FOLLOW THE RULES (Brahms x Reader)

"Lo prometiste"

Iba a gritar para tratar de detener a Brahms, pero conociendolo me ignoraría sin dudarlo, además es contraproducente, la persona de abajo subiría por el sonido.
Corrí por el pasillo y llegué a las escaleras, me escondí atrás de un mueble para tratar de ver quién era el intruso, salí un poco del escondite y dí pequeños pasos, entre el barandal de las escaleras tuve visón y capté la silueta sobrehumana de Brahms, un grito estuvo apunto de salir de mi boca pero me callé, bajé sigilosamente.

«Debo pensar en algo» Miré la puerta de la cocina entre abierta, me dirigí hacia ella.

Al llegar giré la perilla, eso provocó un rechinido captando la atención del intruso y más importante, de Brahms, él no podía escuchar cualquier sonido de puertas abriéndose porqué entraba en paranoia, los distingue tan bien.

—¿Hola?— Una voz masculina sonó a unos metros de mí. Guardé silencio.

Otra vez volvió a escucharse pero a ahora más cercas, logré escuchar una respiración en la misma habitación y era muy trabajosa.

«Brahms...» Pensé de inmediato.

—¡Hola!— Otra vez esa voz, me giré para mirarlo y encontré al señor de hace tiempo, aquel que trae los alimentos a la mansión Heelshire.

—Ah hola— Me tranquilicé al saber quién era el intruso, pero mi miedo volvió a aumentar al recordar que Brahms está entre las paredes y él escucha todo.

—Pensé que no te encontraría, no escuché ruido— Explicó brevemente— Bueno, algo ¿Tienes problemas de ratas?

—Sí, es porqué el lugar estaba abandonado, es por eso...sí— Me recargué ligeramente sobre la perilla.

—Bueno, traje la despensa de esta semana— Dijo y señaló unas bolsas y cajas, no las había visto.— Para la próxima semana traeré las trampas para ratones

—Sí, gracias—

—¿Se encuentra bien señorita?— Preguntó aquel hombre de cabello cano.

—Perfectamente, sólo qué me tomó por sorpresa y...— Solté la perilla— Nada.

—Creo qué está bien, me paso a retirar señorita, gusto en verla—

El señor se retiró, subió a aquella camioneta, prendió el motor y condució hasta salir de la propiedad Heelshire.

—Mierda...— Dije en lo bajo.

Pero aún más mierda cuándo levanté la vista y lo ví, a unos cuantos metros de mí. En ese momento sentí qué mi corazón iba a explotar por la velocidad de mis latidos.
En un movimiento rápido ya tenía a Brahms cargandome, me sujetó del abdomen elevandome y arrastrandome con él para entre las paredes, cómo una película de terror traté de agarrarme de las paredes, rasgué el tapiz antiguo, fué en balde.
Mis gritos eran ahogados por la mano grande y callosa de Brahms, la cuál estaba en mi boca, obstruyendo cualquier sonido de desespero.

«No otra vez» No quería que pasara algo a mayores, se veía furioso.

Al llegar a su habitación improvisada, me aventó contra ese colchón desgastado, sentí los resortes sobresalidos lastimarme ligeramente la espalda.

—Brahms, por favor... Cálmate— Dije poniendo las manos hacia enfrente, cómo para mantenerlo a márgen

—¿Pensabas irte? ¡¿Es eso?!— Gritó eufórico con su voz.

Se abalanzó a mi dirección, lo ví decidido a golpearme, cerré los ojos momentáneamente pero los abrí al escuchar el estruendo, de un golpe hizo un agujero en una de esas viejas paredes de madera.