Capítulo 2.

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—Eso es hiedra venenosa, y eso es hiedra venenosa, y eso, y eso también...

—¡No todo es hiedra venenosa, Stan!— lo interrumpe Richie.

Eddie salta de una lado al otro, intentando no pisar los charcos. Jane se siente tentada a empujarlo a alguno, pero se contiene.

Bill lidera el grupo hacia las cloacas. Lleva la linterna que va a usar en la mano, apretandola con más fuerza de la necesaria.

Jane no ha hablado desde que llegaron, pero es sólo porque explora el territorio. Quiere reconocer a cada uno de estos chicos lo suficiente para poder romperlos si lo requiere. Es solo una medida preventiva que utiliza con todos los que conoce.

—¿Qué sucede, Alestair? ¿te comieron la lengua las ratas?— Richie se acerca a ella y hace el ademán de darle una palmada en la espalda, pero Jane lo esquiva. Él sigue hablando:— Oh, espera, eso es imposible, ¡porque tú eres la rata!

Jane debe reconocer que eso fue ingenioso. Le muestra su mejor sonrisa de superioridad.

—Las ratas son las únicas que sobrevivirán a un ataque nuclear. Gracias por el cumplido, Tozier.

Richie masculla insultos por lo bajo.

Llegan a las cloacas. Entra Bill (el claro líder de la pandilla) y luego Richie. Eddie y Stanley se quedan afuera, por lo que Jane supone que son los "eslabones más débiles" del grupo. Se queda afuera también, cauta.

—Anda Eddie, ven— insiste Richie.

—Oh no, claro que no— Eddie niega con la cabeza cual niño pequeño—. ¡Son aguas grises!

—¿Qué son aguas grises?

Jane ríe, es una risa con mezcla burla y superioridad.

—¿Te queda cerebro, Tozier? Eso significa que estás nadando en un montón de mierda de Derry.

Richie coge un palo sucio de entre el agua y lo acerca a Eddie, quién retrocede asustado.

—No huele a caca para mí, señorrr.

Eddie trastabilla apunto de caer, y quien lo impide, sosteniendolo por los hombros, acaba siendo Jane.

—Cuidado, chico enfermizo.

El se aparta, sonrojado, y voltea.
Jane ríe, porque es una reacción más infantil de lo que ella esperaba.

Y entonces Bill les muestra una zapatilla rosa con aire sombrío.

—No puede ser— Stanley ahoga una exclamación—. ¿Es de...?

Bill Denbrough niega con la cabeza.

—E-E-Es d-de...

—Betty Ripsom— completa la frase Jane, con seguridad.

—¿Cómo lo sabes, fenomeno?— pregunta Richie.

—Sólo lo supuse.

Pero no es verdad. Ella vio con sus propios ojos como algo se llevaba a Betty Ripsom. Vio las zapatillas rosas salpicadas de lluvia en sus pies mientras era arrastrada.

—Okey, es suficiente. Esto huele a mierda y hay un asesino suelto, no deberíamos estar aquí— a Jane le sorprende la convicción con la que Eddie habla. Ya no está tan segura de que sea él el eslabón más débil del grupo.

—Tiene razón— Stan asiente, le tiembla la voz—. Es verano, deberíamos jugar.

—Oh, y ya que estamos con verdades, ¿por qué seguimos tolerando la presencia de una espía de Bowers justo aquí?

Jane Alestair levanta a Richie el dedo corazón con gracia.

Bill Denbrough se dirige entonces a ella.

—T-T-Tu dijiste q-que...

No acaba, porque detrás de ellos un chico cae al agua a tropezones. Está cubierto de sangre y tierra, como si viniera de la guerra.

Es Ben Hanscom, Jane lo reconoce. Bowers debe de haber hecho de las suyas con el pobre chico. Pero es débil y él se lo buscó, Jane no pinta nada ahí.

Eddie es el primero en correr hacia Ben. Bill (al estar más lejos) el último.

Jane no se mueve de su sitio. ¿Ayudar a alguien sin que ese otro de algo a cambio? Por supuesto que no.

Se dispone a marcharse, esto se empieza a tornar mas aburrido.

—¡Alestair, pedazo de mierda, ven y ayudanos!— le grita Richie Tozier.

Jane hace un gesto de desdén con la cabeza.

—No tengo nada que ver con ustedes.

—¿Q-Qué q-quieres a ca-cambio?

Jane sonríe. Bill la está entendiendo.

—Protección— dice ella lentamente—. Son una pandilla. Debiluchos, pero sirve.

—¿Por qué necesitarían protección?— pregunta Eddie, interesado.

—Porque hice que a Henry Bowers le reprobaran el curso.

No hace falta decir más.

—B-B-Bien, lo q-que q-quieras.

—Demonios, Alestair, tú si que quieres morir joven.

Jane avanza hasta Ben Hanscom, arranca un trozo de su propia camiseta y le indica con aire frío que lo sostenga contra la herida para detener el sangrado. Luego dice:

—Necesitamos una farmacia.

....

—¡¿Cómo se supone que amputas un torso?!— Eddie pregunta, histérico, mientras pedalea. Alestair rueda los ojos, pero no dice nada.

Jane va sujeta de los hombros de Eddie, sentada en la parte de atrás de su bicicleta. Bill lleva a Ben más adelante.

Estacionan sus bicicletas afuera de la farmacia.

—R-Richie, q-quédate t-tú con él— Bill señala a Ben.

—También me quedo— afirma Jane. No lo hace por comodidad, solo que si entra tendrá un encontronazo con Gretta Bowie (hija del farmacéutico) seguro, y prefiere evitarse la faena.

Eddie los mira con desconfianza un segundo más de lo prudente y luego va con los demás a la farmacia.

—Así que...— dice Richie, algo incómodo—. Me alegro de conocerte antes de que murieras.

Ben solo lo mira, y luego mira a Jane. Jane le devuelve una sonrisa sin gracia.

—No esperes que diga que me alegro de conocerte, Hanscom— se cruza de brazos y apoya la espalda contra la pared—. Y no te vas a morir por eso antes de que la bocota de Tozier lo mate a él.

Ben sonríe ligeramente y Richie frunce el ceño.

—Muerete, Alestair.

—No gracias.

Ojalá los demás chicos perdedores se dieran prisa, o Jane iba a empotrar la cabeza de Richie contra el cemento. Si Richie no le hacía sangrar los oídos primero.

....

Les dije que Jane es algo particular😂😂 En el fondo es buena gente, lo juro❤ (o tal vez no).

¿Qué les pareció el capítulo?

¡Nos leemos pronto spaguettis!

Fear | Eddie Kaspbrak.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora