Dieciséis.

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Mateo

- Ay, pero si sois hermosos. Me siento cupido por haberte obligado a ir a ese concurso.

- Bueno, no te pases que no lo hice por ti.- Repliqué tratando de ocultar una sonrisa de lado y él me golpeó el hombro sonriente. 

- Si no fuera por mí, seguirías grabando cintas que nunca enviarías.- Apuntó y yo me encogí de hombros justo cuando el sonido de la campana que indicaba el fin del recreo retumbaba por todo el patio.

- Dale, que no quiero llegar tarde otra vez.- Le apuré poniéndome en pie y él se paró a mi lado con una sonrisa.

- Tú lo que quieres es ver a Valentina.- Bromeó y rodé los ojos antes de empezar a caminar delante de mi amigo.

Fuimos hasta nuestra clase en silencio y al entrar nos encontramos de cara con Valentina, que par vía terminar de hablar con unas chicas un curso más pequeñas que nosotros.

- Hola, Valen.- La saludó Manuel al pasar por su lado y ella le dedicó una pequeña sonrisa que se borró al verme a mí.

Me acerqué a ella para dejar un beso en su cachete, pero corrió la cara y esquivó mi mirada llevando la vista al suelo.

Fruncí el ceño esperando una explicación de su parte, o una riña por tratar de darle un beso en el cachete en clase, pero en vez de eso se dio la vuelta y caminó hasta su asiento sin decir nada.

Crucé una mirada con Manuel, que se encogió de hombros antes de caminar hasta su asiento, y yo hice lo propio cuando el profesor correspondiente cruzó la puerta.

Me pasé diez minutos mirando el pelo de Valen, que se sentaba delante de mí, e ignorando completamente al profesor mientras trataba de averiguar qué le pasaba.

Cuando me harté de buscar una explicación lógica, arranqué un trocito de papel de uno de mis cuadernos y escribí un "¿qué te pasa?" antes de arrugarlo y lanzarselo.

Ella se giró para ver de dónde procedía la nota cuando está impactó contra su espalda y le sonreí para que supiera que era mía, a lo que ella volvió a girarse y guardó el papel en su estuche.

La miré sin entender y resoplé antes de hacer lo mismo con otro trozo de papel, que ahora terminó entre su pelo. Ella frunció el ceño y lo quitó de su cabello antes de dejarlo junto el otro sin si quiera abrirlos y yo me recosté en la silla.

No sabía el por qué, pero la había cargado con Valentina.






re pt, sorry.

Cintas; Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora