Quince.

3.4K 253 7
                                    

Mateo

Cerré mi armario justo cuando escuché la puerta de la calle abrirse y a Emi llamando a mi viejo. No le di importancia, porque era una vieja costumbre que Dtoke, Nacho o Tuqu pasasen las tardes en casa.

- ¡Mateo, es para vos!- Exclamó mi padre desde el piso de abajo y suspiré rodando los ojos antes de levantarme de la cama y bajar las escaleras. Le tenía dicho a Manuel que me mandase al menos un mensaje antes de aparecer por casa, pero siempre llegaba como si nada.

- Hola.- Saludó Valentina sonriente cuando llegué abajo y me sorprendí. Emi y mi padre nos miraban expectantes y yo sacudí la cabeza para salir del trance en que había entrado al detenerme a apreciar sus facciones.

- Hola, Valen.- Saludé y me giré hacia mi familia.- Eh... Esta es Valentina.- Hablé rascándome la nuca y mi hermano corrió hacia ella mientras mi padre me miraba con una sonrisa.

- Hola, peque.- Sonrió al agacharse para abrazar a Emilio.- ¿Cómo te llamas?

- Emilio, pero me podés llamar Emi. ¿Te puedo decir Valen?

- Claro.- Sonrió ella y mi hermano se separó de la chica para dejarla ponerse en pie.

- Soy Pedro, un gusto.- Saludó mi viejo tendiéndole la mano y ella se la estrechó sonriente.

- Valen.

- Bueno, eu, vamos arriba.- Hablé y la chica se despidió de ellos con un gesto de la mano antes de seguirme escaleras arriba.

Me senté de nuevo en la cama al llegar a mi habitación y ella ocupó el lugar que había dejado a mi lado después de recorrer el cuarto con la mirada.

- Y... ¿Pasó algo?- Pregunté con el fin de conocer el motivo de su visita.

- Bueno, quería verte y Manu me dio tu dirección.- Sonrió y asentí con la cabeza.- Y quería disculparme por haber sido tan fría antes, estaba un poco confundida por la situación.

- No pasa nada, soy yo el que te tiene que pedir disculpas. No debí meterme en tus cosas.- Me disculpé y ella negó con la cabeza dándome a entender que no pasaba nada.

- Además traje esto.- Siguió y, del bolsillo interior de su campera sacó la caja de las cintas, haciéndome sonrojar.- Nunca te las llegué a devolver.

- Bueno, ahora ya no creo que me sirvan para mucho.- Dije mirando al suelo y tratando de que no se notase que estaba rojo como un tomate.

- ¿Y si me cantás una?- Cuestionó elevando mi mentón con sus dedos y haciéndome mirarla.

- ¿Cuál?- Inquirí haciéndola sonreír. Le devolví el gesto y ella soltó mi cara pensando.

- Hay una... La tercera de la segunda cinta. Esa que habla...

- De tu pelo.- Acabé la frase y Valentina sonrió asintiendo con la cabeza. Accedí y ella se tumbó apoyando su cabeza en mis piernas, mirándome desde abajo. Llevé mis dedos a su pelo, tímido, y sonreí al ver como cerraba sus ojos cuando comencé a acariciarlo. Era hermosa.

Comencé a cantar la canción en voz baja, sin dejar de hacerle mimos en el pelo, y observando sus facciones y como sonreía y empezaba a cantar conmigo la canción. Abrió los ojos cuando acabé y ella se incorporó, quedando a escasos centímetros de mis labios. Noté como me iba el corazón a mil por hora y ella sonrió mordiéndose el labio.

- Sos hermoso, Matu, en todos los sentidos.- Habló y unió nuestros labios, poniendo sus manos en mis cachetes.







yo les amo. odio cambiar el orden de matu-siena-matu-siena, pero el próximo cap es narrado por él tmb.

Cintas; Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora