Dieciocho.

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Mateo

- No se que le pasa, boludo.- Me quejé por octava vez mientras enterraba mi cara entre mis manos.

- ¿Y llorando como nene vas a averiguar que le ocurre?- Preguntó mi mejor amigo.- Andá a su casa, boludo.

- No va a abrirme la puerta.

- ¿Querés dejar de inventar y mover el orto hasta su casa, gil?- Exclamó y yo me sobresalté. Nunca había visto a Manuel tan alterado.- Me estoy cansando de tu pesimismo.

- Uh, re ortiva. Voy a prohibirte salir con Flor, te pone agresivo.

- Perdona, Flor me pone a secas. Agresivo me pones vos.- Corrigió y me lanzó un buzo que previamente había agarrado del sillón de mi pieza.- Ponete esto y andá.

Hice me que me pedía aún algo confundido por su actitud y me metí en el cuarto de baño para peinarme y echarme desodorante, capaz que Valen se había alejado de mi por mugriento.

Golpeé mi cachete mirándome al espejo por pensar esas pelotudeces y salí con mi amigo, que ya se había puesto su campera y me esperaba en la puerta de mi pieza.

- Voy a lo de Flor, más te vale hablar con Valentina porque como me entere que te fuiste a la plaza en vez de a su casa te re cago a palos.- Informó y yo rodé los ojos.

Nos despedimos en la puerta de mi casa y agradecí internamente que Emi y mi viejo no estuvieran en la casa ese fin de semana, porque no quería volver llorando y encontrarlos en la sala dispuestos a interrogarme sobre lo que me había ocurrido.

Caminé con calma hasta la casa de Valentina, no tenía ninguna prisa porque me mandara a la mierda, así que iba despacio, con las manos en los bolsillos y unas ganas increíbles de dar la vuelta y dirigirme a la plaza a fumar y olvidar todo esto.

Me armé de valor antes de presionar el timbre de su casa y contuve la respiración hasta escuchar unos pasos en dirección a la puerta. Solté todo el aire de golpe cuando vi la puerta correrse y me atreví a mirar a la chica a los ojos.

- No se lo que he hecho, pero perdóname, en serio. No puedo estar sin vos.

Me sinceré con todo el valor que pude y abrí mucho la boca al fijarme quien se encontraba frente a mi.

- Eu, pará. Vos no sos Valentina.





ahre, perdón por colgarme tanto.
empiezo a odiar esta fic, puede que la acabe muy pronto.

Cintas; Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora