecas, esta vez no me pude soltar de su agarre y me llevó a la sala del billar que tanto me aterra, nos metimos en el agujero que había en la pared; caminamos por un pasillo muy estrecho lleno de vigas, telarañas, tuberías y algo de cableado. Después de caminar por ese pasillo confuso llegamos a lo que parecían ser una habitación de un departamento de mala muerte, olía a encierro, humedad y otra serie de olores que prefiero no describir; Brahms se sentó en la desgastada cama, me señaló un mueble, caminé hacia él y saqué lo que parecía ser una camisa sin mangas de color blanco, todas y cada una de las que habían dentro tenían el mismo olor que el de la habitación; me dirigí nuevamente hacia Brahms y estaba él de pie escondiendo lo que parecía ser creo que una muñeca, la verdad no quiero entrar en detalles:

FOLLOW THE RULES (Brahms x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora