Capítulo 5.

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En el camino, Jane y Stanley se encontraron con Bill. Richie y Eddie llegaron por su lado y se encontraron todos a una cuadra de la casa de Beverly.

—¿En qué necesita ayuda?— preguntó Jane, afirmada en los hombros de Stan para mantener el equilibrio.

—N-N-No lo sé, di-di-dijo que era u-urgente— responde Bill.

—Oye, pedazo de mierda, no toquetees al pobre judío— bromeó Richie.

Jane sintió como Stanley se tensaba y se le hizo bastante gracioso.

—Ya te dije que no me llames "pedazo de mierda", imbécil— dijo, y luego empezó a juguetear con los risos de Stanley a propósito.

—¡Está mancillando al pobre, Gran Bill!— exclamó Richie.

Eddie observó a Jane tan solo de reojo y frunció el ceño. ¿Por qué ella estaba tan cerca de él? ¿acaso...? Sacudió la cabeza, eso no era su asunto. No lo era. No lo era. No lo era... ¿por qué me molestaba entonces?

Llegaron, acomodaron las bicicletas y, mientras lo hacían, Beverly llegó corriendo hacia ellos, como si estuviera aliviada de verlos.

—Tengo que mostrarles algo— dijo, su voz denotaba urgencia.

—¿Más de lo que vimos en la cantera?— bromea Richie.

—Cállate, Richie, cállate— lo regañó Eddie.

Beverly hizo una mueca. Miró brevemente a Jane, y luego a los demás.

—Mi padre me matará si se entera de que deje entrar chicos a la casa.

Jane, ya en el suelo y con los brazos cruzados sobre el pecho, hizo una mueca. A ella le gustaría que su padre se preocupara siquiera un poco por ella... Aunque nunca lo admitiría, obviamente.

—Que se quede el imbécil de ahí— Jane señaló a Richie.

Richie la miró con el ceño fruncido.

—Eres una...

—Q-Quédate R-Richie.

Jane sonrió triunfante.

—¿Qué?— Richie se llevó una mano al pecho, fingiendo estar ofendido—. ¿Le haces caso a la traidora?

—Deberías ser más creativo con tus apodos, Tozier.

—A Eds le parecen muy creativos.

—No— Eddie lo miró mal.

Todos se bajaron de sus bicicletas y siguieron a Beverly, dejando allí a Richie.

—¡¿Y que hago si su padre llega?!

—Empieza hablar, te gusta hacerlo ¿no?— le dijo Stanley.

Jane sonrió y extendió la mano para chocar los cinco con el chico judío, porque aquello le había parecido realmente creativo.

Sin embargo, Stanley la esquivó y aceleró el paso escaleras arriba.

Jane soltó una risita divertida ante aquello. <<Estos chicos no son tus amigos, Jane>> se recordó.

A lo lejos, escuchó como Richie gritaba:

—¡Es un don!

....

—¿Nos llevas a tu baño? ¿Sabían que el 80% de los accidentes ocurren en los baños? Se alojan un montón de germenes y bacterias, y dios, las enfermedades que puedes coger...

Fear | Eddie Kaspbrak.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora