Escuché que alguien le estaba dando golpes a mi puerta, poco a poco me fui despertando y también poco a poco los golpes se daban más y más fuertes y rápidos. Grité de dentro: Ahora voy! La persona de fuera tenía voz de niño, no paraba de gritar el nombre de Ghost. Me cambié de ropa ya que aún estaba sucio de aquel líquido morado. Cuando terminé de cambiarme de ropa fui a abrir la puerta, pero ya no había nadie dándole golpes, extrañado agarre la pistola y salí dándole una patada a la puerta, no había nadie, pensé que me estaba volviendo loco pero de repente escuché al niño detrás mía, dijo que como no habría la puerta se había colado por una ventana abierta. El niño se llamaba Eric, su madre murió en el suceso de la luna y llevaba tiempo viniendo 2 veces a la semana para verme, él sabía que yo siempre estaba atento a las novedades de los bichos y más. Me dijo que había visto a un bicho que nunca antes había visto. Al oír la descripción de como era, le dije que me dijera donde lo había visto y que se fuera a casa, que ya me ocupaba yo. Me dijo que lo vio cerca de El Menguante. Le pregunté que hacía tan lejos de casa y me contestó que quería imitarme. Al escuchar eso me arrodillé para ponerme a su altura y le dije: No intentes ser como yo Eric, no querrás morir a mi edad, algún día de estos vendrás a mi casa y esa vez por mucho que te cueles no estaré aquí, así que quiero que vuelvas a la ciudad con el sheriff. Fui un poco duro, pero le dije la verdad, por mucho que me duela, no creo que me quede mucho de vida, por culpa de el suceso la mitad o más de la mitad de nuestras medicinas quedaron intoxicadas o inútiles y por si fuera poco, esos bichos trajeron un millón más de enfermedades desconocidas.
Llevé a Eric a la ciudad y le dije que no volviera a El Menguante, lo llamamos así a la mitad de la luna que cayó cerca de donde vivíamos porque se quedó con la forma de la fase lunar "cuarto menguante". Llegamos a la ciudad, llevé a Eric a casa y me puse rumbo a El Menguante. Al salir de la ciudad no me encontré con muchos bichos ya que desde lo sucedido ahora las ciudades eran el principal lugar de refugio y mucha gente se encarga de limpiarlo. Aveces les digo puntos débiles para mayor efectividad y muchas veces me ofrecen dinero el cual no quiero, por miedo a llevar mucha fortuna encima y morir con mucho dinero.
Salí dirección El Menguante, cada vez que me acercaba cientos de bichos se fijaban en mi, tenía balas de sobra, pero como iba a enfrentarme a algo desconocido estaría bien que guardara todas las balas posibles. Cada vez me sentía mas ligero, era lo normal cuando te acercabas a El Menguante, era algo extraño, pero aún no se sabía el porque. Cuando estuve a menos de 1 km de la luna, no me hizo falta buscar mucho, vi a el bicho que me dijo Eric, tal y como me lo había descrito, grande, con mucho espalda, con dos brazos enormes y una cola de escorpión en el culo, se veía su punto débil, tenía las piernas muy finas, con apenas dos disparos por pierna estará muerto, pensé. Sin pensarlo 2 veces, disparé a sus piernas, pero pensando que se iba a caer al suelo me equivoqué, sus piernas se hicieron enormes, aumento unos 3 metros de altura igual que su cuerpo, ahora no solo su torso era enorme, también sus piernas. Me asusté un poco, pero me acordé de un bicho que hacía la misma reacción, el Cabeza Hueca, era un bicho que se podía partir la cabeza en dos y por cada disparo que le dabas en el cuerpo su cabeza se hacía más grande. La manera de derrotar un Cabeza Hueca era lanzando le líquido morado en su parte débil, en este caso, las piernas. Lo normal para poder lanzar ese líquido a algún bicho era cogiendo a un Bocazas, vi uno a la lejanía, me pillaba bastante lejos y estaba en una posición bastante cercana a la Luna, siempre pensé que acercarse a la Luna era peligroso pero en este caso creo que era más peligroso que un bicho enorme te pisara y te hiciera sopa. Esperé a que el gigantesco bicho diera un paso para aplastarme, di una vuelta en el suelo de modo de esquive y me puse puse a correr hacía el bocazas. Era tan tonto que me facilitó el trabajo, se puso a correr hacía mi, cuando fue a saltarme le cogí de una pierna y un brazo, con el cuchillo le quité uno de sus 4 brazos para que estuviera más relajado. El modo para rociarle el líquido en las piernas era arrancando le la cabeza al Bocazas y salpicando le las piernas al gigante. Espere a que volviera a venir a por mi a que intentara darme un pisotazo. Cogí con una mano las piernas del Bocazas y con otra su pelo. El bicho gigante iba a pisar me, cuando su enorme pie estaba a pocos centímetros de mi le arranqué la cabeza al Bocazas haciendo que todo el líquido le salpicara en su planta del pie. No sabía si tenía razón pero cuando el líquido salpicó al bicho enorme se escuchó un grito, un grito de dolor. Poco a poco las piernas se le fueron haciendo mas pequeñas hasta petrificarse en el suelo y con ellas el cuerpo. Me caí el suelo, solté todo el miedo y los nervios acumulados, terminé muy cansado, me costaba moverme, sabía que iba a morir dentro de poco y ese momento lo veía el ideal para que sucediera. Estaba tumbado en el suelo, tenía mucho sueño, mis ojos poco a poco se iban cerrando pero también cientos de bichos se acercaban a mi posición por el ruido causado. Levanté la pistola para defenderme, pero me volvieron las nauseas extrañas. Me iba a desmayar pero escuché disparos y un caballo trotando, una silueta negra se paró delante mía y me dio la mano para que me levantara.
Continuará...
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Gatillo Fácil
RandomClay vivía en la época de los vaqueros, con su padre, uno de los mejores pistoleros de la historia, últimamente rondaba mucho miedo por la modernización, todo poco a poco se iba modernizando mas y mas, pero un hecho extraño hace que esa modernizació...